Berkeley se desploma un 56% tras el no del CSN a la mina de uranio de Retortillo

Solo faltaba el sí del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), pero no ha llegado. Un día después de que la empresa minera australiana Berkeley anunciase que ya tenía todos los trámites urbanísticos para las obras de la mina de uranio de Retortillo (Salamanca), el regulador ha informado desfavorablemente sobre el proyecto. Tras conocerse la noticia, las acciones de la empresa en la bolsa de Madrid se han desplomado, hasta cerrar la sesión con una espectacular caída del 56%. La minera ha anunciado que baraja acciones legales contra la decisión.

El golpe a la cotización de Berkeley en el mercado continuo llega después de varios días de fuertes alzas, ante la previsión de que el informe del CSN fuese favorable. Sin embargo, el jarro de agua fría de este lunes ha hundido la acción hasta los 17 céntimos, en mínimos de mayo de 2020, tras una jornada que había empezado en verde.

El CSN alega que no autoriza la mina debido a "la escasa fiabilidad y las elevadas incertidumbres de los análisis de seguridad"

La decisión se había retrasado en dos ocasiones la semana pasada, pero finalmente la resolución ha llegado este lunes. A través de un comunicado, el CSN ha alegado que no autoriza la mina de Berkeley debido a "la escasa fiabilidad y las elevadas incertidumbres de los análisis de seguridad de la instalación radiactiva en los aspectos geotécnicos e hidrogeológicos".

El resultado de la votación ha sido de cuatro votos favorables a la Propuesta de Dictamen Técnico, elaborada por la Dirección Técnica de Protección Radiológica, y uno en contra, correspondiente al consejero Javier Dies. Dicho consejero, de acuerdo al artículo 34 del Estatuto del CSN, ha anunciado que emitirá un voto particular por escrito en el plazo de 48 horas.

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El CSN habla de "deficiencias técnicas" detectadas durante el proceso de evaluación, y que se refieren principalmente al almacenamiento definitivo de residuos radiactivos de muy baja actividad, que forma parte de la instalación radiactiva, considerada de primera categoría.

"La información aportada no permite acotar la capacidad efectiva de aislamiento de las barreras que BME [Berkeley] propone para envolver los residuos, y consecuentemente tampoco la capacidad de minimizar las concentraciones esperadas de radionúclidos en las potenciales zonas de descarga", añade el CSN. La compañía no ha hecho los deberes para obtener el visto bueno del regulador, tras una larga polémica debido a la posición de los grupos ecologistas a la instalación.

La compañía se declara "decepcionada"

La compañía ha reaccionado a través de un comunicado remitido a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV). Berkeley se declara "decepcionada" por la decisión del CSN y lamenta que el organismo la haya anunciado por medio de una nota de prensa en su página web antes de informarle oficialmente.

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"Toda la información remitida ha sido preparada siguiendo el consejo de consultores independientes de reconocido prestigio internacional", argumenta la multinacional, que recuerda su colaboración con el CSN desde 2016, cuando se inició el proceso. La minera destaca que todas las peticiones de documentación del regulador han sido atendidas y que ambas partes han mantenido reuniones en hasta seis ocasiones. Además, recuerda que el proyecto ha sido avalado por 120 informes de diferentes instituciones, entre ellos 9 del propio CSN.

"La compañía defenderá firmemente su posición y considerará inmediatamente el rango de opciones legales disponibles". concluye el comunicado.