Banca March se une a Mirova (Natixis) y Engie para comprar a EDP sus hidráulicas por 2.200 M

Banca March irrumpe en una de las operaciones de infraestructuras más destacadas en los últimos años. Mirova, el fondo de inversión sostenible de Natixis IM, ha dado entrada a la entidad financiera española para acometer la compra de seis centrales hidráulicas de EDP en Portugal, valoradas en 2.200 millones de euros.

Esta operación se acordó a finales de 2019. Sin embargo, no ha sido hasta finales de 2020 cuando se ha cerrado. La 'utility' francesa Engie (40% del capital social) es el principal socio de estas plantas de generación eléctrica situadas en el bajo Duero, con una capacidad instalada de 1.689 MW, de los cuales 500 MW cuentan con bombeo. En el consorcio, también participa Crédit Agricole Assurances (35% de la propiedad) y Mirova (25% de las acciones).

Ahora, a este conglomerado galo se ha unido Banca March como única firma española, y además será el máximo participante del vehículo de Mirova con un 20% del 'equity'. Además, la entidad financiera de la familia de banqueros mallorquines dará la posibilidad de coinvertir en esta infraestructura a sus clientes de banca privada.

Por su parte, Mirova también da cabida en la compra de estas centrales hidráulicas a grandes inversores institucionales como Merseyside Pension Fund, Natixis Assurances, Groupama, EB Sustainable Fund y LHI. De esta forma, el vehículo de Natixis IM se consolida dentro de la inversión en infraestructuras sostenibles. Esta operación es una de las más voluminosas de la última década en el sector. Además, Mirova está presente en España en proyectos pioneros como en su día fue Goya, el parque eólico levantado por Forestalia en Aragón.

Para grandes patrimonios de Banca March

La adquisición de las seis centrales hidráulicas de EDP (Miranda, Picote, Bemposte, Foz Tua, Baixo Sabor y Feiticeiro) es una inversión con ocho años de vida que trata de compensar la iliquidez con una mayor rentabilidad. Con este vehículo, los March ofrecen a sus clientes un producto, en el que el propio banco invierte, que se desmarca del ciclo económico y de las incidencias del mercado, ya que se trata de una infraestructura de producción eléctrica (bien de primera necesidad con ingresos predecibles a largo plazo) y regulada.

Además, es una inversión sostenible (produce electricidad libre de CO₂) que cumple con los estándares de responsabilidad social ESG, cada vez más demandados por el mercado. Por otro lado, la operación de los March acerca un activo a sus clientes de banca privada, que de otra forma tendrían más difícil ser propietarios de esta infraestructura.

Esta no es la primera vez que Banca March lanza un producto de coinversión 'ad hoc' para sus clientes. Destaca, por ejemplo, un vehículo que, de la mano de Tikehau Capital y Total, participa en el capital de compañías europeas no cotizadas que operan en la cadena de valor de la transición energética en sentido amplio. También existen otros proyectos de coinversión relacionados con la logística o la financiación del 'private equity' (en alianza con Oquendo Capital).

Esta no es la primera vez que los March se interesan por las infraestructuras energéticas. De hecho, Corporación Financiera Alba (el 'holding' con el que la familia invierte su propio patrimonio) es uno de los accionistas de referencia de Naturgy, inversión en la que entró de la mano del fondo de capital riesgo CVC en 2018. Mucho antes, en los años 50, Juan March fundó Fuerzas Eléctricas de Cataluña (Fecsa), hoy propiedad de Endesa, y dio un impulso a la construcción de hidroeléctricas.