Hacienda sanciona a Suárez, la joyería de las 'celebrities', por la compraventa de oro

Suárez es la gran casa española de joyas, cuyas piedras preciosas visten a muchas 'celebrities' del mundo de la moda, el cine y la alta burguesía nacional. Pero la compañía ha tenido un problema con Hacienda que le ha costado pagar una regularización fiscal de más de tres millones de euros, según consta en las cuentas oficiales de Suárez Trading, la sociedad desde la que la familia hace la compra y venta de oro para sus piezas de alta joyería.

Según su auditoria, esta filial de la Joyería Suárez estuvo "sometida a una inspección tributaria tanto del impuesto de valor añadido (IVA) como del impuesto de sociedades por la Diputación Foral de Bizkaia para los ejercicios 2012-2015, habiéndose firmado y pagado actas de conformidad". La compañía agrega que el importe de las citadas actas, que no concreta, "no ha tenido un efecto significativo en las cuentas anuales tomadas en su conjunto, y ha concluido determinando que no se aprecian anomalías contables sustanciales", y emplaza a la nota número 13.

Sin embargo, en ese apartado 13 del informe de auditoría, relativo a "Provisiones y contingencias", clarifica una dotación a corto plazo para impuestos de 3,06 millones, que prácticamente representa el beneficio de explotación de un ejercicio ordinario. Fuentes oficiales de Suárez han rechazado especificar la cantidad y se han limitado a indicar que "efectivamente hubo una comprobación fiscal de trámite" y que "hubo algunas diferencias que quedaron regularizadas".

TE PUEDE INTERESAR

LVMH: al gigante del lujo no le asusta el coronavirus... ni su cura

Valor Añadido

Suárez Trading se dedica a la compra, importación, exportación, comercialización, creación, diseño, fabricación, manufactura y venta al por mayor y menor de todo tipo de artículos de ornamentación, joyería y relojería, así como de piedras preciosas para su afino, montaje, industrialización y comercialización. La sociedad tiene una facturación anual de 79 millones de euros, por lo que la sanción de la Hacienda vasca representa casi el 4% de la cifra de negocio, prácticamente el 80% de su ebitda o beneficio de explotación y más de lo que la sociedad obtuvo como beneficio neto —2,11 millones— en el último ejercicio 2019-2020.

Esta filial del grupo suministra los productos a Suárez H, la matriz del 'holding' familiar, que le paga más de 7,2 millones por compra de mercaderías para la casa principal, su marca de relojes y Aristocrazy, la firma destinada al público más joven. La enseña, con tiendas en las principales calles comerciales de Madrid, Barcelona y Bilbao, ciudad de origen de los Suárez, ha embellecido a figuras de la burguesía como Sofía de Habsburgo e Isabel Preysler.

Sus diseños también han sido promocionados por Adriana Abascal, Nati Abascal, Fiona Ferrer, Nuria Fernández Tapias y Belén Domecq, por rostros del cine como Dafne Fernández; de la televisión, como Nuria Roca, Jaime Cantizano o Alaska; de las pasarelas, como María León, Laura Pons y Ángel Schlesser; de la cocina, como Ramón Freixa, y hasta del deporte, como Ona Carbonell. Sus amuletos también han vestido a los protagonistas de la famosa serie 'La Casa de Papel'.

La firma, creada hace casi 80 años por Emiliano Suárez Faffián, compra los diamantes en Amberes y Tel Aviv, cunas del comercio de las piedras preciosas, además de Tailandia, Colombia y Brasil. Emiliano tuvo dos hijos, Benito y Emiliano Suárez de la Villa. La gestión está en manos ya de la tercera generación, en los hijos de Benito, Emiliano, Gabriel y Juan Suárez Pascual, director de Marketing de Suárez, director general del grupo y director de Aristrocrazy, respectivamente. Esta última marca, destinada al público más joven, con cerca de 90 puntos de venta, es la que más ha crecido, ya que la principal tiene en la calle Serrano de Madrid, en la Gran Vía de Barcelona y en los centros de El Corte Inglés sus mayores escaparates.

Suárez no es la única compañía dedicada a la joyería que ha sido inspeccionada por la Agencia Tributaria. En 2018, Tous tuvo que regularizar alguna de sus sociedades que se dedicaban a la venta de la marca de relojes Rolex por haber sido utilizadas para blanquear dinero irregular de la mafia china. Además, pagó varias sanciones por el impuesto de sociedades y por el IVA.