Este 2021 de las telecos: ¿será por fin el año del despegue?
El mercado lleva años pronosticando la recuperación para el sector, pero parece que los planetas no terminan de alinearse. ¿Llegará la recuperación en los próximos 12 meses?
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Es una constante, casi podría recibir ya el calificativo de tradición. Arranca un nuevo año y el mercado se lanza a proclamar las bondades, el tremendo potencial, que tiene el sector de las telecomunicaciones. Y cada ejercicio, pues también forma parte del ritual, las proféticas predicciones terminan siendo erróneas.
En el año 2019, la industria europea se dejó un 18% de su valor bursátil, mientras que en 2020 el retroceso fue algo más moderado, concretamente, un 12%, convirtiéndose en el tercer peor sector, solo por detrás de la energía y la banca. El margen de mejora, por tanto, es más que amplio, sobre todo si miramos a Estados Unidos, donde los avances de las telecos han alcanzado los ocho puntos porcentuales.
Los augurios apuntaban hace justo 12 meses a ese tremendo potencial latente que presentaban muchas compañías del sector. Los analistas de Self Bank apuntaban a una revalorización de Telefónica del 33%, unos avances de Vodafone del 26,6% y un crecimiento de Orange del 21,6%. Ninguna de ellas, claro, ha terminado cumpliendo las expectativas. De hecho, la operadora que comanda José María Álvarez-Pallete ha sido la más castigada del sector, con un retroceso del 43% en bolsa.
¿Será 2021 el año en que los planetas se alineen para las telecos? Imposible saberlo a ciencia cierta, pero el mercado ya está emitiendo sus veredictos y no parecen especialmente halagüeños.
Para empezar, pesan los recortes en los dividendos que han tenido que afrontar gran parte de los actores más relevantes, una circunstancia que no va a hacer que dichas empresas ganen atractivo a ojos de los inversores. La situación es generalizada. BT lo ha reducido un 50%, Orange un 29% y Telefónica lo ha convertido en 'scrip dividend'.
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Los ingresos tampoco parecen una vía con la que ganar tracción. El mercado ya ha rebajado las expectativas del sector para el primer trimestre de 2021, un periodo marcado por la pandemia y que provocará una reducción de la facturación del 3%, y del 4% en el caso del ebitda. Eso sí, los analistas de JP Morgan estiman que con el paso del ejercicio las cifras se irán recuperando, sobre todo en la segunda mitad.
De nuevo, la situación parece complicada para Telefónica. El consenso de analistas de Bloomberg considera que ingresará un 12% menos de lo previsto en los tres primeros meses del año, mientras que los ingresos de Vodafone se contraerán un 4% y los de Orange crecerán un punto porcentual.
Lo que parece claro es que los inversores estarán muy pendientes del nivel de endeudamiento, un mal que parece endémico. Movimientos como la venta de las torres de Telxius al gigante estadounidense American Towers, anunciada esta semana, van en la línea de reducir dicha carga. De hecho, Telefónica se ha quitado 4.600 millones de pasivo con esta operación, que ha sido aplaudida por el mercado e incluso por la competencia. Los analistas llevan tiempo apuntando a que es el camino que debe seguir la firma de Álvarez-Pallete para recuperar el atractivo, mirando de reojo a un negocio de fibra valorado en 18.000 millones y que el ejecutivo parece todavía reacio a soltar.
Las torres de la esperanza
El mercado de las telecomunicaciones en Europa ha arrancado una tendencia que parece ya irreversible. Las operadoras van a deshacerse poco a poco de las torres que tienen en cartera a base de operaciones con empresas especializadas como Cellnex o la propia American Towers. De hecho, este proceso está ya más que interiorizado en el mercado estadounidense, en el que hace ya mucho que los dominadores de la industria dejaron de poseer las torres que dan servicio a sus clientes.
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JP Morgan valora en 150.000 millones el mercado europeo de torres, en el que hay alrededor de 500.000 unidades con Cellnex como gran dominador. Después de la venta de las que Telxius tenía en cartera, Telefónica todavía cuenta con 33.000 emplazamientos, mientras que Vodafone tiene a su nombre casi 62.000 en el Viejo Continente.
En esa línea está el movimiento que ambas han hecho con Vantage Towers, en la que participan al 50%, dándose permiso mutuo para rentabilizar los activos. Todo apunta a que la británica sacará a bolsa su mitad en las próximas semanas y con una valoración que podría rondar los 20.000 millones. Vantage contará con 82.000 emplazamientos en 10 países, tal y como ha explicado Vodafone.
El competido mercado español
Las operadoras con España como mercado doméstico tienen un problema añadido que sumar a los desafíos globales de la industria: una fuerte competencia que convierte el escenario en una suerte de salvaje oeste.
La irrupción de MásMóvil, una firma ya más que consolidada, empujó al sector a una tendencia consistente en aumentar los servicios y bajar los precios, algo que desde JP Morgan señalan como un lastre para los ingresos. Los operadores no han conseguido rentabilizar el 'boom' de los datos móviles (pasamos un 50% más de tiempo pegados a los teléfonos que hace seis años) ni estimular la facturación, que se mantiene en los mismos niveles que hace una década.
En España, estamos a la cola en gasto de gigabytes per cápita, pero en lo más alto en planes ilimitados de navegación. Así, cada usuario consume 3,4 GB mensuales, una cifra que se queda por detrás de los 4,2 GB de los británicos o los 6,6 GB de los franceses y a años luz de los 36,3 GB mensuales que gasta cada finlandés.
Eso sí, en dichos planes de datos sin límite, somos los segundos de Europa, con cuatro operadores que los ofertan. Duplicamos, por ejemplo, a Italia. La compañía que inició esta tendencia fue la propia MásMóvil, a finales de 2018, marcando el rumbo para que Vodafone (abril de 2019), Telefónica (finales de 2019) y Orange (2020) ofrecieran también a sus clientes navegación sin límites.
Esas mismas marcas se reparten también el grueso de un mercado que todavía domina Telefónica, con un 30% de los clientes. Por detrás se quedan Orange, con un 25%, Vodafone, con un 23%, y MásMóvil, que cuenta con un 13%, pero es ya una amenaza para los actores tradicionales.
Con esta atomización, el mercado se pregunta cuánto tardarán en sucederse las operaciones de concentración. La combinación favorita de los inversores es la de MásMóvil y Vodafone que, como ya publicó El Confidencial, han hecho los primeros acercamientos. Entre ambas, se quedarían con un 39% del mercado móvil y un 32% del fijo.
La fibra es el otro gran caballo de batalla que mantienen los operadores en España. Aquí sí que tenemos uno de los escenarios más potentes del continente, con una cobertura que alcanza el 98% del continente. El despliegue es, además, muy barato si lo comparamos con los países de nuestro alrededor. Mientras en España el coste de la fibra por cada hogar supone 150 euros, en Francia se eleva hasta 600, mientras que en Alemania es de 1.000 euros.
Es una constante, casi podría recibir ya el calificativo de tradición. Arranca un nuevo año y el mercado se lanza a proclamar las bondades, el tremendo potencial, que tiene el sector de las telecomunicaciones. Y cada ejercicio, pues también forma parte del ritual, las proféticas predicciones terminan siendo erróneas.