El reto de la sostenibilidad en una de las ciudades de España con más multinacionales

A 15 minutos del centro de Madrid se encuentra un municipio con casi dos millones de metros cuadrados de zonas verdes, cerca de 16 metros cuadrados por habitante, solo superado por Vitoria-Gasteiz y León. Es Alcobendas que, como el resto de las ciudades, busca ofrecer y potenciar su entorno verde y alinearse con la Agenda Urbana Española y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En 2050 se calcula que el 70% de la población, unos 2.500 millones de personas según Naciones Unidas, vivirán en núcleos urbanos. Apostar por una ciudad sostenible es imperativo si queremos frenar el cambio climático, pero eso no puede ser un impedimento a la hora de crear empleo o atraer empresas. El equilibrio en este caso es imprescindible.

Una ciudad sostenible es aquella que ofrece calidad de vida a sus habitantes sin poner en riesgo los recursos, ya que vela también por el bienestar de la humanidad futura y procura la justicia social, según Intermón Oxfam. ¿Cómo está consiguiendo Alcobendas ser sostenible? Primero, potenciando sus espacios verdes: destacan la zona protegida del Monte de Valdelatas, plagado de rutas a pie o en bicicleta; el Bosque Sigaus, donde se están replantando árboles; sus más de 35 parques; cinco parques temáticos o 5.300 metros cuadrados de huertos urbanos municipales.

Alcobendas posee casi dos millones de metros cuadrados de zonas verdes, cerca de 16 metros cuadrados por habitante

En segundo lugar, con sus edificios, que marcan la diferencia entre una ciudad sostenible y otra que no lo es. Por ejemplo, los edificios de oficinas de la ciudad puntúan con una media de B+ alto en el ranking de eficiencia energética, donde A es para los edificios más eficientes energéticamente y G para los menos. Los indicadores de eficiencia utilizados en el ranking son las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de energía no renovable al año. Además, las oficinas de Alcobendas disfrutan también de esa riqueza en zonas verdes, como por ejemplo, el Parque Empresarial Valdelacasa, muy cerca del Monte de Valdelatas, lo que mejora la calidad de vida no solo de residentes sino de los trabajadores del municipio.

Hacia un modelo de ciudad inteligente

Si a la definición de ciudad sostenible le añadimos un uso extensivo y eficiente de las tecnologías de la comunicación (TIC) dirigidas a mejorar la calidad de vida de la población, llegamos al concepto de 'smart city' o ciudad inteligente. El Plan Diseña Alcobendas 2020 marca las líneas maestras para orientar el futuro del municipio hacia el desarrollo de un modelo de ciudad inteligente. Sus parámetros clave son economía, gobernanza, movilidad, sociedad, bienestar y, por supuesto, sostenibilidad.

En los objetivos económicos está consolidar y reforzar la ciudad como centro empresarial y de emprendimiento o combatir el desempleo. En los de gobernanza se incluye, por ejemplo, ofrecer a los ciudadanos la capacidad de realizar trámites administrativos de manera ágil y sencilla, facilitar los trámites y ofrecer mejor atención. En este plan, pues, la gestión se vuelve inteligente para que la tramitación de recursos sea más eficiente. Hablamos de monitorizar el ciclo del agua, la energía, los edificios, etc.

La movilidad es otra de las claves. La ciudad acoge cada día más de 70.000 coches de los trabajadores que acuden a las diferentes empresas a trabajar. Por eso, su plan de movilidad contempla varios ejes de actuación, como la aplicación de la inteligencia artificial para la gestión del tráfico, controlando las entradas y salidas de los vehículos a la ciudad e informando sobre la densidad circulatoria para poder establecer restricciones de paso temporales o permanentes. Además, se busca potenciar el uso de vehículos cero emisiones con la implantación de una red de puntos de recarga públicos, el 'car sharing', la utilización de autobuses lanzaderas para acercar a los trabajadores a las empresas y una mayor eficiencia en el uso de los aparcamientos. Todas estas medidas se desarrollan gracias a la colaboración público-privada entre el Ayuntamiento, Alcobendas HUB y entidades privadas de primer nivel, en el DIH Intelligent Urban Lab.

Ser sostenible sin dejar de atraer empresas

Como hemos visto, lejos de ser un impedimento, la sostenibilidad es una oportunidad y una necesidad para seguir creciendo. Alcobendas, además de ser una ciudad sostenible y de trabajar para alcanzar la excelencia en forma de 'smart city', se enfrenta ahora a nuevos retos. Las transformaciones que están teniendo lugar en Europa y en nuestra sociedad tras el covid o el Brexit constituyen también una oportunidad para destacar las ventajas de este municipio frente a otros.

En todo este vórtice de cambios, Alcobendas juega con una ventaja en su ADN: está posicionada como uno de los destinos más atractivos para la ubicación de empresas en la Comunidad de Madrid y es una de las principales ciudades de España en cuanto a facturación de estas. Solo en 2020, a pesar de la crisis por la pandemia, se instalaron más de 300 compañías, según ha informado el Consistorio.

¿Por qué es un polo de atracción empresarial? En Alcobendas se cuentan hasta 16.000 empresas y autónomos, de las cuales hay 15 con más de mil millones de euros en ingresos. Es la tercera ciudad española en renta per cápita y la primera en baja presión fiscal, según este informe de Roland Berger. Además, Alcobendas es el municipio con uno de los mayores PIB per cápita de la Comunidad de Madrid.

Una de las industrias con mejores perspectivas de crecimiento es el sector tecnológico, en el que Alcobendas destaca por ser un Hub de primer nivel. En ingresos, la ciudad es el segundo municipio con más empresas farmacéuticas de la Comunidad de Madrid y también destaca como Hub de Automoción. Para impulsar y acoger la llegada de nuevas compañías, en 2017 se fundó Alcobendas Hub, una oficina de atracción de inversión nacional e internacional que facilita los trámites con el Ayuntamiento, la localización de oficinas, naves y parcelas, puestos de trabajo en un espacio de 'softlanding' y la introducción al ecosistema de la ciudad.

2020 es el punto de inflexión para el cambio climático, el punto para comenzar la andadura hacia los objetivos medioambientales que deben alcanzarse en 2050, pero también ha sido el año en el que más ha sufrido el empleo. Por eso equilibrar la balanza entre creación de puestos de trabajo y sostenibilidad debe ser la línea en el horizonte que toda ciudad debe marcarse de cara al futuro.