Lone Star ingresa en Luxemburgo 6M de su azulejera y reparte 4,75M entre directivos

Lone Star sigue exprimiendo su inversión multimillonaria en el sector cerámico español. El fondo de origen americano ha vehiculado su apuesta azulejera a través de un sistema societario de sándwich, desde su base en las islas Bermudas con una primera matriz en Luxemburgo que a su vez es la tenedora de su estructura mercantil en España.

La sociedad española con la que consolida este negocio industrial se denomina LSFX Flavum Topco, y acaba de depositar en el Registro Mercantil sus cuentas más recientes, las de 2019. El último ejercicio completo antes de la irrupción en la economía de la pandemia del coronavirus se saldó con datos muy positivos para el fondo de inversión, con una ventas consolidadas de 450 millones de euros procedentes de su negocio de fritas, esmaltes y tintas digitales de sus participadas Esmalglass, Fritta, Itaca o Vocex, y sus filiales internacionales en países como China, Perú, Indonesia, Italia, Brasil, Turquía, Portugal, México o Rusia.

Esas cuentas no recogen todavía el impacto en la cifra de negocio y la cuenta de resultado de la compra de la división de esmaltes de Ferro Corporación, valorada en 439 millones de euros, y cuya operación no fue autorizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hasta el pasado mes de enero. Esta integración convertirá el grupo creado por Lone Star en un gigante del sector, con unas ventas que rondarán los 1.000 millones de euros.

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A la espera de encajar todo ese conglomerado en el consolidado, LSFX Flavum Topco cerró el año 2019 con unos beneficios netos de 6,4 millones de euros, frente a los números rojos de algo más de cuatro millones de euros de 2018. Las buenas cifras se tradujeron en premio para los altos directivos del negocio cerámico, 15, según su memoria de gestión, que ese año recibieron una retribución salarial por un total de 3,5 millones de euros entre todos. Dos de ellos facturaron, además, por prestación de servicios de alta dirección otros 1,2 millones de euros a través de una sociedad mercantil.

No hubo retribución específica para los tres integrantes del consejo de administración: Mark Eagan (presidente), Félix Llopis Estramiana y Felipe Morenés Botín, hijo de la presidenta de Banco de Santander, Ana Botín.

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Sin embargo, la fórmula elegida por Lone Star para rentabilizar y comenzar a recuperar inversión no ha sido la absorción de dividendos vía Luxemburgo con destino Bermudas. Ha diseñado otra estructura fiscal más compleja. En 2017, la matriz de Luxemburgo, denominada LS10 Flavum Holdings SARL, suscribió préstamos con la española LSFX Flavum Topco por importe de 41 millones de euros a un tipo de interés anual del 9,50%. Esos fondos, junto con otros 435 millones procedentes de un préstamo bancario sindicado, sirvieron para completar el cuadro de financiación de las operaciones de adquisición de ceramistas españolas.

Es decir, en lugar de aportar ‘equity’ (capital) a su participada en España, Lone Star canalizó la inversión a través de créditos vía el sándwich Bermudas-Luxemburgo. Los intereses devengados a 31 de diciembre de 2019 por ese préstamo ascendieron a 5,33 millones de euros (5,9 millones a 31 de diciembre de 2018). En dos años, Lone Star ha sacado más de 10 millones de euros en forma de intereses de su inversión crediticia. Un retorno añadido en forma de aperitivo a la plusvalía que espera obtener si decide colocar en el mercado en el futuro la propiedad del gran conglomerado industrial que está construyendo.