BBVA lleva la plantilla a mínimos desde su creación con el doble de activos

BBVA da una vuelta de tuerca a la ratio de activos por empleado con su primer expediente de regulación de empleo (ERE). La entidad presidida por Carlos Torres ha pactado la salida de 2.935 trabajadores, lo que dejará un volumen de recursos de clientes gestionados por cada empleado de 10 millones, el doble que hace una década.

La entidad gastará parte de su excedente de capital, que ha generado con la venta de su negocio estadounidense por 9.600 millones a PNC, en asumir este ‘tijeretazo’ a la plantilla de España. El banco se ha plegado a varias de las exigencias de los sindicatos, como prejubilaciones a partir de los 50 años. También, eso sí, ha reducido la cifra en 863 salidas (con 657 recolocaciones en el grupo) desde el planteamiento inicial de 3.798.

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El coste asumido por el banco es de 960 millones, divididos entre 720 millones por el despido colectivo y 240 millones por el cierre de 480 oficinas (en marzo, contaba con 2.366), según las estimaciones facilitadas al mercado. BBVA estima un ahorro de costes de 65 millones antes de impuestos en 2021 y de 250 millones anuales desde 2022, de los que 220 millones serán por menores gastos de personal, lo que supone un 12,7% de la base de 2020 y un 11,7% respecto a la base de 2019 (con el covid, se redujo en un 7,7% el año pasado).

Las bajas supondrán el 10,2% de la plantilla que tenía en marzo, según el último informe trimestral, que situó el número de trabajadores en 28.777. Con el ‘tijeretazo’, y sin contar las salidas naturales que suele haber (bajas voluntarias o jubilaciones que no se sustituyen), el montante de trabajadores se irá a 25.842. Hay que irse a antes de la fusión entre BBV y Argentaria, que dio origen al actual banco y a la presidencia entonces de Francisco González, para encontrar registros inferiores. En el año 2000, contaba con 34.000 empleados y con la mitad de activos que ahora, que se elevaron hasta los 147.713 millones en 2008 en los albores del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

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La cifra es por primera vez más baja que en 2011, antes de absorber Unnim y Caixa Catalunya tras la crisis del euro y la reestructuración financiera. En aquel año, BBVA tenía una plantilla de 27.274 trabajadores y recursos de clientes de 179.121 millones, entre depósitos y productos de inversión como fondos o planes de pensiones.

Estos números arrojaban una ratio de 6,33 millones, que se incrementó desde los 5,1 millones de 2008, en el año en que empezó la Gran Crisis Financiera, con 29.070 trabajadores y 147.713 millones. Después de 13 años del ‘shock’ financiero, con la incorporación de otras entidades como Caixa Catalunya o Unnim, BBVA gestionará 261.042 millones con 25.842 trabajadores, cruzando los datos de la presentación financiera del primer trimestre y el ERE recién aprobado.

De esta forma, BBVA ha elevado sus recursos de clientes en España en un 76% desde la crisis, pero el número de trabajadores desciende en 3.228 o un 11%. La ratio de recursos de clientes se ha duplicado desde los 5,1 millones hasta los 10,1 millones, pasando entre medias por los 6,3 millones de 2011 o los 9,1 millones de marzo de este año. Así, con el ERE, aumenta el volumen de activos que corresponden a cada trabajador en un 11%.

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BBVA se ha encontrado con una postura hostil de los sindicatos, que cada vez son más beligerantes con los ERE de la banca. En este caso, el ajuste ha coincidido con el que está negociando CaixaBank tras integrar Bankia, que será el mayor de la historia. La última propuesta del banco catalán con sede social en Valencia es la salida de 7.400 trabajadores.

El banco presidido por Carlos Torres, tras romper negociaciones de fusión con Sabadell hace medio año, ha decidido consumir parte de su exceso de capital en recomprar hasta el 10% de las acciones y en asumir el coste del ERE. La justificación ha sido la eficiencia. La ratio que la mide (costes sobre ingresos, cuanto más baja mejor) estuvo por debajo de la media de sus competidores en España en marzo, con un 45%.

Sin embargo, los ejecutivos de BBVA insisten en que cada vez va menos gente a las oficinas, lo que reduce la necesidad de la asistencia presencial con el impulso de la digitalización. Los trabajadores denuncian que hay datos viciados, porque muchas transacciones digitales las completan, en realidad, los propios empleados ayudando al cliente a través de sus canales 'online'.