Abarca: "El sector sanitario privado no somos una alternativa, somos un complemento"

En 2019, la esperanza de vida al nacer en España era de 86 años en las mujeres y casi 81 en los hombres. En 2069, se prevé que, a partir de los 65, vivamos casi cuatro años más (85,8 años los hombres y 90 años las mujeres), según el INE. Las enfermedades crónicas afectan al 34% de la población y aumentan con la edad: un 77% de los mayores de 65 años padece alguna, según el último balance de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad.

Si a la presión asistencial y financiera que le supone a la sanidad pública el envejecimiento de la población y al aumento de los enfermos crónicos les sumamos una emergencia sanitaria sin precedentes, por ejemplo, una pandemia, el resultado raya en el colapso. El covid-19 ha trastocado de arriba abajo al sistema sanitario, ha acelerado procesos, como la digitalización, y ha puesto sobre la mesa nuevas necesidades, como descongestionar las listas de espera.

“Hay que refundar el sistema de salud, acabar con esa manía persecutoria en España contra el sector sanitario privado, porque lo que quiere este no es ser la alternativa, sino colaborar con el público. Somos un complemento. Esto no va de política ni de ideologías; esto va de mirar a esos 36 millones de personas que no pueden operarse por las largas listas de espera, porque no pueden pagarse un seguro privado”, ha aseverado Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), en la presentación este miércoles del informe 'Sanidad privada, aportando valor: análisis de situación 2021', de la Fundación IDIS. “Aquello que se decía de ‘tenemos el mejor sistema de salud’, tras la pandemia, se ha visto que no es así”, ha añadido Ángel de Benito, secretario general.

Según este informe, la sanidad privada ha llegado a atender al 19% de los pacientes con covid-19 y al 14,2% de los ingresados en UCI. Para Marta Villanueva, directora general de la fundación, “la pandemia nos ha dotado de capacidades para amoldarnos al entorno y para entender un nuevo modelo de sanidad”.

“El sector sanitario de titularidad privada representa el 29,2% del gasto sanitario total, lo que supone un elevado peso en el sector productivo español, casi un 3% del PIB. España es uno de los países de la OCDE donde el peso del gasto sanitario privado sobre el total es mayor y, sin embargo, de cada 10 euros públicos, solo 1,07 van al sector privado”, ha explicado Villanueva. En España, hay 9,2 millones de personas con un seguro privado complementario.

Estos asegurados contribuyen a la descarga y al ahorro del sistema público, ya que, al tratarse de un modelo de doble aseguramiento, los ciudadanos con un seguro privado no consumen, o consumen solo en parte, recursos de la sanidad pública. La Fundación IDIS estima que cada vez que un paciente hace uso de un seguro de salud privado, se estarían ahorrando entre 500 y 1.400 euros por persona al año, en función del uso, mixto o exclusivo, que se haga del sistema privado.

"Cada vez que un paciente hace uso de un seguro de salud privado, se estarían ahorrando de 500 a casi 1.400 euros por persona al año"

Además de descargar de presión asistencial y financiera la sanidad pública y evitar duplicidades, “el aprovechamiento de todos los recursos disponibles, independientemente de su titularidad, permite ofrecer una asistencia sanitaria de calidad”, ha explicado la directora general de la fundación. Los hospitales privados, que representan el 56% del total de centros hospitalarios de nuestro país, llevaron a cabo en 2018 el 30% de las intervenciones quirúrgicas, el 24% de las altas y el 24% de las urgencias de todo el territorio nacional. Cataluña, Madrid y Andalucía son las comunidades autónomas con un mayor número de camas privadas.

Según el informe, el sector asegurador ha seguido creciendo en 2020, hasta alcanzar 11 millones de asegurados en total, contando con los mutualistas, lo que supone un incremento del 4,4% respecto al año anterior. La colaboración del sistema privado con el sector público funciona, actualmente, en forma de conciertos (el 43% de los centros privados los tiene), mutualismo administrativo y concesiones administrativas, modelo bajo el que operan en la actualidad nueve hospitales en España.

El gran reto: el paciente digital

Según un estudio de mediQuo, el covid-19 ha hecho crecer la telemedicina en un 153% e incorporar la inteligencia artificial (IA) y otras herramientas tecnológicas a las rutinas de trabajo, como las 'apps' para 'smartphones'. “Nos hemos vuelto digitales, los pacientes no solo lo entienden, sino que se sienten cómodos con ello, y la sanidad privada, a la vanguardia de la tecnología históricamente, ha sabido también adaptarse a esto”, ha celebrado Villanueva. El 70% de las consultas actuales no requeriría presencialidad, según el mismo estudio. El informe de la Fundación IDIS destaca, además, la aportación en innovación y desarrollo del sector privado, por ejemplo, con la participación de 98 centros privados en 567 ensayos clínicos entre 2016 y 2020, y su elevada tasa de reclutamiento.

Este sector emplea a 278.291 profesionales en nuestro país, el 61% en el ámbito extrahospitalario y el 39% en el hospitalario. Además, la formación de los profesionales gana terreno en la sanidad privada, con 261 plazas de formación especializada, 46 más que el año anterior.