Goirigolzarri: los accionistas de Bankia ganarán un 70% más con CaixaBank

"La anticipación era un factor estratégico clave". Así ha resumido José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, el factor que llevó al consejo de la entidad nacionalizada a aprobar la fusión con CaixaBank. El banquero vasco ha pronunciado estas palabras en la junta de accionistas en la que se ha dada luz verde la operación, a expensas de que también lo hagan los inversores del grupo catalán dentro de dos días. La de este martes era la última junta de una entidad nacida de la fusión de cajas de ahorro como Caja Madrid o Bancaja, víctimas de la burbuja inmobiliaria, y del primer gran proceso de concentración bancaria derivado de la crisis de 2008.

La pandemia del coronavirus, un entorno de tipos de interés por los suelos y las dificultades para rentabilizar el negocio clásico bancario han acelerado esta nueva fusión. El covid-19 ha estado presente en la junta, con un auditorio principal del Palacio de Congresos de Valencia casi vacío, desangelado y frío, con una mezcla de sentimiento de despedida y de alivio a la vez por el proyecto de integración con CaixaBank. Ha sido el cierre de telón de una entidad que apenas ha permanecido una década en la historia financiera de España. Su marca se diluirá en la estrella de Miró, si bien con un reparto de poder y equipos entre Goirigolzarri y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.

"La anticipación en un momento de cambio abrupto del entorno permite, en un primer lugar, una mayor opcionalidad. Pero, además, hace que se pueda afrontar la integración desde una mayor fortaleza financiera", ha señalado Goirigolzarri, dando a entender que de haber dejado pasar tiempo le podría haber tocado un pareja de baile peor. "Debemos recorrer el nuevo camino [de la crisis del covid] acompañados, y estamos convencidos de que el mejor compañero de viaje es CaixaBank".

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Para el presidente de Bankia, la fusión con CaixaBank es atractiva porque la nueva entidad tendrá un "tamaño crítico", "mayor robustez financiera", "unos valores y una cultura común" y "rentabilidad sostenible". En esta línea, Goirigolzarri ha hecho referencia a las previsiones que tiene el mercado para el nuevo grupo, que apuntan a un beneficio por acción un 70% superior al actual para Bankia y un 28% del de CaixaBank.

A preguntas de los accionistas, el presidente del grupo nacionalizado ha tenido que defender que no se hayan pagado a los inversores los 2.500 millones de dividendos previstos en el último plan estratégico. Ha argumentado que no ha hecho por limitaciones regulatorias y que el mejor destino de este capital era la fusión con CaixaBank, ya que otras alternativas como la reducción de costes o la venta de activos improductivos eran menos rentables.

Sinergias

El banquero vasco ha incidido en la importancia que tendrá en la fusión la generación de sinergias por más de 1.000 millones. Aunque ni Bankia ni CaixaBank han dado hasta ahora cifras de cuántas salidas de empleados y cierres de oficinas va a implicar, el presidente del banco nacionalizado apunta a unos costes de reestructuración de 150 puntos básicos de capital, que hará que la solvencia del nuevo grupo caiga hasta el 11,6%.

En el turno de palabra, los representantes sindicales pusieron en valor la "lealtad" y el "compromiso" de la plantilla con Bankia y reclamaron que el proceso de fusión no se traduzca en un empeoramiento de las condiciones laborales y con víctimas en el camino de los ajustes. "Esperamos que las relaciones laborales sean las necesarias para mantener el equilibrio entre una empresa viable y unas buenas condiciones laborales", señaló el delegado de ASIP-FINE Bankia tras recordar que la plantilla ha sido la parte "más dañada" de la concentración bancaria. También pidieron turno de palabra sindicatos como Comisiones Obreras o CGT, este último para mostrar su oposición a la integración con CaixaBank.

Ante estos comentarios, el banquero vasco ha asegurado que las cifras de los ajustes no se decidirán hasta que culmine la fusión, añadiendo que en ellos primará "la meritocracia".

Respecto al calendario de la operación, Goirigolzarri ha recordado que las dos entidades esperan tener las aprobaciones regulatorias a finales del primer trimestre de 2021, y que la integración tecnológica concluya a finales de ese mismo año.

El presidente de Bankia también ha defendido el papel y estabilidad que darán a la entidad sus dos principales acciones. "Con la Fundación La Caixa [tendrá un 30%], que tendrá en nuestros resultados la base para seguir desarrollando su extraordinaria obra social, y el FROB [un 16%] que, en definitiva, asegura que la rentabilidad de esta inversión beneficia a todos los contribuyentes españoles".