BBVA limpia en 4.000M sus filiales foráneas y pierde 300M en grandes participadas

El año 2020 no pasará a la historia de BBVA por sus grandes cifras en resultados —ganó un 63% menos por el covid—, pero sí por haber sido el periodo en el que ha resuelto uno de los retos a los que se enfrentan todas las grandes multinacionales: los fondos de comercio. Esta partida contable, que se genera con las compras de nuevos negocios, tapa en algunas ocasiones valoraciones sobrevaloradas. Para eliminar incertidumbres, BBVA ha reducido sus fondos de comercio internacionales en más de 4.000 millones en los últimos 12 meses, de los casi 5.000 millones en los que estaban tasados en 2019 hasta 910 millones.

El principal impulsor de este saneamiento contable ha sido la filial norteamericana. Al arrancar el año pasado, el negocio en Estados Unidos tenía un fondo de comercio de 3.846 millones. Primero, BBVA reconoció un deterioro de 2.084 millones en el primer trimestre por las peores perspectivas macroeconómicas. Posteriormente, los 1.760 millones están ya camino de darse de baja por el acuerdo de venta de esta filial, que se materializará en los próximos meses.

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Jorge Zuloaga

El valor del fondo del resto de filiales también se ha deteriorado en 2020, principalmente por la mala evolución de las divisas en las que operan estas geografías frente al euro. Así, su filial turca Garanti ha visto menguar su fondo de comercio en un 26% —de 346 millones a 254 millones—, la mexicana, Bancomer, en un 13% —de 550 millones a 478 millones— y la colombiana en un 12% —de 164 a 143 millones—.

Estos efectos contables no tienen impacto en caja ni en el capital, pero sí en resultados —explican parte del deterioro de las cuentas en 2020— y en patrimonio. Junto al deterioro del fondo de comercio, las provisiones para lidiar con el covid y la evolución de las divisas justifican la caída del beneficio.

BBVA eleva del 30% al 40% la representación de las mujeres en su consejo

Así, BBVA refleja un impacto por las monedas locales de sus filiales de 4.873 millones. La entidad explica en sus cuentas que tiene cubierto el 60% de su exposición en capital a sus filiales y un 65% de los resultados.

Junto a estos efectos contables, la entidad presidida también se ha enfrentado a dificultades en los últimos meses en sus mayores participadas. Las tres de mayor envergadura por valoración, Divarian, Metrovacesa y Atom Bank, sufrieron pérdidas y ajustes patrimoniales durante 2020, según los últimos números de BBVA.

La inmobiliaria que comparte con Cerberus —el banco tiene un 20%— vio caer su valor contable en los libros de BBVA de 630 a 567 millones, debido a las pérdidas del negocio. En el caso de Metrovacesa, donde también tiene un 20%, el ajuste fue mayor, de 443 a 285 millones. Y en el de Atom Bank, el proyecto de banca móvil británico en el que entró en 2018, con un 39%, ha perdido más de la mitad de su valor contable, de 136 a 64 millones. En total, el ajuste en estas tres participadas se acerca a los 300 millones.

La otra gran novedad de las cuentas de 2020 está en las remuneraciones, donde el presidente Torres ha cambiado su estructura salarial, con menos pensión y más fijo y variable. La entidad también ha decidido que sus principales responsables tengan el bonus a partir de ahora ligado a posibles escándalos.

BBVA ha decidido simultáneamente seguir avanzando en la igualdad en su consejo de administración, al elevar del 30% al 40% el número de mujeres en su máximo órgano de gobierno. La meta es que se alcance este nivel el próximo año, lo que implicará sumar una mujer más al consejo, de 5 a 6.

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