CaixaBankia se la juega con las moratorias: tendrá una de cada tres del sistema

El fantasma de la morosidad vuelve a asomarse a la banca. Como en 2009 y 2010, el sector financiero vuelve a mirar con preocupación la oleada de nuevos préstamos impagados que se asume a la vuelta de la esquina. Uno de los grupos más expuestos a esta situación, por su tamaño, será la nueva entidad fruto de la fusión entre CaixaBank y Bankia.

El grupo que presidirá José Ignacio Goirigolzarri (Bankia), con Gonzalo Gortázar (CaixaBank) como primer ejecutivo, afronta el agravamiento de la crisis con cerca de un tercio —un 30%— de las moratorias y casi una cuarta parte de los avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a empresas —en torno a un 22%—.

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Agencias

La exposición a estos créditos con debilidades es una de las principales preocupaciones actuales de los banqueros ante el empeoramiento de la crisis sanitaria, que amenaza con profundizar la crisis económica. Cuando se concedieron las moratorias y los avales del ICO, los bancos, el Gobierno y las empresas descontaban un escenario de recuperación en V tras el verano. Actualmente, todos los bancos están haciendo números de la ola de morosidad que pueden sufrir una vez concluyan los periodos de carencia de las líneas ICO y venzan las moratorias.

Una de las principales amenazas que afronta el sector es el fin de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo), en enero de 2021. A partir de ese momento, muchos de los beneficiarios de este subsidio se podrían encontrar sin trabajo, lo que podría abrir un gran frente de morosos a los bancos. "Los españoles son muy serios a la hora de devolver los créditos, hasta que se quedan en paro", explica un experto involucrado en los grandes rescates de la anterior crisis financiera.

Un tercio del mercado

En este contexto, CaixaBank y Bankia llegarán con casi un 30% de las moratorias del sistema, incluidas las regulatorias —que aprobó el Gobierno vía real decreto— y las sectoriales, con las que la AEB y la Ceca ampliaron los plazos inicialmente diseñados por el Ejecutivo.

Los últimos datos comparables, de finales de junio, reflejan que la entidad catalana tenía 282.000 préstamos y anticipos sujetos a moratorias, valorados en 15.498 millones de euros. Por su parte, Bankia contaba con casi 95.000 créditos bajo moratorias, por valor de 4.487 millones. En total, 376.000 millones, casi un tercio de los 1,2 billones de préstamos 'refinanciados' con moratorias. La entidad nacionalizada ha actualizado recientemente estas cifras en un informe enviado a la CNMV, adelantado por 'El País', en el que refleja que la cifra ha ascendido a 4.800 millones, tras nuevas solicitudes y ampliaciones para los clientes que ya debían haber empezado a pagar de nuevo sus créditos.

En el caso de las líneas ICO, ambas entidades recibieron una cuota de avales de en torno a un 22% de forma conjunta, unos 22.000 millones de euros.

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Durante la presentación de la fusión, Gortázar y Goirigolzarri anticiparon que esperan que la morosidad no suba más allá del 5% a corto plazo, desde el 4,1% actual.

Los consejos de las dos entidades se reúnen este viernes para aprobar el proyecto de fusión y convocar a sus respectivas juntas de accionistas, que deberían reunirse a finales de noviembre. Los siguientes pasos de la fusión serán conseguir el visto bueno del máximo accionista de Bankia, el Fondo de Reestructuración (FROB), y la aprobación de competencia, la CNMC.