Puig y Urquijo ya negocian el traslado de la sede de Abengoa de Sevilla a Valencia

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y el primer ejecutivo de Abengoa, Gonzalo Urquijo, han estado manteniendo encuentros de cara al traslado de la sede de la multinacional desde Sevilla a Valencia, según fuentes cercanas a la operación. La cotizada especializada en energías renovables y la Generalitat han configurado sendos equipos de trabajo para analizar la posible mudanza. Los técnicos de la Administración autonómica, a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), están estudiando la documentación económica de la compañía con el fin de evaluar su situación financiera y sus perspectivas de viabilidad una vez ejecutado el plan de reestructuración de deuda pactado con el Gobierno central a través del Instituto de Crédito Oficial y Cesce.

En ese paquete de oxígeno público, la Generalitat aportaría la ayuda económica que la Junta de Andalucía se ha negado a inyectar para completar la reestructuración. No obstante, ni el cambio de sede ni el respaldo autonómico valenciano están cerrados todavía. Entre las opciones que se barajan está la de realizar un préstamo a través del Fondo Valenciano de Resiliencia, el vehículo alternativa a fondo de rescate del Gobierno que el IVF ha habilitado para rescatar a empresa consideradas "estratégicas".

Hay que tener en cuenta que la sociedad matriz de Abengoa se quedó sin presidente la semana pasada, después de que los accionistas minoritarios forzasen la renuncia de Urquijo. Sin embargo, no lograron cumplir su objetivo de situar al frente del grupo al exdiputado de Ciudadanos y expresidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto. Urquijo sigue teniendo el control de la empresa a través de la filial Abenewco 1, sociedad a la que se han traspasado todos los activos en un proceso en el que tienen mucho peso y mucho que decir tanto los acreedores bancarios como el Gobierno, que es quien tutela el proyecto de refinanciación.

El plan de mudanza, adelantado por El Confidencial el 8 de noviembre y en el que ha participado el Gobierno central, es una posibilidad que la compañía ha puesto encima de la mesa después de que la Junta de Andalucía se haya mostrado reticente a completar el plan de restructuración de la compañía con un aval público de 20 millones de euros.

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Las negociaciones con la Generalitat valenciana están aún en estado "incipiente", aseguran las fuentes, pero el hecho de que ya se hayan creado dos grupos de trabajo y se mantengan conversaciones al más alto nivel, demuestra que estas avanzan a buen ritmo.

Desde Abengoa acusan al gobierno andaluz de falta de voluntad política, mientras desde el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla alegan problemas desde un punto de vista legal y recuerdan el historial de rescates fallidos de la institución en el pasado (Santana, Delphi o Isofotón). Con el traslado de la sede, la compañía espera recibir apoyo financiero de la Generalitat, que cuenta con su programa de atracción de inversiones. Abengoa tendría que cumplir requisitos de generación de empleo y de inversión. Según las fuentes consultadas por El Confidencial, el plan pasará por trasladar no solo la sede social, sino también la sede operativa, y con ella a ejecutivos y directivos de alta cualificación, lo que encajaría en los programas de apoyo financiero autonómicos.

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La empresa de ingeniería y energías renovables cuenta con 14.000 empleados, un 18% de ellos (2.578) en España, según las cuentas de 2019. Fuentes sindicales cifran en alrededor de 1.100 personas las que trabajan en las oficinas de Palmas Altas en Sevilla y explican que de momento la empresa les negó el jueves que hubiese negociaciones de mudanza a Valencia. Con todo, las fuentes apuntan a que lo habitual es que la compañía avise a los representantes de los trabajadores una vez esté cerrando acuerdos, por lo que siguen a la espera del desarrollo de la situación.

En este contexto, los accionistas minoritarios agrupados en Abengoashares han protestado en un comunicado con que el cambio de sede debería ser votado en la junta y que, de hecho, han aclarado que votarían en contra con su 10% del capital social de la compañía. La empresa tiene prevista una junta extraordinaria el 21 o 22 de diciembre.

Abengoa ha obtenido ya financiación de 230 millones con apoyo del ICO y líneas de avales de 300 millones con apoyo del Cesce, pero Abengoa asegura que necesita completarlo con el aval de la Junta, o, en su defecto, de la Generalitat si finalmente de completa la negociación. En cambio, desde la Junta reiteran que no cuentan con ningún informe favorable de los servicios jurídicos a dicha operación, apuntando también a la inestabilidad directiva a la que se ha visto sometida la empresa en las últimas semanas.

La liebre con el traslado de la sede, una posibilidad que El Confidencial avanzó el pasado 8 de noviembre, saltó este jueves después de que el presidente valenciano anunciase desde el atril de las Cortes Valencianas, en respuesta a una interpelación del Partido Popular, que una "multinacional" había comunicado su intención de mudarse a la Comunidad Valenciana. La propia Generalitat confirmó que se trataba de Abengoa, aunque indicó que la negociación no está cerrada. Al margen de que finalmente se produzca el traslado, los minoritarios tomen el control o la compañía acabe en liquidación por falta de concreción del acuerdo de refinanciación, fuentes de la Administración valenciana valoraron el hecho de la sede alternativa elegida y recordaron que no ha sido el primer caso, en referencia a la mudanza de la sede social de CaixaBank y Sabadell a Valencia y Alicante en plena crisis soberanista en Cataluña en octubre de 2017.

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Desde el Gobierno andaluz de PP y Cs guardan silencio y aseguran que no tienen constancia de que ese traslado de Abengoa esté cerrado. No hay ningún tipo de comunicación formal en este sentido, aseguran fuentes de la Consejería de Hacienda. Tampoco tendría que existir ese anuncio de la empresa porque las negociaciones han sido duras y las relaciones no son buenas en estos momentos, admiten sin más datos desde el Gobierno.

Es el titular de la cartera de Hacienda, Juan Bravo, el que está llevando las conversaciones con la multinacional y están estancadas, admiten ambas partes. "En punto muerto", describen. En el gabinete de Juan Manuel Moreno (PP) remiten al presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig. "Es cierto que ese traslado siempre lo han puesto encima de la mesa", señalan fuentes del Ejecutivo autonómico andaluz. Una marcha de Abengoa de Andalucía que es sin duda un elemento de presión para que el Gobierno afloje y ceda el dinero reclamado para reflotar la compañía, pero al que, hasta el momento, la Junta ha hecho oídos sordos.

Mucho más encima del movimiento está el PSOE andaluz. La expresidenta de la Junta, Susana Díaz, dio por hecho el traslado de Abengoa de Sevilla a Valencia y consideró en sus redes sociales que es "una muy mala noticia para Andalucía, para su economía y el empleo". La crisis de la multinacional y su falta de acuerdo con el Gobierno de PP y Cs se ha convertido en uno de los arietes de la oposición socialista contra el Ejecutivo. Días consideró que "la falta de compromiso" del Ejecutivo andaluz "cuesta caro" a la comunidad autónoma "en el peor momento posible". "Pediremos responsabilidades a la Junta por no evitar la deslocalización de Abengoa", concluyó la dirigente socialista dando por hecho un traslado que aún no ha sido ratificado por los órganos competentes en la empresa. Desde el PSOE andaluz admiten que tienen información directa sobre la negociación con la Comunidad Valenciana y con Ximo Puig e igualmente no niegan que el Gobierno de la nación ha intervenido en esta mudanza de la que fue una de las grandes empresas de Andalucía en el mundo.