Malestar entre los accionistas de UniCredit por la remuneración de Orcel

El sueldo de Andrea Orcel vuelve a estar en entredicho. El banquero italiano, que estuvo a punto de ser consejero delegado de Banco Santander, se ha encontrado con fuertes críticas contra su futura remuneración en UniCredit, entidad de la que será CEO en caso de que lo ratifique la junta de accionistas el próximo 15 de abril.

El asesor de grandes fondos Grass Lewis señala en declaraciones recogidas por 'Financial Times' que "está preocupado por la estructura retributiva del nuevo consejero delegado, que incluye una recompensa en acciones no ligadas al desempeño y no está sujeta a cláusulas de recuperación".

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J. Zuloaga

Este tipo de asesores como Grass Lewis son importantes ya que marcan la opinión generalizada de los grandes inversores institucionales ante las juntas de accionistas. Los grandes fondos de Wall Street y la 'City' londinense no tienen tiempo ni especialización para examinar el gobierno corporativo de cada empresa en la que invierten, por lo que se apoyan en externos.

Orcel será dentro de dos semanas el banquero italiano mejor pagado, con un salario fijo de 2,5 millones y 5 milllones en variable en acciones, asegurado al 100%. Su predecesor en el cargo, Jean Pierre Mustier, cobró el último año un fijo de 1,2 millones y generó un bonus de 2,4 millones, al que renunció por el covid-19.

Juicio contra Santander

El exdirectivo de UBS afronta su nombramiento en UniCredit en pleno calentamiento del juicio contra Santander, que canceló su fichaje a comienzos de 2019 por la remuneración. El proceso legal ya ha sufrido dos retrasos en las últimas semanas, el primero por un caso de covid cercano al juez y el segundo por la agenda de los abogados. De hecho estaba previsto que fuera la próxima semana, días antes del nombramiento como CEO por la entidad italiana, y finalmente será cuando Orcel ya ha sido nombrado primer ejecutivo de UniCredit, el 19 de mayo.

Éste es el escenario que querían evitar desde el entorno de la entidad italiana y del Banco Central Europeo (BCE), a los que no les gusta que haya un enfrentamiento público entre dos de las tres mayores entidades del continente, que están obligadas a entenderse en foros como el de la Federación Bancaria Europea, que preside Ana Botín.

Orcel presentó su demanda a mediados de 2019. En ella, reclamaba el cumplimiento de contrato —ser nombrado CEO de Santander— o el pago de una indemnización de hasta 112 millones: 50 millones en concepto del sueldo de cinco ejercicios; 17 millones por la prima de fichaje; 35 millones por el tope de bonus de UBS que ofreció cubrir Santander, y 10 millones "por daños morales y reputacionales"