Los sindicatos exigen a CaixaBank blindar las prejubilaciones de la reforma Escrivá
Los representantes de los trabajadores pedirán al banco cláusulas para cubrirse ante un posible retraso de la edad de jubilación o un endurecimiento de las prejubilaciones
Llega la hora de la verdad para el mayor ajuste bancario de la historia. CaixaBank ha convocado a los sindicatos para formar la mesa de negociación este martes 13 de abril. Los representantes de los trabajadores llegan a esta cita con dos grandes preocupaciones: el número de salidas que se producirán —se barajan en torno a los 7.000-8.000 profesionales— y las condiciones de las prejubilaciones, que se espera que acaparen la mayor parte de los ceses contractuales.
Fuentes próximas al proceso consultadas por El Confidencial señalan que la cifra de salida del primer grupo español será de unas 8.500, con el objetivo de bajar la cifra finalmente en algún punto entre las 7.000 y las 8.000. Cuando las dos entidades decidieron fusionarse, las previsiones eran más bajas, de unas 6.000 salidas, pero los planes de ajuste anunciados por Santander, BBVA —todavía por negociar— y Sabadell han hecho que aumenten las expectativas.
Coste milmillonario
Otra de las incógnitas del proceso es el coste que tendrá para el grupo financiero. El último ERE de CaixaBank tuvo un gasto por empleado de cerca de medio millón, mientras que el de Bankia con BMN fue de 250.000 euros. En el sector, se espera que este proceso se sitúe entre los 300.000 y los 350.000 euros. Por ello, el coste total para el grupo podría tener entre 2.100 y 2.800 millones.
Este proceso de negociación laboral va a llegar en un entorno de presión del Gobierno sobre las prejubilaciones y en medio del trabajo para reformar el Pacto de Toledo. Por ello, fuentes sindicales consultadas por este medio señalan que se pondrá sobre la mesa ante CaixaBank que se cubran las prejubilaciones de posibles impactos regulatorios, ya sea por un mayor coeficiente reductor o por un retraso en la edad de jubilación.
"Hay cláusulas de salvaguarda que podrían regular esto, como está pasando con todos aquellos que salieron en ERE antes de abril de 2013", expone Begoña Peiró, presidenta del sindicato SECB. Desde UGT, su responsable del sector financiero, Victoriano Miravete, explica que esta condicionalidad ya se ha incluido en el último proceso de ajuste firmado por la banca, del Sabadell. El banco catalán incluyó una "garantía en caso de cambio legislativo que implique un retraso en la edad de jubilación que impida el acceso a la jubilación anticipada a los 63 años". En tal caso, se compromete a pagar hasta 12 meses más del antiguo trabajador, hasta que pueda acogerse a la jubilación anticipada.
Esta es una de las opciones que se pondrán sobre la mesa, aunque en los sindicatos también preocupa que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, cumpla su objetivo de retocar los coeficientes reductores de las prejubilaciones, algo que podría ocurrir en 2022.
Plan para 10.000 empleados
Aunque desde los sindicatos confían en que el Gobierno no aplique cambios de forma retroactiva, prefieren cubrirse también en la negociación con el banco. "Vamos a ser muy activos en el diálogo social con el Gobierno para que incluya cláusulas de salvaguarda para que los cambios no afecten a los empleados que se acojan a prejubilaciones en este proceso laboral y en otros anteriores, pero aun así queremos que CaixaBank cubra también estas contingencias", señalan fuentes sindicales.
CaixaBank tiene cerca de 9.700 empleados de más de 50 años en España, 2.000 más teniendo en cuenta BPI. De estos, 5.155 proceden de Bankia y el resto estaban ya en el grupo catalán. En el último plan de ajuste firmado por la entidad, de 2019, se acordó que se pudieran acoger a las prejubilaciones los mayores de 52 años, manteniendo hasta los 63 años un 57% de su salario bruto.
Junto a las prejubilaciones y la cifra final del ajuste, en los sindicatos preocupa que CaixaBank aproveche "que el Pisuerga pasa por Valladolid" para empeorar las condiciones de toda la plantilla, dentro de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo anunciada. Las fuentes consultadas señalan que los trabajadores que ya estaban en la entidad catalana llegan con mejores condiciones salariales, "aunque no muy alejadas", y que los de Bankia tienen "mejor carrera profesional, una variable más transparente y mayores aportaciones a pensiones". El temor de la plantilla es que el banco exija reducir alguno de estos beneficios a cambio de bajar la cifra de salidas.
En una reciente entrevista con este medio, el nuevo presidente del grupo, José Ignacio Goirigolzarri, señalaba sobre los ajustes: "Estoy convencido de que tenemos que hacer una negociación razonable, buscando lo mejor para los accionistas y nuestros equipos. No se va a hacer por gusto, sino para preservar empleo de cara al futuro. Cuando se toman ese tipo de medidas, un gestor responsable lo que tiene que pensar es cómo optimizar el número de puestos de trabajo".
Llega la hora de la verdad para el mayor ajuste bancario de la historia. CaixaBank ha convocado a los sindicatos para formar la mesa de negociación este martes 13 de abril. Los representantes de los trabajadores llegan a esta cita con dos grandes preocupaciones: el número de salidas que se producirán —se barajan en torno a los 7.000-8.000 profesionales— y las condiciones de las prejubilaciones, que se espera que acaparen la mayor parte de los ceses contractuales.
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