Calviño y Ribera relegan al capital riesgo para invertir fondos europeos

El capital riesgo español quiere sumarse al negocio de los fondos europeos. Durante las últimas semanas, diferentes interlocutores de este sector han mantenido encuentros con el Gobierno para comunicar su interés en participar en la gestión de los recursos del plan europeo de recuperación (Next Generation 21), aunque el mensaje oficial canalizado desde las carteras de Nadia Calviño y Teresa Ribera deja poco lugar para su colaboración.

Hace solo unos días, tuvo lugar uno de estos encuentros. Por parte del sector, el equipo liderado por Borja Pérez de Arauna y Borja Oyarzábal, socios de la gestora Tresmares Capital, mantuvo un encuentro con responsables del Ministerio de Economía para conocer de primera mano los planes del Gobierno para gestionar los fondos europeos comprometidos para los próximos tres años (2021-2023), según han confirmado fuentes oficiales.

Tanto en esta cita como en otras mantenidas por la patronal Ascri o algunos de sus socios con diferentes interlocutores gubernamentales, como el IDAE (Transición Ecológica) o el Ministerio de Turismo, el mensaje trasladado a los fondos de capital riesgo es que no se contempla su participación en la gestión de los fondos europeos, tanto para las transferencias de libre disposición (sujetas a condicionalidad) como para los instrumentos de deuda.

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EL CONFIDENCIAL

Aun así, el sector mantiene su disposición a participar y tiene esperanzas en que antes del próximo abril pueda alcanzarse algún tipo de colaboración. "Somos especialistas en hacer eso [invertir dinero] y además incorporamos aspectos de gobernanza [en las empresas donde invierten] que redundarían en la buena administración de esos recursos públicos", explica uno de los ejecutivos más influyentes del sector, reflexionando sobre este asunto.

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el Gobierno es, precisamente, la capacidad administrativa para ejecutar esas bolsas de dinero, tal como quedó de manifiesto con el último marco financiero plurianual (2014-2020), del que España solo gastó un 35%, es decir, 19.000 millones de los 56.000 posibles. "Si se vehicula a través de actores como nosotros, podemos ayudar a invertir en tiempo y forma y, además, a hacerlo bien".

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el Gobierno es, precisamente, la capacidad administrativa para ejecutar esas bolsas de dinero

Desde la patronal Ascri, defienden la buena experiencia que representó la colaboración del ICO con las gestoras de capital riesgo en la anterior crisis, cuando los mercados estaban cerrados para la inversión en España. Los fondos canalizados a través de FondICO provocaron un efecto multiplicador (por cada euro aportado) y contribuyeron a que el dinero se materializara en inversión directa en el capital de compañías españolas para crecer.