L'Oréal incorpora a clientes y proveedores contra el cambio climático

Quizás el mundo no sea hoy más sostenible que antes de la pandemia, pero todo parece indicar que es allí -a la cúspide de la excelencia medioambiental- hacia donde deben dirigir sus pasos las empresas que desean contar con el beneplácito de los consumidores, y ser sus aliadas.

El horizonte tiene fecha de no retorno y una extensión que equivale al espacio/tiempo de una década: 2030. Quienes no avancen, retrocederán. Por eso, cada vez son más las compañías -grandes y pequeñas- que han decidido acotar el campo de juego y desenvolverse industrialmente dentro de los llamados ‘Límites Planetarios’. Todo un reto.

Nuestro planeta tiene límites, y nuestros recursos son limitados. Cuantificar cuáles son esos confines -el espacio seguro para el desarrollo humano- ha sido la tarea del Centro de Resiliencia de Estocolmo, no traspasarlos es responsabilidad de todos. Porque transgredir los márgenes significa poner en peligro la habitabilidad del ecosistema y, en muchos casos, desatar la animadversión de los consumidores.

La última multinacional en sumarse al reto planetario ha sido el gigante de la cosmética L’Oréal. Su nueva apuesta es ambiciosa y diferencial: ha decidido hacer cómplices a sus proveedores y consumidores del desafío ampliando el marco de su compromiso de sostenibilidad. El plan tiene nombre y fecha: ‘L’Oréal for the Future’, año 2030.

“No se trata sólo de colocar la sostenibilidad en el centro de nuestro modelo de negocio y reducir nuestro impacto directo, algo que ya veníamos haciendo desde hace una década. Lo que nos proponemos ahora es abordar nuestro impacto indirecto, que incluye la actividad de nuestros proveedores y el uso de nuestros productos por parte de los consumidores”, asegura Juan Alonso de Lomas, presidente y CEO de L’Oreal España. De esta forma, la multinacional francesa impulsará la transformación sostenible del sector en España.

Cadena de valor

En ese horizonte escalable de 2030, el 100% de los plásticos utilizados en sus envases procedan de fuentes recicladas o de base biológica (50% en 2025) y el 100 % de los ingredientes de base biológica para fórmulas y materiales de envasado serán trazables y procederán de fuentes sostenibles (actualmente son el 68%); pero además, para esa década, la compañía, neutra en emisiones de carbono en España desde 2017, abordará también la reducción de emisiones en el resto de su cadena de valor, implicando a sus proveedores y consumidores, y comprometiéndose a reducir en un 50% todas las emisiones de gases efecto invernadero por unidad de producto terminado.

Para lograrlo, también distinguirá el compromiso medioambiental y social de sus productos con cinco etiquetas diferentes, en una escala que va de la ‘A’ a la ‘E’, siendo los productos ‘A’ considerados como los mejores en su categoría en términos de impacto ambiental. Estas nuevas etiquetas digitales se implantarán primero en la gama Garnier, a partir del verano de 2021, y podrán desplegarse en su totalidad en las páginas webs de las distintas marcas.

Además, la compañía ha decidido sumar sus esfuerzos a los de las ONG medioambientales y sociales y ha puesto a su disposición un fondo de inversión de impacto de 150 millones de euros para abordar conjuntamente algunos de los problemas más acuciantes de nuestro ecosistema, como contribuir a la regeneración de la naturaleza, promover la economía circular y apoyar a las mujeres altamente vulnerables. Unos fondos que están ya disponible y al alcance de los mejores proyectos de la sociedad civil.

“La década que tenemos por delante es vital, somos la última generación que puede hacer algo para superar todos los desafíos medioambientales y sociales que tenemos actualmente. Nuestro programa refleja paso a paso cómo tenemos que guiarnos en ese camino hacia la transformación sostenible, donde involucraremos a todos los actores en nuestra cadena de valor”, insistió Íñigo Larraya, director de Sostenibilidad y RSC de L’Oréal España, durante la presentación de ‘L’Oréal for the Future’.