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Las familias hoteleras de Benidorm se conjuran para frenar el asalto de los fondos
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GRUPOS LOCALES COPAN LA OFERTA

Las familias hoteleras de Benidorm se conjuran para frenar el asalto de los fondos

Los dueños de la planta de la Costa Blanca, en su mayoría grupos locales, reclaman 200 milones a la Generalitat y ayudas al Gobierno para sanear sus balances y mantener el capital

Foto: Playa de Benidorm cerrada al público en marzo del año pasado. (EFE)
Playa de Benidorm cerrada al público en marzo del año pasado. (EFE)

Hay que remontarse a los años del 'Spain is diferent' y el que fue alcalde durante las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, Pedro Zaragoza Orts, para encontrar el origen de la propiedad de la planta hotelera de Benidorm. De aquellos primeros años de vida del que con el tiempo se consolidó como uno de los iconos del turismo de masas español surgieron alianzas entre los turoperadores europeos ávidos de llenar los aviones de clientes británicos o alemanes y empresarios locales con ganas de aprovechar el 'boom' para poner en marcha negocios, muchos de los cuales, con las sucesivas adaptaciones, conforman hoy la estructura de capital hotelera y turística de la Costa Blanca.

Benidorm y su entorno son de los escasos destinos de playa españoles en los que las grandes cadenas y corporaciones nacionales e internacionales no han logrado señorear. Proyectos nuevos de Riu o Meliá han quedado además en suspenso por la pandemia. Más del 90% de los 140 establecimientos de alojamiento turístico de la ciudad está en manos de grupos familiares. Los Caballé (Servigroup), García (Magic), Mayor (Port Hotels) o Martínez (Ambassador) construyeron sobre esta ciudad sus pequeños imperios empresariales.

Y sus dueños, a excepción de algunos casos, quieren que siga siendo así pese a la presión de muchos fondos de inversión por aprovechar la coyuntura de debilidad en el negocio provocada por la pandemia del coronavirus para ofrecer su capital en busca de las rentabilidades que saben seguro que llegarán en cuanto se recupere la normalidad.

Foto: La Playa de La Carihuela de Torremolinos, vacía este pasado miércoles (Toñi Guerrero).
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"Rara es la semana que no nos llaman unos cuantos", explica sobre la hiperactividad de los fondos de 'equity' Nuria Montes, la secretaria general de la influyente patronal hotelera de la Costa Blanca, Hosbec, una organización convertida hoy en representante de todo el sector en la Comunidad Valenciana. "La aportación de estos grupos familiares a la riqueza del territorio es incuestionable. Que alguna empresa de este tipo caiga en manos de fondos de inversión que tributan en la isla de Man no creo que sea nada bueno para nuestro tejido productivo. Porque, además, sus decisiones de inversión de compra estarán sujetas a otros criterios mucho más que al cariño y a la vinculación que se tienen al territorio" añade.

Aunque ha habido y seguirá habiendo casos (algunos están por anunciar) de operaciones de fondos que han colaborado con las familias propietarias para realizar inversiones, reformar establecimientos o actualizar su oferta, el argumento de la necesidad de conservar una estructura de propiedad y capital controlada por empresarios locales se puso encima de la mesa en la reunión que hace menos de dos semana mantuvieron los representantes de Hosbec con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y en la que reclamaron un plan de ayudas para el sector de 200 millones en la Comunidad Valenciana. "Al presidente [Puig] le hemos dicho que la poca presencia de cadenas hoteleras internacionales aquí no es un defecto, es una fortaleza. Es bueno que la hotelería valenciana esté en manos de empresarios valencianos, que viven aquí, que compran casas aquí y que contratan empresas de aquí", insiste Montes en declaraciones a El Confidencial.

Foto: Turistas asomados al balcón en días previos al estado de alarma en Benidorm. (EFE)

La Generalitat valenciana todavía no ha dado respuesta al plan de ayudas millonario que reclama el sector hotelero. Por ahora, está concentrada en el llamado Plan Resiste de auxilio al sector de la hostelería (bares y restaurantes), que lleva desde enero con la persiana echada y desde el pasado 1 de marzo con el alivio de la apertura de terrazas, una vez ha bajado la tercera ola y la presión sobre los hospitales en la Comunidad Valenciana.

La Administración valenciana tiene fondos en la recámara para un segundo Plan Resiste y la opción de dar entrada a los hoteleros, que sobreviven ahora vía ERTE y créditos ICO. Más del 90% de la planta está cerrada. Es por esto que el sector está a la espera de ver cómo configura el Gobierno central su propuesta de destinar 11.000 millones de euros a ayudar al tejido productivo y qué parte recibirán los empresarios y las empresas turísticas. El recurso a este grifo económico tendrá el mismo objetivo: sostener la solvencia de los negocios con la vista puesta en una recuperación a partir del próximo verano y evitar así tener que ceder parte de la propiedad a nuevos inversores como los fondos de capital.

Hay que remontarse a los años del 'Spain is diferent' y el que fue alcalde durante las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, Pedro Zaragoza Orts, para encontrar el origen de la propiedad de la planta hotelera de Benidorm. De aquellos primeros años de vida del que con el tiempo se consolidó como uno de los iconos del turismo de masas español surgieron alianzas entre los turoperadores europeos ávidos de llenar los aviones de clientes británicos o alemanes y empresarios locales con ganas de aprovechar el 'boom' para poner en marcha negocios, muchos de los cuales, con las sucesivas adaptaciones, conforman hoy la estructura de capital hotelera y turística de la Costa Blanca.

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