Pedro Muñoz (LABE): "Pese a la crisis, hemos ampliado plantilla y seguimos contratando"
La pandemia y su consiguiente crisis han causado el cierre de miles de empresas. Y el sector de la abogacía no ha sido una excepción. Hablamos con el CEO de LABE para analizar la situación
La pandemia provocada por el covid y su consiguiente crisis económica han causado el cierre de cerca de 200.000 empresas. Muchas otras no han quebrado, pero actualmente soportan una situación adversa debido a la dificultad de acceso a créditos o ayudas directas. El sector de los despachos de abogados no ha sido la excepción, ya que algunas de las empresas de esta rama están perdiendo entre el 40% y el 50% de su actividad. Con el propósito de analizar la situación del sector, dilucidar las claves para afrontar la crisis y sus ventanas de oportunidad, hemos charlado con Pedro Muñoz, CEO de LABE Abogados.
PREGUNTA. ¿Cómo ha afectado la pandemia a los despachos de abogados?
RESPUESTA. Los despachos en general se han visto muy azotados y se han tenido que reinventar para mantener su nicho de mercado o, más aún, sobrevivir. Se ha visto con esto una gran potenciación de los medios telemáticos para la captación de ‘leads’. Pero no es solo aparecer vía telemática, sino hacer que el cliente se sienta cómodo y arropado. Al final, los abogados tenemos que ser de plena confianza para nuestros clientes, pues nos cuentan sus problemas más graves. Con ello se ha hecho patente el desafío de arroparlos vía ‘online’, como si nuestros profesionales los estuviesen atendiendo de forma presencial. Eso, además, puede ser visto como una oportunidad por parte de los despachos de aportarle al cliente lo que necesita por la vía que prefiera.
Por otro lado, los despachos han tenido que adaptar su política de precios debido a la extrema situación que estamos presenciando. Hay menos mercado, menos gente que acude a los abogados, por eso se ha producido una política competitiva consistente en la bajada de precios. Además, y esto es muy interesante, hemos visto cómo muchos despachos de abogados, ante esta situación, se han refugiado en procesos de contrataciones públicas como una especie de ‘valor seguro’ en épocas de tanta incertidumbre.
P. Imagino que a los despachos laboralistas no les faltará trabajo, pero quizá otras especializaciones hayan caído. ¿Cuáles se están viendo más afectados y cuáles más reforzados?
R. Han caído las operaciones societarias, adquisiciones de compañías, opas, ampliaciones de capital o casi cualquier tipo de asesoramiento jurídico vinculado a la inversión. También el concursal ha caído muchísimo, y no porque las empresas no tengan la necesidad de acudir a este recurso legal, sino por las continuas moratorias en tal sentido que ha ido aprobando el Gobierno. De esta manera, se ha producido una situación realmente paradójica: aunque por la situación debería haber aumentado esta práctica, a raíz de la ampliación de la moratoria concursal ha bajado enormemente el número de concursos de acreedores. Es simple, con la moratoria que ha decretado el Gobierno directamente no hace falta presentarlos hasta el 31 de diciembre. La cuestión de fondo es el escenario empresarial una vez termine la moratoria concursal que imagino terminará en algún momento y que supondrá un aluvión de trabajo en un espacio de tiempo muy pequeño de pocos meses, por lo que se recomienda a los empresarios adelantar estar circunstancias y no esperar al último momento.
"El derecho procesal se está volviendo muy agresivo, como nunca antes había visto"
Por otra parte, las áreas más potenciadas han sido, obviamente, las de laboral, sobre todos ERTE y ERE, y también se ha visto un aumento en los casos de contencioso laboral, fundamentalmente por la oleada de despidos que se produjo en los primeros meses de la pandemia. También el asesoramiento en licitaciones públicas ha aumentado, de ahí viene la tendencia de muchos despachos de abogados a acercarse a estas áreas porque muchas empresas están apostando y orillando su actividad a la sombra de las administraciones públicas. Otra cuestión que nos está llamando mucho la atención es la transformación del derecho procesal, en el sentido que se está volviendo muy agresivo, como nunca antes había visto en mis años de experiencia. Quizá, esa situación sea un reflejo de lo que ocurre en la calle.
P. Los despachos de abogados tienen fama de ‘tradicionales’. A esto súmele que a nadie le gustan los cambios. ¿Cuáles son, en su opinión, las claves que deberían seguir para afrontar esa crisis?
R. Para nosotros ha sido clave la transformación digital que comenzamos mucho antes de la pandemia. El teletrabajo, por ejemplo, ha llegado para quedarse más allá incluso de la crisis. En nuestra firma contamos con un protocolo que establece turnos para la plantilla y los equipos de las diferentes áreas de la empresa. De esta manera podemos contar siempre con profesionales atendiendo las demandas de los clientes que vienen presencialmente al despacho, al mismo tiempo que mantenemos la seguridad y atendemos las cuestiones que nos plantean también mediante citas telemáticas. A pesar de la crisis económica que está provocando la pandemia, hemos ampliado nuestra plantilla y estamos buscando y contratando a profesionales que se manejan sin problemas en el entorno digital.
P. El oficio de la abogacía requiere un trato cercano con las personas. Usted mismo comentaba hace un rato que los clientes siguen acudiendo al despacho. ¿Cómo ha sido esa transformación con ellos?
R. A la hora de tratar y reunirnos con los clientes, hemos desarrollado y mejorado las plataformas y los canales digitales a nuestra disposición para que la comunicación fluya como lo haría si la reunión fuese presencial. Esta situación y cambio de escenario nos ha obligado, en definitiva, a invertir en tecnología y en innovación en un sector específico donde este tipo de cambios se producen muy lentamente. Nosotros queremos estar a la cabeza de la revolución tecnológica en el sector de servicios legales, ofreciendo soluciones innovadoras que pueden ir desde el ‘legaltech’ hasta el disruptivo cambio a la hora de prestar servicios de asesoría o, mejor dicho, formar alianzas con el cliente. Apostamos por esta última, ofreciendo un servicio integral 360º al cliente, convirtiéndonos en su 'key partner' y dejando atrás, definitivamente, la ya obsoleta visión del despacho tradicional.
"Muchos despachos se han refugiado en procesos de contrataciones públicas como una especie de ‘valor seguro’ en épocas de tanta incertidumbre"
P. Imagino que esa transformación de la que nos hablaba pasa también por repensar la estrategia de 'marketing' y comunicación en los despachos. ¿Qué clase de acciones han llevado a cabo en este sentido?
R. En LABE contamos con un gran equipo de expertos en 'marketing' y comunicación, excelentemente coordinados con el resto de departamentos para que la estrategia sea consistente y alcance realmente las necesidades de los usuarios. Nuestros expertos llegan donde se encuentran nuestros clientes, captando sus necesidades y alineando todos nuestros servicios con un claro objetivo: su satisfacción. Hemos potenciado, en este sentido, la comunicación corporativa y el 'marketing' digital, ya que no hacerlo en esta época era un grave error. Además, recientemente hemos rediseñado nuestra web para adaptarla a las necesidades actuales y estamos presentes en multitud de plataformas. Hemos abierto canales nuevos para dar un paso más en lo que a la presencia 'online' se refiere y, de hecho, resolvemos las dudas que los usuarios nos plantean en estos canales con un tiempo de respuesta récord.
P. ¿Cuáles son, a su juicio, las claves para sobrevivir en esta época de pandemia y conseguir un buen posicionamiento en el mercado?
R. Son muchos factores, pero yo los resumiría en dos: la especialización y el factor humano. Nuestros abogados están tan especializados que yo hablo incluso de ‘hiperespecialización’. El conocimiento extenso y profundo del tema que se trata es vital para anticiparse a los problemas que pueden surgir a tus clientes y resolverlos, en caso de que se produzcan, de la manera más eficiente y esto es algo que tenemos muy presente.
Otra de las claves es ofrecer un servicio completo 360º. Garantizar a los clientes que tienen a su disposición todo el equipo necesario. Aquí una empresa sabe que puede apoyarse en todas las áreas y en sus profesionales especializados.
Por último, y no menos importante, es crucial el trato cercano, el cara a cara a pesar de la pandemia. Si bien es cierto que hay que unificar la experiencia ‘online’ y ‘offline’, no tenemos que olvidarnos de que muchos clientes prefieren ser tratados de manera presencial. Es cuestión de preferencias y nosotros nos tenemos que adaptar a lo que el cliente necesita. En LABE, por ejemplo, invertimos en eso y hacemos mucho hincapié a nuestros profesionales en el trato personal con el cliente, porque queremos que este sea un factor que nos distinga. Un trato cercano, humano y personalizado. La mezcla y combinación de estos factores son de vital importancia a nuestro juicio para conseguir prosperar en el mercado.
"Ahora mismo no hay certidumbre de ningún tipo, ni económica, ni social, ni jurídica"
P. ¿Cómo puede convertirse en un valor añadido para las empresas contar con unos servicios legales a medida en momentos como ahora?
R. Lo peor para una empresa a la hora de desarrollar su trabajo es la incertidumbre, y estamos precisamente en un momento en el que no hay certidumbre de ningún tipo, ni económica, ni social, ni jurídica. Por eso, para las empresas, contar con un servicio jurídico puede suponer sobrevivir o no a este entorno hostil para la economía y para las compañías. La legislación está en continuo cambio y hace que sea más necesario que nunca ofrecerles a las empresas un servicio integral, necesitan que les ofrezcan más seguridad que nunca para poder seguir operando de forma competitiva en el mercado.
P. ¿Dónde estará LABE en cinco años?
R. Queremos seguir creciendo y apostando por la captación de talento. Nuestra intención es continuar nuestra expansión de la mano de los mejores profesionales y, hasta la fecha, lo hemos conseguido a través de la fórmula de la innovación en valor. Además, está en nuestra agenda no muy lejana penetrar en nuevos países a través de los ‘partners’ con los que ya contamos. Queremos desdibujar las fronteras y tenemos nuestras esperanzas puestas en ello.
La pandemia provocada por el covid y su consiguiente crisis económica han causado el cierre de cerca de 200.000 empresas. Muchas otras no han quebrado, pero actualmente soportan una situación adversa debido a la dificultad de acceso a créditos o ayudas directas. El sector de los despachos de abogados no ha sido la excepción, ya que algunas de las empresas de esta rama están perdiendo entre el 40% y el 50% de su actividad. Con el propósito de analizar la situación del sector, dilucidar las claves para afrontar la crisis y sus ventanas de oportunidad, hemos charlado con Pedro Muñoz, CEO de LABE Abogados.