Blackstone revisa su cartera de alquiler para pasar pisos a la venta por la presión regulatoria

Blackstone, el fondo que más dinero ha invertido en la compra de activos inmobiliarios en España, con más de 30.000 millones de euros en cartera, ha puesto en revisión su negocio vinculado al alquiler en el país. Según indican fuentes del sector, el 'private equity' estadounidense ha dado orden desde Londres de analizar los contratos de arrendamiento de miles de viviendas que tiene bajo la marca Alquilovers para, en su caso, pasarlas a su plataforma Hola Pisos, desde donde canaliza las ventas de activos.

Uno de los principales motivos es la gran incertidumbre regulatoria que sufre el mercado de la vivienda en España en los últimos años y que en las últimas semanas ha culminado con el choque entre socios del Gobierno de coalición, PSOE y Podemos, por la tramitación de la nueva ley de la vivienda. Pero lo que llenó el vaso al borde del derramamiento fue la ley aprobada en 2019, que extendía de tres a siete años la duración de los contratos de alquiler cuando el propietario era una persona jurídica.

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Estas fuentes agregan que la estrategia ha sido acordada con Eduard Mendiluce, consejero delegado de Anticipa y Aliseda, dos de las sociedades a través de las que gestiona su enorme porfolio en España, principalmente heredado de la compra de las carteras tóxicas de Banco Popular, y que, si se incluyen los activos de Testa, alcanza las 35.000 viviendas.

Los hombres de Blackstone en España han sido muy críticos con las distintas propuestas normativas que se han aprobado en España para regular el precio de la vivienda, como ha ocurrido en Cataluña y como la que está en plena trifulca actual entre el PSOE y Unidas Podemos. Estos han criticado duramente la penalización de los inmuebles vacíos, incluida la expropiación, por "castigar al propietario" y "proteger al okupa".

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Fuentes oficiales de Anticipa han indicado que "vamos a evaluar la finalización de contrato caso a caso, atendiendo a la situación del inquilino y a la localización del activo". La firma explica que la rotación entre la venta y el alquiler es habitual en la gestión de la cartera. Pero, al ser preguntada por los datos de las que han sido arrendadas y traspasadas en los últimos meses y años, ha declinado ofrecer ninguna cifra concreta.

Otras fuentes confirman que la decisión de Blackstone ya no es la de rotar, la habitual de un fondo de sus características, sino de no renovar 'a priori' los contratos que lleguen a su fin. La entidad americana gestiona parte de su inmenso porfolio de activos a través de la plataforma Alquilover, dedicada al arrendamiento, y Hola Pisos, enfocada en la venta. La primera cuenta, según fuentes oficiales, con unas 9.000 viviendas, mientras que la segunda, con unas 5.000. No obstante, el fondo estadounidense, cuyo principal responsable en España, Diego San José, ha anunciado su marcha, dispone en total de más de 35.000 pisos y casas sumadas las que acumula en Testa Home.

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Según fuentes financieras, Blackstone ya ha comunicado a varios brókeres inmobiliarios su nueva estrategia, que priorizaría el traspaso de activos de Alquilovers a Hola Pisos a medida que los contratos vayan venciendo. Hasta ahora la venta de activos se está produciendo uno a uno, pero algunas fuentes aseguran que podría buscarse la venta de una o varias carteras. Esto supondría poner en marcha un desagüe masivo ante el riesgo de intervención de los precios en el sector y de control fiscal por tener las viviendas vacías, tal y como acaba de proponer José Luis Ábalos, ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana.

El 'private equity' empezó hace un año a revisar su porfolio y vender pequeñas carteras

A mediados de 2019, Blackstone ya empezó a virar su estrategia, que había sido esencialmente compradora desde su aterrizaje en España en 2013. En seis años había invertido más de 20.000 millones en todo tipo de activos inmobiliarios, incluidos hoteleros y logísticos. El 'private equity' empezó hace poco más de un año a revisar su porfolio y vender pequeñas carteras, pero aún seguía apostando por el alquiler. Ahora, ante la incertidumbre política, ha decidido salirse de ese negocio de forma paulatina pero firme.

El fondo estadounidense, que ha invertido más de 30.000 millones de euros en nuestro país, es el mayor casero de España gracias a operaciones como la compra de la pata inmobiliaria de la antigua Catalunya Caixa, de la cartera de 1.800 viviendas del Ayuntamiento de Madrid (germen de la actual Fidere), de Testa o de diversos porfolios que ha ido organizando en diferentes socimis.