Ona Carbonell entregará los premios CECA de obra social y educación financiera

En 2019, pero especialmente en 2020, las entidades y fundaciones han demostrado un compromiso firme con la sociedad y los colectivos más vulnerables. En este escenario, con la vida social y económica de los ciudadanos condicionada por la pandemia, los proyectos de obra social y de educación financiera han sido más necesarios que nunca. Para poner en valor la labor de aquellas organizaciones que con su esfuerzo han atendido las necesidades de las sociedades en las que operan, El Confidencial organiza de la mano de CECA los Premios CECA de obra social y educación financiera 2019-2020, que se retransmitirán 'online' el próximo miércoles 16 de junio a las 11:30. [Inscripción para ver la entrega de premios]

Ona Carbonell, deportista olímpica, capitana del equipo español de natación sincronizada y embajadora de CECA, y Javier Molina, periodista de El Confidencial, serán los encargados de entregar los premios en las distintas categorías y subcategorías, cuyos ganadores fueron seleccionados por un jurado de expertos formado por representantes de El Confidencial, Funcas y Fundación Lealtad.

En total, se entregarán 12 galardones. En el área de obra social, las categorías son: acción social, cultura y patrimonio, deporte y ocio, desarrollo local y creación de empleo, educación e investigación y medioambiente. Mientras, en el área de educación financiera, son: niños y jóvenes, adultos, mayores y emprendedores. Además, se entregarán dos premios especiales: Premio Especial del Jurado a la trayectoria de la Obra Social y Premio Especial del Jurado a la promoción de la Educación Financiera.

[Finalistas]

Inversión en obra social

La obra social es un ejemplo de la importancia de la colaboración público-privada para atender a los más desfavorecidos y poder así reducir la brecha económica y social. Según datos de la 'Memoria de obra y acción social 2020', publicada por CECA, el incremento de la inversión en obra social en el periodo 2014-2020 ha sido del 8,75%, llegando a alcanzar los 772 millones de euros en el ejercicio 2020. Esta dotación ha permitido la puesta en marcha de alrededor de 49.000 actividades de las que se han beneficiado un total de 24.688.140 personas.

Acción social ha sido el área donde se ha dedicado un mayor porcentaje de inversión, un 42%, lo que significa que se han destinado 327 millones de euros para programas asistenciales dirigidos a colectivos en riesgo de exclusión, voluntariado y cooperación, entre los que destacarían, debido a la situación generada por la pandemia, proyectos como bancos de alimentos y comedores sociales. Asimismo, se han invertido más de 74 millones de euros en programas de desarrollo local y creación de empleo para hacer frente a la crisis sanitaria, poniendo de manifiesto la capilaridad de las entidades en sus territorios.

Importancia de la educación financiera

De igual manera, la educación financiera es una importante palanca para mejorar la vida de las personas, pues favorece la estabilidad del sistema, la inclusión financiera y la cohesión social. El pasado año se destinaron un total de 3,57 millones de euros a este tipo de programas y se han realizado 4.145 actividades que han alcanzado a más de 25 millones de beneficiarios. En la categoría de educación financiera, el 86% de la inversión total se ha destinado a acciones digitales, como desarrollo de 'apps', webs, videojuegos, talleres virtuales o emisiones en 'streaming'.

En los programas, se han reforzado mensajes habituales sobre gestión de contraseñas, vigilancia de la seguridad 'online', navegación de forma segura en internet o compras 'online'. Pero también se han generado contenidos para atender necesidades de autónomos, comercios, emprendedores y microempresas, especialmente aquellos afectados por la crisis económica generada por la pandemia, y han aumentado el número de actividades centradas en cuestiones como la sostenibilidad, la ciberseguridad y otras formas de digitalización, entre otras.

Además, las acciones con el foco puesto en el ahorro y el gasto, presupuestos, y productos y servicios de inversión se han mantenido como consecuencia del impacto directo de la pandemia en las finanzas de los ciudadanos.