Un cambio para que nada cambie en las telecos: gana el usuario, pierde el sector

La opa de MásMóvil a Euskaltel es el primer gran movimiento de consolidación en un sector que llevaba tiempo pidiendo a gritos una revolución. El problema es que es un cambio que va a provocar que nada cambie. Es bueno para los consumidores, pero sin duda se trata de una mala noticia para las empresas del sector.

La operación, que si nada se tuerce va a llegar a buen puerto, supondrá que el cuarto operador a nivel nacional se queda con el quinto. Euskaltel tiene una gran presencia en su zona de influencia, en País Vasco y Asturias, pero su expansión nacional de la mano de Virgin Telco es lo que ha terminado de hacer atractiva una operación que va a rondar los 2.000 millones de euros.

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Antonio Martín

MásMóvil se refuerza así para asaltar el podio que tradicionalmente se han repartido Telefónica, Vodafone y Orange —no necesariamente en ese orden— y consolida su estrategia a volumen con tarifas enfocadas a captar muchos usuarios y no tanto a exprimir al máximo cada uno de ellos, algo que sí hace por ejemplo la cotizada del Ibex.

Por tanto, para los usuarios es una buena noticia que MásMóvil no haya llegado a buen puerto en sus conversaciones con Vodafone, lo que hubiera supuesto un cambio en su modelo de negocio, y que sí lo hayan hecho con Euskaltel, pues le va a permitir redoblar esa estrategia. Además, impide que cualquiera de los tres pesos pesados se haga con la operadora vasca, a la que va a sacar de bolsa y con la que se ha comprometido a mantener plantilla, marcas y situación geográfica.

Todo lo que tiene de bueno el movimiento para los usuarios lo tiene de malo para las empresas del sector, que van a quedarse con un margen de maniobra casi nulo. Esa consolidación que pedía el mercado va a tener que limitarse a que MásMóvil se coma Euskaltel. No hay espacio para más.

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Primero porque ya parece claro que Vodafone seguirá con su camino en solitario. Tras atravesar el desierto después de apartarse del fútbol, la británica ha encontrado un oasis en el que se encuentra cómoda y eso le ha permitido mantenerse firme en sus exigencias para unir sus caminos con MásMóvil. Esa disputa por hacerse con el mando de la sociedad resultante ha encallado las conversaciones, con Vodafone arrogándose la necesidad de llevar el timón.

Euskaltel era la vía perfecta para Orange, una salida a una situación que ahora parece compleja. La francesa se ha quedado en tierra de nadie y es la gran perjudicada del movimiento sorpresa de MásMóvil. Primero porque se queda sin una opción que todo el mercado había señalado ya como el perfecto compañero de viaje y segundo porque entre MásMóvil y Euskaltel suponen el 18% de los ingresos anuales de Orange, ya que ambas utilizan su red.

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Agencias

Por separado tenían poco margen de negociación, pero una vez se produzca la operación van a poder ejercer una fuerte presión sobre Orange, que no querrá perder una vía de ingresos muy relevante.

Así, lo cierto es que para Telefónica, Vodafone y Orange apenas hay puntos positivos en la opa de MásMóvil. El grupo de Meinrad Spenger ha sido rápido, ha mostrado decisión y ha sacudido el tablero con un golpe de mano que ha pillado en fuera de juego a sus rivales. ¿Habrá respuesta?