Sabadell se come el beneficio con 2.275 M de provisiones y ficha al CFO de Bankia

Banco Sabadell ha publicado los resultados de 2020 con un beneficio de dos millones de euros, después de haberse comido las ganancias a base de provisiones de 2.275 millones de euros. Jaime Guardiola ha presentado los resultados por última vez como consejero delegado antes de ser sustituido por César González-Bueno, y la entidad ha anunciado el fichaje de Leopoldo Alvear como director financiero (CFO) en sustitución de Tomás Valera. El banco cotiza con subidas del 3% en la sesión después de la presentación de resultados.

El fichaje del ejecutivo de Bankia, que sale del banco parcialmente nacionalizado antes de la fusión con CaixaBank, se produce ante la nueva etapa que inicia el banco presidido por Josep Oliu, que presentará su nuevo plan estratégico en mayo. La salida de Alvear de Bankia se produce antes de que la nueva CaixaBank anuncie su organigrama, por lo que no sabía si iba a estar en él, aunque parecía complicado ya que la dirección financiera colgará de CEO, Gonzalo Gortazar. Alvear aportará a Sabadell su experiencia en el área en años de crisis y de rediseño del plan estratégico. Varela sale del banco catalán tras 29 años. Su puesto es uno de los de confianza que rotan cuando llega un nuevo ejectivo.

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El banco obtuvo en 2020 un beneficio de 222 millones si se excluye a TSB, la filial británica que tantos dolores de cabeza ha generado al equipo directivo ahora renovándose. Sabadell realizó provisiones contra el coronavirus de 2.275 millones. El coste del riesgo (provisiones respecto al crédito total) asciende a 86 puntos básicos, “en línea con las estimaciones y objetivos previstos para el ejercicio”, señala el banco.

La suma de margen de intereses y comisiones netas se elevó un 6,2% hasta los 4.749 millones, mientras que en el cuarto trimestre hubo un crecimiento interanual del 3,1%. En este sentido, el margen de intereses en el trimestre alcanzó los 854 millones, un 1,5% más, mientras que en el conjunto de 2020 fue de 3.399 millones, un 6,2% menos por “el efecto de menores tipos”, según señala el banco, así como menor aportación de la cartera de renta fija (ALCO, en la jerga) y por la titulización de préstamos al consumo realizada el año anterior. La partida de comisiones netas cayó un 6,1% en el ejercicio hasta los 1.350 millones, aunque en el cuarto trimestre hubo un repunte del 7%.

La ratio de eficiencia del banco (costes sobre ingresos, cuanto más baja mejor), se situó en el 55,4%, por encima de sus competidores, lastrada por TSB. El banco ha dado pasos para mejorar esta variable en los últimos años y sigue enfocándose en esta dirección. De hecho, el grupo señala que el nuevo plan de eficiencia impactará positivamente en 141 millones anuales por el ahorro de costes, después de un ajuste de plantilla con salidas voluntarias de 1.817 personas. La financiación de este plan se lleva a cabo con plusvalías de 314 millones por las ventas de carteras ALCO, dejando plusvalías no utilizadas de 1.200 millones.

La ratio de capital de máxima calidad (CET 1 ‘fully loaded’) se sitúa en el 12%, un punto básico más que en el primer trimestre anterior. Dos años y medio después, tras varias ventas (como promotora, suelos, gestora de fondos y depositaría) el banco vuelve a este umbral y deja atrás el déficit de capital respecto a sus competidores que tanto le hizo sufrir en bolsa en 2018 y 2019.

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El banco generó un crecimiento interanual del 1,6% en crédito, hasta un saldo de 146.878 millones o de 109.902 millones si se excluye a TSB. La concesión de préstamos con aval público a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) permitió al Sabadell incrementar un 3,2% la inversión crediticia viva en España.

La ratio de morosidad del grupo catalán con sede social en Alicante, tras la venta de varias carteras con un volumen de 1.200 millones, se situó en el 3,6%, mientras que la ratio de activos problemáticos netos sobre el total de activos está en el 1,4%, y la de activos problemáticos sobre el crédito total más los activos inmobiliarios en el 4,7%. La cobertura de los activos está en el 52,6% y en el 36,6% respectivamente.