Laporta hará un 'crowdfunding' entre los fans del Barça para sacarlo de la crisis económica

Joan Laporta tiene diseñado su plan de acción para sacar al Barça de la mayor crisis económica que se recuerda si es elegido presidente el próximo 24 de enero. El candidato a dirigir el club azulgrana tiene previsto realizar dos emisiones de bonos con las que conseguir unos 200 millones de euros, fundamentales para repagar un préstamo que vence íntegramente a medio plazo por 230 millones. Lo llamativo es que una de estas colocaciones irá dirigida exclusivamente a aficionados del equipo de todo el mundo, en una especie de 'crowdfunding', ya que la inversión tendrá una rentabilidad peculiar.

Según han indicado fuentes financieras, el equipo de Joan Laporta ya está hablando con bancos para llevar a cabo este plan de rescate del FC Barcelona, cuya deuda neta se ha disparado por encima de los 550 millones de euros y cuya continuidad como empresa está en serio peligro por las pérdidas de la pasada temporada y las que va a registrar en la actual. El que fuera presidente hasta 2010 ha detectado que, desde el punto de vista económico, el club tiene dos problemas muy serios: uno de tesorería, o liquidez para cumplir con sus pagos, y otro de fondos propios, que va a conducir a la entidad a un concurso de acreedores temporal.

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Para ello, Laporta va a aplicar un plan de ajuste de costes de unos 250 millones de euros si los socios le eligen en las urnas la próxima semana. Un recorte de gastos que aplicará de forma urgente nada más aterrizar en las oficinas centrales de la institución deportiva. Pero, como con bajar los gastos no será suficiente, el abogado quiere asegurar la continuidad del Barça como empresa mejorando los ingresos a medio y largo plazo y, sobre todo, asegurándose financiación a corto. Para ello, el candidato que más firmas ha obtenido durante la precampaña electoral, más del doble que su gran rival, Víctor Font, va a proponer dos emisiones de bonos.

La primera será convencional, dirigida a inversores institucionales. Una alternativa que Josep María Bartomeu ya utilizó durante su último mandato vendiendo cuatro emisiones de bonos por unos 200 millones a aseguradoras internacionales, a un tipo de interés medio del 2%. La segunda es la gran novedad porque será exclusiva para cualquier inversor particular, seguidor del club, en una especie de 'crowdfunding'.

Esta emisión no tendrá una rentabilidad tradicional, como la que irá destinada a los institucionales, sino una testimonial desde el punto de vista económico y, sobre todo, basada en experiencias Barça para los aficionados que la suscriban. La aportación exigible a los fans será pequeña, todavía por definir, para que cualquiera pueda participar de la iniciativa con independencia de su capacidad económica.

Causa de disolución

Con esta vía de financiación, Laporta quiere, por una parte, recibir el coste para el club, que dada su situación tendría que pagar un interés alto para levantar dinero fresco de bancos o fondos de inversión. Y, por otra, facilitar el sentimiento de propiedad y fidelidad de los millones de seguidores que la entidad blaugrana tiene en todo el mundo, parte de los cuales habían perdido afinidad a los colores por el uso político del club durante el 'procés' en Cataluña.

Laporta quiere, además, vender el 49% de lo que se ha denominado como Barça Corporate, una filial dedicada a tecnología

El máximo candidato a la presidencia del Barça quiere, por encima de todas las cosas, mantener la propiedad actual del club en manos de los socios y evitar convertir al FC Barcelona en una sociedad anónima deportiva, una SAD, como la mayoría de los equipos de LaLiga (con la salvedad del Real Madrid, Athletic de Bilbao y Osasuna) y del resto de Europa.

Pero, como la entidad entrará previsiblemente en causa técnica de disolución el próximo 30 de junio, al contar solo con apenas 30 millones de patrimonio —se prevé unos 150 millones de pérdidas adicionales—, Laporta quiere, además, vender el 49% de lo que se ha denominado como Barça Corporate, una filial dedicada principalmente a los negocios tecnológicos y audiovisuales, para conseguir al menos otros 200 millones con los que llenar la hucha de los recursos propios.