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¿Quién abrió una empresa en confinamiento? "Perdí 1.600€ estando en el notario"
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¿Quién abrió una empresa en confinamiento? "Perdí 1.600€ estando en el notario"

Mientras estábamos en casa paralizados hubo quien decidió moverse. Este es un análisis de las 13.159 empresas creadas en España del 14 de marzo al 20 de junio de 2020

Foto: La empresa zaragozana Spherag fue montada en pleno confinamiento.
La empresa zaragozana Spherag fue montada en pleno confinamiento.

"¿Cómo que nos confinan? ¡Pero si el lunes tengo cita en el notario!". Jano, un diseñador madrileño de 35 años, recuerda perfectamente lo que pasó por su cabeza en el momento exacto en que Pedro Sánchez anunciaba el estado de alarma. "Me acojoné", recuerda. "No sé muy bien por qué, porque por entonces todos pensábamos que esto del coronavirus iba a ser el 1% de lo que al final ha sido, pero recuerdo perfectamente que me acojoné". ¿El motivo? Jano llevaba dos años trabajando como diseñador autónomo y le iba muy bien, facturando cerca de 70.000 euros anuales, así que había decidido montar su empresa e incluso contratar a una persona. Tenía cita en el notario el lunes 16 de marzo de 2020, pero las palabras de Pedro Sánchez le hicieron no pegar ojo durante el fin de semana previo.

El lunes 16, de camino a la notaría, iba pensando qué hacer: "Hablé con un par de clientes fijos para ver qué tal estaban. No se lo dije claramente, pero mi temor era que bajasen la actividad y dejasen de contratarme cosas". Cuando llegó a la notaria, 30 minutos antes de su cita, las puertas estaban abiertas, pero el notario que tenía que atenderle aún no había llegado. Y entonces llegó el momento clave: "Me llamó uno de los clientes con los que acababa de hablar: 'Oye, que nos han cortado el grifo hasta ver qué pasa. Yo creo que en 15 días o un mes volvemos, pero ahora mismo tenemos que parar lo tuyo. Lo siento'". El golpe fue duro: "Con ese cliente trabajaba mucho y tenía una tarifa cerrada. Acababa de perder un fijo de 1.600 euros mensuales".

¿Qué podía hacer entonces? "Estaba en la sala de espera temblando, pensando que tenía que echarme atrás y no montar la empresa". Hasta que alguien le 'ayudó' con su decisión: "Vino una persona de la notaría y me dijo que mi notario no iba a poder venir, que estaba con fiebre, así que la decisión se tomó sola: no montaba la empresa. Desde que perdí los 1.600 euros mensuales hasta que me dijeron que el notario no venía no pasaron ni dos minutos, pero fueron los dos peores minutos de mi vida". Con el tiempo, todo ha ido bien: el notario pasó el coronavirus sin excesivos problemas y Jano, que perdió otros dos clientes durante el confinamiento, a día de hoy ya ha recuperado todo su trabajo. Eso sí, ha decidido olvidar la decisión de abrir su empresa.

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"La firma en el notario fue surrealista"

Quien sí montó su empresa durante el confinamiento fue el gallego José Ramón Montilla. Y lo hizo con doble riesgo: abrió una empresa de mobiliario para eventos y la creó el 20 de marzo de 2020, cuando apenas llevábamos seis días confinados. "A nivel legal fue una odisea, porque estaban cerrando los registros y las notarías, así que lo hicimos todo contrarreloj. La firma en el notario fue surrealista: todos separados a no sé cuántos metros de distancia, cada socio en una esquina, geles por todas partes... Ahora todo esto nos parece normal, pero piensa que cuando lo hicimos todavía impresionaba mucho. Ahora lo veo anecdótico, pero fue memorable, no se me va a olvidar en la vida".

Pero ojalá el mayor problema hubiera sido la constitución de la sociedad. La empresa que montó José Ramón, Labauh Factory, depende casi exclusivamente del sector de los eventos presenciales, que de un día para otro pasaron del 100% al 0% (solo las empresas de 'catering', por ejemplo, perdieron más de 2.000 millones de euros y muchas quebraron). "Fue un golpe muy duro", nos cuenta. "Lo habíamos preparado todo de cara a los eventos de verano: ferias, festivales, congresos al aire libre... y todo se estaba cancelando. Además teníamos muebles de diseño propio, así que habíamos hecho una inversión muy grande, pero teníamos los muebles en un almacén, esperando a ver si podíamos colocarlos en algún evento".

"Estábamos listos para ferias, festivales... y todo se canceló. Era una inversión muy grande, pero teníamos los muebles parados en un almacén"

Algo parecido le ocurrió a Jesús Ibáñez, un ingeniero de Zaragoza que llevaba tiempo desarrollando unos dispositivos conectados a internet para que las plantaciones agrícolas puedan planificar sus riegos o medir los niveles de humedad en tiempo real. Él constituyó su empresa, Spherag, el 28 de mayo, cuando aún seguíamos confinados. "Fue todo bastante raro", recuerda, aunque en pleno estado de alarma no estaba tan pendiente de ese como de otros negocios: "Estoy en otras empresas, así que en aquellas fechas estábamos pendientes de ajustes, posibles ERTEs, previsiones de ventas... Fueron meses muy complicados para todos".

En su caso, el problema del lanzamiento también venía dado por el sector al que se dirigía: "El agrícola no se vio muy afectado por el confinamiento y las restricciones, pero claro, es un sector muy poco digital y nosotros somos una empresa de tecnología. Normalmente este tipo de cosas las presentas en eventos y congresos, y las ventas se suelen hacer yendo a la plantación y hablando cara a cara con el agricultor, pero en este caso no era posible. Teníamos que intentar hacerlo todo en videollamadas, y eso complica que puedas enseñar bien lo que haces".

placeholder Los planes de Labauh Factory se vieron truncados por la cancelación de eventos.
Los planes de Labauh Factory se vieron truncados por la cancelación de eventos.

¿Quién montó una empresa en el confinamiento?

La parálisis de Jano, de José Ramón o de Jesús fue la tónica habitual entre el 14 de marzo y el 20 de junio de 2020 en España, ya que el confinamiento paralizó gran parte de la actividad económica de nuestro país. Por ello resulta llamativo preguntarse quién, en mitad de una situación inédita y con una incertidumbre en aumento, decidió montar una empresa. Y los datos oficiales registran ese frenazo en seco.

En El Confidencial hemos analizado las cifras oficiales de las 13.159 empresas fundadas e inscritas en el Registro Mercantil durante el confinamiento, así como un mes antes y otro después, ya que desde que una empresa se crea hasta que aparece en el registro suele pasar un plazo aproximado de unas dos semanas. Como puede verse en el gráfico de abajo, la creación de sociedades se desplomó durante aquel estado de alarma. De hecho, justo antes de notarse dichos efectos nuestro país había batido su récord de empresas creadas en un solo día (531), mientras que a finales de abril, en la fase más dura del confinamiento, se batió el récord negativo (75).

Si nos fijamos en los datos interanuales que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) el dibujo es todavía más evidente. Hasta la llegada de la pandemia, la creación de empresas en España era similar a las cifras de 2019, pero con el confinamiento llegó el desplome: en marzo las nuevas empresas cayeron un 28,3%, en abril un 73,8%, en mayo un 55,8% y en junio un 9,42%.

Un análisis por sectores ayuda a comprender cuáles fueron los más perjudicados por la crisis y la parálisis de la actividad económica. En los siguientes gráficos aparece la evolución de sociedades inscritas en cada sector y el peso de dicho sector sobre el total de nuevas empresas. Como vemos, la hostelería y los servicios cayeron estrepitosamente, mientras que la oportunidad llegó para otros nichos empresariales como el comercio al por mayor y al por menor –seguramente aupados por el auge del comercio electrónico– y el industrial y energético.

"No había margen, o lo montábamos o estábamos fuera"

Montar una empresa en pleno confinamiento puede resultar complejo, pero lo más difícil no había hecho más que empezar: a partir de entonces tocaba luchar para que dichas empresas saliesen adelante. ¿Qué tal les ha ido, un año después, a Jesús (Spherag) y a José Ramón (Labauh Factory)? "Razonablemente bien", nos cuenta Jesús. "El mayor problema que tenemos es que tenemos que hacerlo casi todo a través de internet. Vamos un poco más lentos de lo esperado, pero nos está yendo bien".

José Ramón también tiene razones para ser optimista: "Está claro que al principio lo pasamos mal, porque nuestros planes era salir en marzo para que en verano nos contratasen en grandes ferias y eventos, pero casi todos se cancelaron". Sin embargo, "pudimos hacernos hueco y nos contrataron en festivales como el Ribeira Sacra, del mundo del vino, o el 17º. Hemos estado en pocos sitios, pero eran los sitios clave. Ahora, aunque vayamos un poco más lentos, esperamos seguir creciendo".

José Ramón Montilla y Jesús Ibáñez son solo dos ejemplos, pero hay muchos más. Concretamente 13.159, tantos como el número de nuevas empresas que, en mitad de un confinamiento, una crisis sin precedentes y un estado de pánico que nadie sabía cómo iba a evolucionar, decidieron inscribir su nombre en el Registro Mercantil y echar a andar en medio de una incertidumbre que todavía no sabemos cómo va a acabar. Ahora toca cruzar los dedos y esperar que haya suerte.

Nota metodológica

Al analizar el número de empresas creadas durante el confinamiento hemos incluido las cifras oficiales comprendidas no solo entre el 14 de marzo y el 20 de junio de 2020, sino también las del mes inmediatamente anterior y posterior al confinamiento.

Hay dos motivos que explican esta metodología. En primer lugar, no dejar fuera las empresas que fueron creadas antes del confinamiento pero aparecieron en el Registro Mercantil (RM) durante el estado de alarma, así como las que fueron creadas durante el confinamiento pero aparecieron en el RM después. En segundo lugar, obtener un dibujo de la creación empresarial en España antes y después del estado de alarma y, de este modo, poder hacer una mejor comparativa de las cifras del confinamiento.

"¿Cómo que nos confinan? ¡Pero si el lunes tengo cita en el notario!". Jano, un diseñador madrileño de 35 años, recuerda perfectamente lo que pasó por su cabeza en el momento exacto en que Pedro Sánchez anunciaba el estado de alarma. "Me acojoné", recuerda. "No sé muy bien por qué, porque por entonces todos pensábamos que esto del coronavirus iba a ser el 1% de lo que al final ha sido, pero recuerdo perfectamente que me acojoné". ¿El motivo? Jano llevaba dos años trabajando como diseñador autónomo y le iba muy bien, facturando cerca de 70.000 euros anuales, así que había decidido montar su empresa e incluso contratar a una persona. Tenía cita en el notario el lunes 16 de marzo de 2020, pero las palabras de Pedro Sánchez le hicieron no pegar ojo durante el fin de semana previo.

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