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Mediapro necesita un rescate urgente ante un inminente 'default' de liquidez
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PRESIÓN DE NUEVOS ACREEDORES

Mediapro necesita un rescate urgente ante un inminente 'default' de liquidez

La productora de televisión, que emplea a 7.000 personas, incumplirá a finales de junio una de las cláusulas firmadas en el contrato de financiación con los acreedores

Foto: Jaume Roures, presidente de Mediapro. (EFE)
Jaume Roures, presidente de Mediapro. (EFE)
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Dos semanas tienen los accionistas y acreedores de Mediapro para encontrar una solución provisional que evite que la mayor productora audiovisual de España incumpla uno de sus compromisos financieros. Ese incumplimiento metería a la compañía en una espiral que comprometería su presente. Según indican fuentes financieras, la compañía dirigida por Tatxo Benet y Jaume Roures necesita una inyección urgente de dinero para no quebrantar una de las cláusulas del préstamo de casi 1.000 millones de euros concedido por un grupo de bancos y fondos, una infracción por la que los acreedores que acaban de entrar por la puerta de atrás le podrán instar el concurso.

Según estas fuentes, cuando Mediapro solicitó el verano pasado una refinanciación del crédito de 920 millones que había pedido en 2018 ante la imposibilidad de hacer frente a sus obligaciones por los efectos de la pandemia, la banca accedió a ampliarle las líneas de financiación en 60 millones con garantía del Estado, siempre y cuando los accionistas del 'holding' audiovisual aportasen otros 50 millones. A su vez, los acreedores le eximieron de cumplir hasta septiembre de 2021 las cláusulas o 'covenants' que le obligan a no tener una deuda que supere en cinco veces su beneficio bruto de explotación o ebitda.

Pero, a cambio, Mediapro debía de tener siempre en caja al menos 60 millones de euros. Al cierre del primer trimestre del año, la compañía disponía de unos 100 millones, según fuentes financieras. Una cantidad con la que ahora tiene que afrontar un pago de 25 millones a los acreedores por uno de los tramos del crédito original de 920 millones, que tiene un tipo de interés del 7,5%. Además, tiene que desembolsar otra cantidad relevante de dinero para cumplir con el acuerdo con la liga francesa, cuyo contrato de retransmisión y explotación de la Ligue1 rompió el pasado año al no poder hacer frente a lo firmado.

Foto: Jaume Roures, CEO de Mediapro. (Reuters)

Ante estas próximas salidas de caja, fuentes próximas a las negociaciones entre Mediapro y los acreedores ratifican que el grupo se quedará con menos de los 60 millones mínimos exigidos en la última refinanciación. De ser así, de producirse lo que se conoce como un ‘default’ de liquidez, los bancos y fondos de inversión tenedores de la deuda le instarán por burofax el cumplimiento urgente de sus compromisos. Si la empresa no puede atenderlos, estos inversores presentarán una recapitalización consistente en el canje de la deuda por capital, operación por la que se convertirían en los mayores accionistas del 'holding'.

Para evitar esa situación, Mediapro ha pedido un rescate de 230 millones de euros a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Pero el ente público, tras el escándalo mediático por las ayudas a la aerolínea Plus Ultra, tiene aún en análisis el informe sobre la productora audiovisual, por lo que hay pocas posibilidades de que ese dinero llegue a la compañía antes de acabar junio, fecha en la que tiene que hacer frente a los 25 millones de los acreedores y a otra cantidad relevante con la liga francesa.

Los fondos que instarán la recapitalización son Searchlight, Invesco y Gala Capital, los cuales han comprado en el mercado secundario 180 millones de los 920 del crédito original. En concreto, los que se corresponden con el Tramo B o Second Lien, al 7,5% de interés. Otras fuentes indican que estos inversores se han hecho con más participación de ese préstamo, lo que les daría una posición predominante a la hora de negociar el canje de deuda por capital. Esta conversión les daría, en realidad, la mayoría del accionariado.

Incumplimiento garantizado

Actualmente, el capital de Mediapro lo componen el grupo chino Orient Hontai, dueño del 53,5% desde que en 2018 compró este paquete por 1.019 millones; WPP, propietaria del 22,5%; Jaume Roures, que tiene el 12%, y Taxto Benet, con otro 12%. Cualquier operación de recapitalización requiere el visto bueno del conglomerado asiático, cuyos representantes están desaparecidos y se han desvinculado de la gestión del día a día. Por ello, según otras fuentes, tanto Roures como Benet estarían a favor de la intervención de Searchlight, Invesco y Gala Capital, ya que con la aportación de estos fondos se salvaría la compañía, que antes de la pandemia registraba un crecimiento continuado.

Además, según fuentes próximas a ambos directivos, el rescate final de la SEPI, que inicialmente no se espera hasta después del verano, sería difícil con un inversor chino que se ha desentendido de Mediapro y cuyos dirigentes incluso han tenido problemas con la Justicia del país comunista. Un hecho que no ha podido ser contrastado, dada la opacidad informativa de Pekín.

En cualquier caso, fuentes financieras dan por hecho que Mediapro incumplirá con mucha probabilidad la cláusula de liquidez a finales de este mes y con total seguridad la que mide la relación entre la deuda y el ebitda, que está limitada a cinco veces y que actualmente es de ocho, siempre y cuando el grupo cumpla con sus previsiones —130 millones— para este año.

Dos semanas tienen los accionistas y acreedores de Mediapro para encontrar una solución provisional que evite que la mayor productora audiovisual de España incumpla uno de sus compromisos financieros. Ese incumplimiento metería a la compañía en una espiral que comprometería su presente. Según indican fuentes financieras, la compañía dirigida por Tatxo Benet y Jaume Roures necesita una inyección urgente de dinero para no quebrantar una de las cláusulas del préstamo de casi 1.000 millones de euros concedido por un grupo de bancos y fondos, una infracción por la que los acreedores que acaban de entrar por la puerta de atrás le podrán instar el concurso.

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