El Gobierno afronta las mayores pérdidas del FROB desde el rescate por la venta de Bankia

El Gobierno tiene por delante un nuevo escollo por la venta de Bankia a CaixaBank. La Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración (FROB) afronta en las próximas semanas la decisión de sellar las mayores pérdidas del fondo desde el rescate financiero, que se situarán en varios miles de millones. El cierre de las cuentas se ha retrasado frente a lo previsto —finales de mayo— y todo apunta a que se apurará el plazo legal, final de junio.

Tras el saneamiento de su posición en Sareb en 2019, las cuentas del FROB dependen casi exclusivamente de la participación en Bankia, junto a algunas garantías concedidas a las antiguas subastas de entidades nacionalizadas, como Banco de Valencia, Catalunya Banc, NCG Banco y España-Duero.

Aunque el fondo público no se haya desprendido de acciones de Bankia, sino que las ha intercambiado por títulos de CaixaBank, esta operación provocará que se actualice la valoración en su balance. Lo mismo ocurrió con las cuentas de BFA, la sociedad intermedia que administra las acciones del FROB, que debido a este efecto perdió 5.517 millones de euros en 2020.

En caso de que el fondo presidido por Paula Conthe registrara unos números rojos similares, situaría sus pérdidas en el punto más alto desde 2012, el año del rescate financiero, cuando tuvo un agujero de 26.000 millones. Estas pérdidas de 2020 podrían provocar a su vez que el FROB canjee un nuevo tramo del préstamo que recibió de Europa, sin impacto en déficit ni deuda pública, como publicó 'El Periódico'.

Desde el entorno del fondo de rescate, remarcan que estas pérdidas se deben a un efecto contable —no se han materializado pérdidas— y que desde que se acordó la fusión su participación en CaixaBank —un 16%— se ha revalorizado. Desde que este medio publicó la fusión —el 3 de septiembre—, las acciones de la entidad catalana han ganado un 55%.

Aun así, durante el mismo periodo, otros bancos han subido más en bolsa, como BBVA, un 118%, Santander, casi un 100%, y Sabadell —uno de los principales comparables de Bankia—, un 95%. Estas subidas en vertical se deben a que la vicepresidenta Nadia Calviño negoció la fusión en uno de los momentos más bajos de cotización de Bankia, en plena crisis del covid.

En la banca, cuestionan que Calviño critique un ERE financiado con pérdidas del FROB

El expresidente del FROB Jaime Ponce justificó en el Congreso que esta fusión tenía sentido porque "mejoraría el valor de la participación indirecta en Bankia y tendría un efecto positivo sobre las perspectivas de recuperación de ayudas en futuras desinversiones". Cuantificó en un 45% el valor que genera la operación para el fondo y defendió que aumenta sus posibilidades de desinversión.

La Comisión Rectora del fondo, en la que se sientan Economía, Hacienda y el Banco de España, se reunirá de nuevo para abordar las cuentas tras el último encuentro polémico, en que tuvo que aprobar su voto en contra de las remuneraciones de CaixaBank. El ERE (expediente de regulación de empleo) para 7.600 empleados que está negociando la entidad con los sindicatos fue la chispa que prendió este fuego. En el sector financiero, se cuestiona que el Gobierno haya criticado este proceso de despidos, "que se financiará con las pérdidas del FROB", por el 'badwill' —fondo de comercio negativo— que generó la operación.