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Sin inversión y deterioradas: las innovaciones que demandan las carreteras españolas
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MESA REDONDA EL CONFIDENCIAL-SIGNUS

Sin inversión y deterioradas: las innovaciones que demandan las carreteras españolas

El director general de Carreteras reconoce que en 2020 apenas se ha invertido. Algo que se quiere remediar con los nuevos PGE. Los expertos apuntan a materiales reciclados para mejorarlas

En el imaginario colectivo, la carretera contamina. Pero el mayor impacto ambiental producido durante la vida de una de estas vías está asociado a los vehículos que circulan por ella. Para que dichos vehículos mejoren su comportamiento reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de CO₂, es necesario contar con pavimentos bien conservados. Un buen plan de mantenimiento contribuye a que las carreteras sean más sostenibles, pero necesita una partida presupuestaria adecuada a tiempo, ya que si el nivel de deterioro de la red de carreteras es demasiado elevado, harán falta más recursos económicos y materiales para su recuperación.

Para debatir sobre el presente y el futuro de las carreteras sostenibles y cómo los pavimentos bien conservados mejoran el comportamiento de los vehículos, El Confidencial organizó de la mano de Signus el foro 'Sostenibilidad en la carretera: retos y tendencias'. En el debate, participaron Javier Herrero, director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Leticia Saiz, directora de Desarrollo e Innovación de Signus; José Luis Peña, responsable técnico de la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas (Asefma), y Maica Rubio, catedrática en Ingeniería de la Construcción y directora de LabIC de la Universidad de Granada.

Según fuentes del sector, la producción de asfalto es un indicador de la inversión en carreteras. Los últimos datos publicados por Asefma señalan que la producción de mezclas bituminosas —cuyo uso se destina para asfaltos y pavimentación— creció en 2019 un 16,25% respecto a 2018. Concretamente, alcanzó los 18,6 millones de toneladas. No obstante, pese al aumento, los fabricantes españoles consideran que esta cifra es la mitad de la adecuada para el país, si se tienen en cuenta elementos como el tráfico o la longitud de red, entre otros.

placeholder Javier Herrero, director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Javier Herrero, director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Pese a ser el segundo país europeo por longitud de su red de carreteras, España sigue situado en séptima posición en producción de asfalto. Según los últimos datos de la Asociación Europea de Asfalto y Pavimento (EAPA, por sus siglas en inglés), países como Turquía, con 41,7 de millones de toneladas, Alemania, con 41, o Francia, con 35, se encuentran muy por encima de la producción nacional.

De hecho, el director general de Carreteras reconoció que la situación económica de 2020 ha llevado a una reducción 'de facto' del dinero invertido en el mantenimiento general de carreteras superior al 50%. “No se ha invertido prácticamente nada, salvo en limpieza y asistencia en carretera”, puntualizó Javier Herrero.

Y no veníamos de un periodo favorable. Según el informe 'Necesidades de inversión en conservación de carreteras en España 2019-20' —presentado este verano—, tanto la red viaria del Estado como la de las comunidades autónomas presenta un "empeoramiento" dentro de su estado de mantenimiento "deficiente", con uno de cada 10 kilómetros en situación "muy deficiente", lo que afecta a deterioros graves en más de la mitad del pavimento. Entre los daños más frecuentes, el informe señala hundimientos en las rodadas, rodaderas, agrietamientos profundos, desintegraciones, deformaciones y hendiduras erráticas.

"Somos capaces de incorporar al ciclo materiales que han servido durante años en las carreteras y construir nuevos pavimentos" (José Luis Peña)

Si los Presupuestos Generales del Estado se aprueban en los términos previstos, en 2021, el Ministerio de Transportes contará con un presupuesto de 16.664 millones de euros, el más alto de los últimos 10 años. Concretamente, el presupuesto en carreteras alcanzará los 2.340 millones de euros. De ellos, 1.240 millones se destinarán a la conservación, lo que supone un incremento del 58% respecto al presupuesto actualmente vigente. “Por primera vez en este país, el presupuesto en mantenimiento será superior al de construcción”, subrayó el director general de Carreteras.

Por su parte, el responsable técnico de Asefma celebró que “por fin” la Administración haya puesto el foco en el mantenimiento de carreteras y resaltó que España cuenta con una de las redes de alta capacidad más potentes del mundo y que es el momento de “cuidar este patrimonio común”. Un patrimonio valorado en 215.000 millones de euros. “Tenemos tecnología que nos permite actuar en carreteras deterioradas por el uso. En la actualidad, somos capaces de volver a incorporar al ciclo aquellos materiales que han servido durante años en las carreteras y volver a construir nuevos pavimentos a partir de los mismos”, expuso José Luis Peña.

En este sentido, Peña explicó que, en contra de lo que pudiera parecer, el material más reciclado en el país no es ni el vidrio ni los envases, sino los pavimentos asfálticos. “Los materiales más reciclados en España provienen de las carreteras. Se reciclan al año 1,2 millones de toneladas. Tenemos la sostenibilidad en nuestro ADN”, precisó.

A mayor conservación, menos emisiones

Según los expertos, los vehículos consumen más combustible cuando circulan por carreteras deterioradas. “Tener una superficie plana con suficiente capacidad de rodadura reduce el consumo de combustible entre un 3 y un 6%. Hablamos de una reducción de niveles de CO₂ muy grande”, sostuvo el responsable técnico de Asefma.

El informe de la AEC (Asociación Española de la Carretera) recoge que un buen estado de conservación de la red viaria podría suponer descensos del 9% en las emisiones de CO₂ de los vehículos ligeros y del 6% en los pesados. El estudio estima que el déficit de mantenimiento es responsable de que se hayan emitido a la atmósfera al menos 25 millones de toneladas adicionales de CO₂ en los últimos 10 años. Una falta de mantenimiento que se ha agravado durante el confinamiento por la paralización de los trabajos, a pesar del fuerte descenso de los viajes.

placeholder Leticia Saiz, directora de Desarrollo e Innovación de Signus.
Leticia Saiz, directora de Desarrollo e Innovación de Signus.

“El sector está preparado para incorporar los nuevos materiales, hay experiencia suficiente, pero queda un paso más para que se materialice y esté en el día a día”, advirtió Leticia Saiz, directora de Desarrollo e Innovación de Signus. Saiz explicó que existe voluntad por parte de las administraciones, a pesar de que, en ocasiones, la falta de información y el “miedo a lo nuevo” de los directores de obra hacen que finalmente no se incorporen estas innovaciones. "Aunque se trata de una tecnología que se lleva usando 20 años", destacó.

Maica Rubio, catedrática de la Universidad de Granada, destacó que desde su grupo de investigación han detectado que existe un interés “muy grande” por parte de las empresas y las administraciones públicas por estas nuevas tecnologías. Además, coincidió con Saiz en que queda “mucho camino que recorrer” en lo que a implementación se refiere. “Hay teoría y práctica, pero de ahí a abordarlo en rehabilitación de carreteras y nuevas obras, aún queda”, subrayó.

Concretamente, Rubio aseguró que están colaborando con la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía. La Administración autonómica ha sacado nuevos pliegos para incorporar mezclas sostenibles, lo que va a suponer un impulso para la incorporación de estas tecnologías.

Nuevas tendencias

En relación con las tecnologías más sostenibles que actualmente se están llevando a cabo en España, Rubio explicó que, por un lado, tienen que ver con alargar la vida de la carretera y, por otro, con disminuir todos los contaminantes atmosféricos, tanto gases de efecto invernadero como partículas contaminantes. Para esto, es necesario bajar la temperatura convencional de fabricación de las mezclas asfálticas y, por otra parte, mejorar las prestaciones mecánicas de las carreteras e incorporar nuevos diseños que se adapten también a las nuevas soluciones de conservación.

"El uso de polvo de neumáticos es un claro ejemplo de economía circular. Aumenta la durabilidad y sostenibilidad de las carreteras" (Leticia Saiz)

“En esta contribución para conseguir pavimentos de larga duración, la utilización de productos como el polvo de neumático fuera de uso tiene un papel muy importante y, junto con la utilización de aditivos y técnicas de esfumación, se puede hacer a baja temperatura, con lo cual esta solución sería muy adecuada”, apuntó.

En España, ya existen más de 1.600 km de tramos de carreteras asfaltadas con polvo de caucho procedente del neumático. “Su uso en carreteras es un claro ejemplo de economía circular, porque un residuo, en este caso el neumático al final de su vida útil, que ha estado rodando durante años por el pavimento, se ha vuelto a incorporar a la carretera para conferirle unas propiedades de mejora que hacen que aumenten su durabilidad y sostenibilidad”, concluyó Leticia Saiz.

En el imaginario colectivo, la carretera contamina. Pero el mayor impacto ambiental producido durante la vida de una de estas vías está asociado a los vehículos que circulan por ella. Para que dichos vehículos mejoren su comportamiento reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de CO₂, es necesario contar con pavimentos bien conservados. Un buen plan de mantenimiento contribuye a que las carreteras sean más sostenibles, pero necesita una partida presupuestaria adecuada a tiempo, ya que si el nivel de deterioro de la red de carreteras es demasiado elevado, harán falta más recursos económicos y materiales para su recuperación.

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