Sabadell acelera la venta de su negocio de 'renting' de coches para el primer trimestre

Banco Sabadell ha puesto como prioridad en su nueva hoja de ruta la venta de la parte industrial de su negocio de ‘renting’ de coches. La entidad presidida por Josep Oliu ha acelerado el proceso, que reactivó tras romper con BBVA y decidir un cambio en el puesto de consejero delegado, para cerrarlo a lo largo del primer trimestre y reforzar así capital, según fuentes del mercado. Desde el banco, no hay comentarios.

La entidad está inmersa en un nuevo proceso para hacer más eficiente el banco, lo que implica reducir costes y mantener diversificada su fuente de ingresos, elevándola en la medida de lo posible con nuevas vías, como la comercialización de seguros. En este caso, es de los pocos bancos que mantienen todo el negocio de alquiler de coches para empresas en casa, BS Autorenting, dado el sesgo del balance hacia las pymes.

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Es decir, cuenta con una flota de vehículos y la gestión de los mismos, que es la parte que espera vender con el asesoramiento de AZ Capital y Cuatrecasas. Lease Plan, Alphabet o ALD Automotive, filiales de BMW y de Société Generale respectivamente en los dos últimos casos, han mostrado interés. Alphabet tiene un acuerdo reciente con Bankia que se romperá al fusionarse en 2021 con CaixaBank, que trabaja con Arval, mientras que ALD es socio de varios bancos, entre ellos, BBVA.

Fuentes del mercado consultadas apuntan a una horquilla de precios de entre 40 y 50 millones de euros. La plataforma contaba al cierre de 2019, según el último informe anual del banco, con una cartera de 21.500 vehículos. La actividad se incrementó en ese ejercicio, previo al covid, un 11%, y había hecho una inversión en el año de 173 millones. La entidad informó de 33.400 contratos vigentes por valor de 2.400 millones de euros, con una cuota de mercado del 12,2%.

Reactiva el proceso

Dentro del proceso de desinversiones que inició ya en 2019 y aceleró en los primeros meses de 2020, con la venta de la gestora de fondos a Amundi o la depositaría a BNP Paribas Securities Services, Sabadell puso el cartel de 'se vende' al negocio del ‘renting’ de coches, para lo que dio mandato a AZ Capital, tal y como adelantó ‘La Información’ en febrero.

El banco tanteó ya entonces a posibles interesados, pero paralizó el proceso con la pandemia. En otoño, volvió a estar en contacto con otras empresas tras contratar a Goldman Sachs para estudiar la posibilidad de fusiones o grandes operaciones, pero ha sido tras la ruptura de BBVA cuando ha acelerado la venta, según fuentes del mercado.

Banco Sabadell tiene intención de vender la parte industrial de BS AutoRenting y quedarse con la financiera, llegando a una alianza con el comprador, como ha hecho con la gestora de fondos o como otros bancos con este negocio. Solo Banco Santander tiene también todo el negocio en casa y, según fuentes financieras, no ha mostrado interés en realizar una operación de este tipo cuando ha sido tanteado por bancos de inversión.

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La entidad que preside Josep Oliu quiere presentar al mercado un nuevo plan estratégico este primer trimestre, que estará liderado ya por César González-Bueno, en sustitución de Jaime Guardiola. En esta guía, supervisada por el Banco Central Europeo (BCE) tras el desafío que ha sido para los reguladores la ruptura con BBVA, la idea del banco catalán con sede social en Alicante es que ya no esté la parte industrial del ‘renting’ de vehículos.

En esta división, se incluyen la flota de vehículos, la renovación de coches o su gestión. Una rama industrial que el resto de bancos, en su mayoría, ya tiene externalizada. Y por la que el Sabadell cuenta con sacar entre 40 y 50 millones de euros, cantidad que en su mayoría iría a plusvalías y, por lo tanto, a reforzar capital.

El banco cuenta con una ratio de capital de máxima calidad (CET1 ‘fully loaded’) del 12%, en línea con lo que quieren los supervisores, y aspira a mejorarla después de haber sufrido en bolsa por estar en el foco del mercado desde 2018, tras el deterioro en su colchón de solvencia que sufrió por los problemas en la integración de TSB y por provisiones ante la venta de carteras de crédito moroso.