Gimeno vende las acciones de El Corte Inglés y retira el pleito contra las hermanas Álvarez

Dimas Gimeno ha empezado 2021 con ganas de sacar su nuevo proyecto textil adelante y con el ánimo de cerrar de una vez por todas la batalla contra sus primas y herederas de El Corte Inglés. El que fuera presidente del 'holding' de la distribución hasta el verano de 2018 ha retirado todas las demandas y querellas que había presentado contra Marta y Cristina Álvarez Guil, en un gesto destinado a firmar la paz con la familia dueña del 22% del grupo de grandes almacenes. Además, ha vendido las acciones que aún tenía a título personal por 2,5 millones.

Según han confirmado varias fuentes próximas al caso, Gimeno llegó a presentar hasta cuatro demandas y querellas por la millonaria herencia de su tío, Isidoro Álvarez, padre de Marta y Cristina Álvarez Guil, en las que reclamaba cantidades y propiedades que hubieran cambiado completamente la propiedad de El Corte Inglés. Además de exigir la devolución de 140 millones en acciones, bonos y otros activos financieros, el sobrino nombrado presidente tras el fallecimiento de isidoro en septiembre de 2014 llegó a denunciar en un juzgado hasta la ilegalidad de la adopción de sus primas.

De haber ganado alguno de estos pleitos, Gimeno hubiera tenido mayoría en el consejo de administración de El Corte Inglés

De haber ganado alguno de estos pleitos, Gimeno hubiera tenido mayoría en el consejo de administración de El Corte Inglés, con lo que hubiera podido evitar la destitución promovida por Marta y Cristina. Pero los jueces rechazaron todas sus acusaciones, incluida la interpuesta contra el jefe de Seguridad de la compañía, Juan Carlos Fernández Cernuda, por corrupción, administración desleal y delito societario, al que había señalado por tener negocios paralelos y vinculados a su responsabilidad en la empresa, con un potencial conflicto de interés.

Según distintas fuentes, en diciembre, Gimeno y su madre, María Antonia Álvarez, la persona que interponía las demandas en nombre de la familia, comunicaron a la otra parte la retirada de todos los frentes abiertos en los juzgados. Aunque el expresidente de El Corte Inglés podía haber recurrido alguna de las sentencias en primera instancia, el empresario ha decidido acabar con esa batalla judicial, lo que se ha interpretado por fuentes próximas a las familias como una señal para firmar la paz.

Además, Gimeno ha decidido desprenderse de las acciones que tenía como empleado de El Corte Inglés, lo que le ha permitido ingresar una cantidad de dinero fresco para financiar parte de su nuevo proyecto y acometer algunas reclamaciones de su exabogada por impago. Según fuentes financieras, el directivo ha aprovechado el programa de recompra de acciones para la plantilla lanzado por la compañía el pasado mes de diciembre para vender títulos por unos 2,5 millones de euros.

Como publicó El Confidencial en noviembre, El Corte Inglés puso en marcha un plan para adquirir las acciones del grupo que estaban en manos de los empleados desde hace años y que les fueron entregadas por un viejo modelo de remuneración de origen cubano. La compañía ha destinado hasta 300 millones de euros a adquirir el 4% del capital que tienen actualmente sus trabajadores a cambio de darles participaciones en un vehículo de ahorro de Seguros El Corte Inglés. Pero Gimeno ha preferido cobrarlas en efectivo para tener 'cash' y cerrar otra de sus vinculaciones con su antigua casa.

La clave, Hacienda

Por tanto, al expresidente solo le une ahora su participación en Cartera de Valores IASA, una sociedad instrumental que es la tenedora del 22% de El Corte Inglés. Las hijas de Isidoro Álvarez son dueñas del 70% de esta sociedad y, en consecuencia, del 15% de El Corte Inglés. Por su parte, Dimas, su madre y su tío César tienen el 30% restante, que les da derecho a ser los accionistas del 3, 2 y 2% del grupo de grandes almacenes. La intención de Gimeno y su madre es vender también estas acciones, por las que adeudan unos 100 millones de euros a la Hacienda madrileña en concepto de impuesto de sucesiones.

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Al no disponer de dinero efectivo, el empresario y María Antonia consiguieron aplazar hasta 10 años, con cinco de carencia, el pago de esta cuota en 2016, cuando se abrió el testamento de Isidoro. Pero, a partir de este verano, ya tienen que hacer frente al primer abono. 'A priori', ni el hijo ni la madre disponen de esa cantidad que les exige la Comunidad de Madrid, por lo que les urge vender sus participaciones para cumplir las obligaciones tributarias y, sobre todo, dejar atrás una guerra en que las partes se han hecho mucho daño.

Fuentes próximas a las conversaciones señalan que la retirada de las demandas y querellas puede facilitar el acercamiento entre las dos ramas de la familia para buscar un acuerdo que dé carpetazo final. Las herederas tienen un derecho de compra preferente sobre el paquete de Dimas, de su madre y de su tío. En caso de ejercerlo, ellas serían las mayores accionistas individuales del grupo y su primo y sus tíos tendrían dinero para cumplir con Hacienda.