La crisis del covid se come el beneficio de los dos últimos años de los bancos

La crisis del covid-19 ya se ha llevado por delante los beneficios contables de los dos últimos años en la banca española: 22.600 millones cargados contra las cuentas o el patrimonio neto desde marzo. Estas cifras ponen de relieve la magnitud de la crisis. Aun así, a pesar de estos esfuerzos, los supervisores creen que las entidades pueden estar quedándose cortas frente al golpe de realidad que sufrirá la economía en 2021.

Así lo expuso, por ejemplo, el Banco de España este jueves, dibujando un escenario en el que podrían sufrir tensiones de capital incluso los grandes grupos internaciones, Santander y BBVA.

En este contexto, las entidades han aprovechado los últimos siete meses para ir adelantando provisiones y otros deterioros que esperan para 2021. Son dotaciones asumidas según las proyecciones macroeconómicas, ya que lejos de repuntar, la morosidad está cayendo en los últimos meses gracias a las moratorias, las garantías del ICO (Instituto de Crédito Oficial) y los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo).

Los 22.600 millones de deterioros se dividen en dos. Por un lado, las provisiones, que ascienden a 8.000 millones de euros, y que han impactado directamente en la cuenta de resultados y, por tanto, al posible reparto de dividendos de las entidades. Y, por otro lado, hay 14.600 millones en deterioros de fondos de comercio que han asumido Santander —12.600 millones— y BBVA —2.084 millones—. Estos cargos se reflejan en la cuenta de resultados pero no tienen efectos sobre la misma ni sobre la caja, sino que impactan en patrimonio. Se trata de un deterioro de las valoraciones de sus filiales y activos fiscales, ante las peores perspectivas macro.

El nivel de esfuerzo para cubrirse del covid varía según la entidad. Las provisiones —sin fondos de comercio— realizadas por Santander y BBVA representan un 8% y un 12% de sus ingresos totales —margen bruto—, respectivamente. En el resto de bancos esta métrica va desde el 13% de Liberbank al 19% de Bankia: Kutxabank, un 15%, Sabadell un 16% y Bankinter un 18%. El nivel de coberturas de cada entidad depende del perfil de su cartera y sus previsiones económicas.

El sector financiero español ganó, en su conjunto —incluidas cooperativas de créditos y filiales de bancos extranjeros—, 14.098 millones en 2019 y 12.877 millones en 2018. De forma que los deterioros que ha registrado la gran banca —las doce entidades supervisadas por el BCE (ver gráfico)— equivalen a un 84% de todo lo ganado en los últimos dos años.

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J. Zuloaga Ó. Giménez

Con ello, las entidades que han presentado resultados hasta ahora pierden en conjunto 7.500 millones en los nueve primeros meses, frente al beneficio de 10.800 millones de hace un año. Es una estadística condicionada por los 9.048 millones de pérdidas del Santander, que explica que este resultado es tan solo un efecto contable y que, sin tener en cuenta fondos de comercio, ganará 5.000 millones en el año. Tan solo BBVA está también en números rojos, de apenas 15 millones. La entidad presidida por Carlos Torres fue la primera en asumir el golpe y se ha recuperado con las cuentas de los dos últimos trimestres.

Al margen de BBVA y Santander, el resto de entidades ven frenado su beneficio en un 55%. Otra de las claves de las cuentas de los bancos está en los márgenes, que están registrando caídas medias de entre el 6% —el bruto— y el 7% —el de intereses— por el nuevo desplome del euríbor y la menor actividad derivada del confinamiento. Este es un frente que preocupa mucho a los banqueros. De ahí que todas las entidades tengan en marcha planes de recortes de empleo o fusiones encaminadas a ello.

Incertidumbre

La otra gran pregunta de los gestores es cómo de duradera y profunda será la crisis y cuántas provisiones harán falta para hacer frente a ello. El discurso de los banqueros es optimista, a pesar del entorno. "No se sabe, hay que ser cautos y prudentes a futuro, hay mucha incertidumbre. Lo que sí sabemos es que el nivel de gasto se ha recuperado" y que las moratorias que vencen no entran en impago, expone Onur Genç, consejero delegado de BBVA. El CEO turco añade que, a diferencia de la anterior crisis, familias y empresas llegan a esta con menos deuda y mayor nivel de ayudas de los gobiernos.

En la misma línea, aunque algo más pesimista, se pronunció Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank: "Vienen tiempos duros. La morosidad hasta ahora no ha caído, pero es un espejismo. Veo bien que el Banco de España nos recuerde que tenemos que ser prudentes, por eso hemos hecho provisiones de 1.100 millones. No sabemos el grado de deterioro que habrá en 2021, por eso proyectamos un modelo muy conservador, que volveremos a actualizar a final de año".

El CEO de CaixaBank cree que su grupo acabará el año con una morosidad cercana a la actual, en el 4%. Mientras, su homólogo en Sabadell, Jaime Guardiola, fija un techo de tasa de impagos para su entidad en el 5% durante el próximo año. Previsiones muy inferiores a las difundidas por el Banco de España, que explicó hace dos días que las moratorias han tapado que la morosidad se duplique, pasando del 4,5% al 9% en este año.

Junto a las moratorias, la clave está en el vencimiento del periodo de carencia de los préstamos ICO que han recibido 550.000 empresas, que vence en la próxima primavera. La incertidumbre es total, por lo que los banqueros están intentando alargar esta tregua al menos un año más. El tiempo corre en su contra, y todo apunta a que los 22.600 millones van a ser mucho más abultados en unos años.