AENA gana el primer asalto judicial sobre alquileres a raíz de la crisis

El operador aeroportuario terminó el año 2020 con buenas noticias. El Juzgado de Primera Instancia n.º 62 de Madrid desestimó a finales de diciembre las medidas cautelares solicitadas por un arrendatario de la propia AENA, en este caso Zea Retail, que pedía la suspensión del pago de las rentas y la paralización de la ejecución de sus avales bancarios.

La falta de pasajeros provocada por la crisis sanitaria, desde el confinamiento absoluto al escaso número de vuelos posterior, ha provocado un desplome en la actividad comercial que alberga las infraestructuras de AENA. Y muchos de esos operadores, asfixiados por la caída de ingresos, acudieron a su casero para negociar otras condiciones.

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C. Hernanz

A las puertas del verano y tras varios meses sin actividad, algunos de los principales arrendatarios de AENA (grupos de restauración ordenada) negociaron con la cotizada presidida por Maurici Lucena revisiones de los contratos ante el fin del estado de alarma, ya que bajo la nueva normalidad, aun sin negocio, volvían al pago íntegro de los alquileres.

Las discrepancias entre AENA y sus inquilinos dieron lugar a la vía judicial por parte de algunos, en este caso, de la mallorquina Zea Retail, que reclamaba como medida cautelar la suspensión del pago correspondiente a 2020 y los años subsiguientes hasta la finalización del procedimiento abierto en los tribunales, según había argumentado en su denuncia.

Aunque no está resuelto el asunto de fondo, AENA consigue de esta manera (suspensión de cautelares) que el resto de arrendatarios con los que mantiene diferencias se sumen a la vía judicial para lograr unas condiciones más ventajosas, que pasaban por la solicitud de adaptar la renta mínima fijada por el Ministerio de Fomento al flujo real de pasajeros.