Un alto en el camino del afligido Antonio Catalán
El empresario hotelero ha perdido esta semana a su hijo, que a la vez trabajaba en el grupo AC Hotels como vicepresidente y nexo con los estadounidenses de Marriott
Era el vicepresidente de AC Hotels by Marriott, pero sobre todo era el hijo de Antonio Catalán, el jefe, el fundador y presidente de la cadena hotelera. Esta semana, el todavía joven Carlos Catalán falleció a los 44 años tras varios meses de resistencia contra los efectos de una grave enfermedad.
Dicen que no hay dolor más desgarrador que el de un padre enterrando a un hijo. En este caso, la crueldad del destino quiso que Carlos tuviera la fuerza suficiente para esperar a que su padre superara el coronavirus, por el que estuvo ingresado en la UCI y poder despedirse de él.
Ser hijo de un padre famoso tiene sus particularidades, pero seguir los pasos del progenitor, siendo este un empresario de éxito (NH Hoteles y AC Hotels) puede complicar aún más el camino, sobre todo si además el patriarca desborda cualidades de liderazgo inherentes a su personalidad.
La crueldad del destino quiso que Carlos tuviera la fuerza suficiente para esperar a que su padre superara el coronavirus
Sin embargo, Carlos Catalán quiso atreverse con ese toro. Era el hijo del dueño cuando era una empresa familiar y pasó a ser el hijo del jefe (y su mano derecha) cuando consiguieron abrazarse al líder mundial Marriott para sortear la crisis… porque aquella alianza de 2011 les salvó la vida.
Esta semana, un afligido Antonio Catalán, a sus 72 años, perdía a un hijo, pero también se quedaba sin el discípulo al que había instruido en el viejo oficio de vender noches de habitación con un estilo propio. Porque aun siendo un negocio inventado, cada uno consigue darle su toque.
En dos décadas de trabajo dentro del grupo, Carlos había ido asumiendo competencias a medida que su rodaje se consolidaba, hasta el punto de haber aglutinado a una especie de equipo, de la misma generación, que había crecido bajo su estela. Estaban listos para tomar el relevo.
En ese camino, como en cualquier familia empresarial, la dupla padre-hijo sufrió las tensiones propias del negocio con el añadido de compartir techo. Sin embargo, ni los momentos más complejos, como hace unos años, a raíz del problema de salud de Antonio, rompieron la relación.
La diferencia de roles entre ambos se notaba hasta dentro del pelotón, en esas famosas 'grupetas' que monta cada año el de Tudela (Navarra) desde hace más de 25 para hacer el Camino de Santiago: mientras el jefe marca la cabeza, el hijo vela porque nadie se quede descolgado.
Y en ese camino junto a su padre, Carlos había cogido la relación con los que de facto eran ya los verdaderos jefes, los estadounidenses de Marriott, a quienes el fundador de AC Hotels se dirige siempre en un perfecto español para hacerse entender. Esa relación era para el heredero.
Sin embargo, todo se torció hace menos de seis meses con el primer diagnóstico. Antonio quemó su agenda para dar con la solución a la tragedia. Pero pronto asumieron que la única esperanza era alargar la vida de Carlos unos años a la espera del desarrollo de algún tratamiento.
Pronto asumieron que la única esperanza era alargar la vida de Carlos unos años a la espera del desarrollo de algún tratamiento
El pasado mes de septiembre, cuando Toñete anunció su retirada de los ruedos, nada hacía presagiar que el desenlace sería tan rápido. El menor de los seis hijos de Antonio Catalán dejó su pasión taurina, pero al menos pudo dedicarle su último festejo en agosto con traje de luces.
Carlos se ha ido antes de tiempo, pero pudo formar una familia con su esposa y tres hijos y trabajar junto a su padre, a quien ha dejado sin discípulo. Y pese a ser consciente de lo que tenía y de las pocas posibilidades que había, impresionó a todos el coraje que tuvo para afrontar la enfermedad.
Esta semana, Antonio Catalán hizo un esfuerzo para mandar una carta a todos los empleados del grupo para agradecerles su apoyo, el mismo con el que ha atendido el aluvión de pésames recibidos por WhatsApp. "Charlie no te defraudaremos. Siempre serás nuestro referente".
Era el vicepresidente de AC Hotels by Marriott, pero sobre todo era el hijo de Antonio Catalán, el jefe, el fundador y presidente de la cadena hotelera. Esta semana, el todavía joven Carlos Catalán falleció a los 44 años tras varios meses de resistencia contra los efectos de una grave enfermedad.