Cerberus lanza una gestora de vivienda en alquiler con los pisos que compró a la banca

Nuevo jugador en el mercado inmobiliario español. Con la discreción que le caracteriza, el gigante de la inversión Cerberus ha creado MACC Residencial, empresa especializada en la gestión de viviendas en alquiler, que cuenta con una cartera de miles de pisos procedentes de Challenger y Coliseum, el 'portfolio' que terminó de comprar hace ahora un año a Banco Sabadell, pero también con carteras adquiridas a BBVA (Proyecto Marina) y Santander

Según su propia tarjeta de presentación, su misión es “maximizar el valor de los activos inmobiliarios mediante la creación y optimización de carteras de alquiler residencial”, con especial foco en lo que se conoce como carteras granulares, es decir, compuestas por viviendas repartidas en diferentes edificios (frente a la alternativa de gestionar bloques enteros).

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Al frente de esta nueva filial, está Aitor García Bilbao, profesional con amplia experiencia en el sector que, tras un cuarto de siglo ligado a Unilever, Bergé y la Universidad Europea, ha estado los siete últimos años en Azora, primero como director financiero de Resa (residencias de estudiantes) y después como consejero delegado de Azzam, gestora especializada en vivienda.

Junto a él, en la presidencia, está Wijnand Donkers, que se incorporó a Cerberus en marzo del año pasado con el objetivo de aprovechar el auge del mercado del alquiler, reto que ha cristalizado ahora en el lanzamiento de MACC Residencial. Aunque, formalmente fue el año pasado cuando se constituyó la nueva filial, ha sido a partir de esta primavera, en pleno confinamiento, cuando han empezado a dar pasos firmes y a reorganizar societariamente todos las viviendas que ha adquirido Cerberus a los bancos.

Dentro de todo este entramado societario hay una socimi, Promontoria MACC Residencial 1x1, y una gestora de asesoramiento estratégico, Promontoria MACC Residencial, que cuelga a su vez de Promontoria MACC Holdco, sociedad al frente de la cual Cerberus ha puesto a Francisco Sancha, el que fuera director general adjunto de Banco Popular.

A esta entidad, Cerberus le ha inyectado activos por valor de 600 millones de euros, entre efectivo (65 millones) y participaciones en cuatro firmas inmobiliarias en las que ha ido ordenando todas las viviendas, suelos y naves que adquirió a Sabadell con las carteras Challenger y Coliseum, formadas por inmuebles que se había adjudicado el banco y cuyo valor bruto contable superaba los 9.000 millones de euros.

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Con una plantilla de 30 personas, esta nueva inmobiliaria se suma al creciente número de sociedades ligadas al alquiler con las que los fondos están intentando dar salida a todo el ladrillo que colapsó el mercado en la crisis financiera de la pasada década. Una estrategia que ahora se ha visto sacudida por la pandemia del Covid-19 y por los cambios legislativos dirigidos a poner coto al auge de las rentas.

A pesar de estas amenazas, el negocio de la vivienda en alquiler es, junto con el logístico, la apuesta más firme entre los grandes inversores inmobiliarios, como Cerberus. El fondo estadoundiense es, tras Blackstone, el mayor comprador de ladrillo español y está detrás de diferentes empresas ligadas, de una u otra manera, a este mercado, como Haya (servicer), Housell (agencia inmobiliaria online) o ahora MACC.