El Banco de España cita a las fundaciones bancarias y pide más profesionalización

Reunión para la historia en el Banco de España. El regulador español citó el pasado martes a los antiguos barones de las cajas de ahorros para pedirles mejoras de gestión en sus actuales puestos, las fundaciones bancarias que controlan accionarialmente algunas de las mayores entidades financieras españolas. La reunión fue virtual y estuvo presidida por la directora general de Supervisión del Banco de España, Mercedes Olano, según pudo confirmar El Confidencial.

Las principales fundaciones están presididas por antiguos responsables históricos de las cajas: Isidre Fainé lo hace en la Fundación la Caixa, Braulio Medel en Fundación Unicaja y Amado Franco en la de Ibercaja.

Estas fundaciones y otras controlan el 30% de CaixaBank, el 50% de Unicaja Banco —que bajará tras la fusión con Liberbank—, el 24% de la entidad asturiana y el 100% de Ibercaja Banco y Kutxabank, las dos únicas entidades herederas de antiguas cajas que no han salido a bolsa.

TE PUEDE INTERESAR

Medel frena la petición de un informe externo por los sobresueldos de Unicaja

Jorge Zuloaga

La decisión llega tras las dudas que ha habido en torno al papel de las fundaciones en las fusiones bancarias que hubo en 2020, la de CaixaBank y Bankia y Unicaja y Liberbank. En especial en esta última, donde el gobierno corporativo ha estado en tela de juicio recientemente por el caso de los sobresueldos que Medel cobró en la antigua caja hasta 2011 y por su apoyo al CEO de Liberbank en la lucha de poder de la nueva entidad.

En terreno de nadie

Las fuentes consultadas señalan que estos hechos han puesto de relieve la necesidad de un mayor seguimiento a las fundaciones bancarias por parte del Banco de España. Entre los mensajes que se lanzaron en esta reunión, añaden dichas fuentes, estuvieron los de profesionalizar la gestión, mejorar el flujo de información que se da al regulador y mantener las murallas chinas con sus participadas bancarias.

En el sector, se muestran sorprendidos de que esta haya sido la primera reunión de este tipo que se mantiene con las fundaciones bancarias, a pesar de que se regularon en 2013. Este fue uno de los compromisos que adquirió España en el rescate de 2012: que desaparecieran las antiguas cajas de ahorros, convirtiéndose en bancos, y que tanto las fundaciones herederas como las entidades se despolitizaran.

TE PUEDE INTERESAR

Calviño y el Banco de España examinan la idoneidad de Medel y la Fundación Unicaja

J. Zuloaga A. Rivera. Málaga

Las fuentes consultadas llaman la atención sobre el hecho de que las fundaciones estén en terreno de nadie desde entonces. Las máximas competencias supervisoras recaen sobre el Ministerio de Economía —salvo con las fundaciones de Kutxabank, que dependen del Gobierno vasco—, que tiene un protectorado para, en teoría, seguir de cerca estas instituciones. Junto a ello, el Banco de España tiene delegado el seguimiento de estas fundaciones en todo lo que afecte a los bancos en que participa.

La realidad es que durante estos años las actuaciones tanto de Economía como del Banco de España respecto a las fundaciones han brillado por su ausencia. Por ejemplo, el regulador liderado por Pablo Hernández de Cos no ha abierto ni una sola inspección a las fundaciones en los últimos años, a pesar de la influencia que ejercen como principales accionistas de grandes bancos.

Las fundaciones llevan años sin una supervisión real de Economía y el Banco de España

Tras años en que han estado en un segundo plano, las fundaciones bancarias han saltado a la palestra en 2020 por su influencia en las grandes fusiones. Fainé lideró las negociaciones de la fusión con Bankia, mano a mano con la vicepresidenta Nadia Calviño. Y en el caso de Unicaja, el liderazgo inicial de la operación corporativa se atribuye a Medel, quien mantiene un trato cercano con el CEO de Liberbank, Manuel Menéndez.

Estos factores, y los casos judiciales, han hecho que el Banco de España vuelva a poner el foco sobre estas instituciones. No obstante, uno de los compromisos del rescate de 2012 fijaba que "se reforzarán los mecanismos de gobernanza de las antiguas cajas de ahorros y de los bancos comerciales bajo su control".