El truco de la banca corresponsal: ayuda a los pequeños a cambio de un mayor negocio
Los gigantes bancarios ofrecen intermediación a los bancos más pequeños para introducirlos en mercados financieros más sólidos a cambio de engrosar sus beneficios con comisiones
Tener la responsabilidad de velar por el cumplimiento de las medidas contra el blanqueo de capitales dentro de un banco es un trabajo ingrato. Como muestran los FinCEN Files, la nueva investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y El Confidencial a partir de documentos obtenidos por BuzzFeed News sobre el sistema bancario internacional, los departamentos de 'compliance' suelen depender de personal con exceso de trabajo y falta de recursos, además de tener poca influencia dentro de las instituciones financieras. No en vano, estos empleados tienen como misión detener transacciones que representen un indicio de blanqueo de dinero pero que, al mismo tiempo, reportan comisiones millonarias para los bancos. En muchos casos su trabajo les acarrea amenazas, acoso y un despido.
Es lo que les ocurrió a Julian Knight y Anshuman Chandra, dos empleados del Standard Chartered que presentaron una demanda contra el banco británico en diciembre de 2019. En ella, afirman que se vieron forzados a dejar sus trabajos después de que el banco se enterase de que habían cooperado con una investigación del FBI sobre movimientos de dinero que Standard Chartered había realizado para empresas de Irán, Libia, Sudán y Myanmar sancionadas por Estados Unidos.
Según la demanda, el banco británico –que luce como patrocinador principal de la camiseta del Liverpool– participó en un "esquema de blanqueo de dinero altamente sofisticado", alterando los nombres de las partes sujetas a sanciones en Estados Unidos en los justificantes de las transacciones y creando una solución tecnológica que permitía que esas transacciones pasaran inadvertidas para la Reserva Federal de Estados Unidos.
El banco británico no contestó a las preguntas remitidas por el ICIJ y sus medios colaboradores sobre las declaraciones de sus antiguos trabajadores. Pero documentos judiciales reflejan que el gigante financiero afirmó que estas alegaciones son inverosímiles y sin fundamento.
Todas estas artimañas permitían a Standard Chartered beneficiarse de la "alta prima" que Irán y sus agentes estaban dispuestos a pagar para convertir los riales iraníes, la depreciada y sancionada moneda del país, en dólares. Y lo hacían a través de las denominadas cuentas bancarias corresponsales, que permiten a cualquier banco local o regional usar cuentas de los gigantes bancarios para convertir su dinero a dólares americanos, la moneda global 'de facto'. A cambio, los grandes bancos como Standard Chartered o JP Morgan se embolsan cientos de millones en comisiones que engrosan sus cuentas.
Sistema de intermediación
La banca corresponsal es un sistema de intermediación en el que los gigantes bancarios abren las puertas de mercados financieros más sólidos, como el de Estados Unidos o Europa, a bancos locales que operan en monedas más débiles. Al permitir una transferencia, una entidad corresponsal deduce la cantidad de la cuenta del banco origen de la transferencia, generalmente en moneda local, y lo incorpora a la cuenta del banco receptor, habitualmente en dólares o euros, cobrando una comisión por este servicio. De esta forma, el pequeño banco cambia una moneda local más débil al poderoso dólar, abriéndole a su vez más oportunidades de negocios.
La corresponsalía bancaria fue una de las técnicas empleadas por CaixaBank en su relación comercial con el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, el mayor banco del gigante asiático) y uno de los motivos por los que en abril de 2018 fue imputado por la Audiencia Nacional por delitos de blanqueo de la mafia china. El banco catalán firmó contratos en 2011 y 2014 con el ICBC para facilitar cuentas corresponsales a los clientes del banco chino. Estas cuentas fueron utilizadas para transferir casi 100 millones de euros hacia China y Hong Kong sin que los empleados de CaixaBank hicieran los controles oportunos para evitar el blanqueo de capitales, a los que están obligados los bancos corresponsales. El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias en España (Sepblac) ya denunció en un informe que la falta de controles en la banca corresponsal es una de las vías habituales para el blanqueo de dinero.
Con la banca corresponsal, los grandes bancos abren las puertas del sistema financiero internacional para operadores más pequeños y sus clientes, entre los que pueden figurar personas de dudosa reputación o sociedades pantalla anónimas como NoviRex Sales LLP. Esta empresa registrada en enero de 2010 en Reino Unido declaró tener por objeto social el comercio de "electrodomésticos" pero los archivos filtrados en FinCENFiles muestran que realizó transferencias de 200.000 dólares en "lencería" para una sociedad de Islas Vírgenes Británicas, casi 400.000 dólares en "botas hasta las rodillas" para una empresa de Hong Kong o 34.000 dólares en "pegatinas para el teclado". Mientras NoviRex movía millones de dólares por todo el mundo, sus balances económicos públicos indicaban que básicamente estaba en quiebra, gastando menos de 2.500 dólares al año.
El ABLV letón institucionalizó el blanqueo como "un pilar de los negocios del banco" mientras sobornaba a funcionarios para evitar cualquier amenaza
NoviRex envió todos sus pagos a través de bancos en centros famosos por blanqueo de dinero, como el ABVL Bank de Letonia, que a su vez utilizó cuentas corresponsales de JP Morgan en beneficio de sus clientes. Una investigación posterior encontró que el 90% de los clientes de ABLV Bank fueron considerados "de alto riesgo" por el propio banco, principalmente porque eran sociedades pantalla registradas o con accionistas en jurisdicciones secretas, como NoviRex. Los reguladores americanos concluyeron que ABLV había institucionalizado el blanqueo de dinero como "un pilar de los negocios del banco" mientras sobornaba a funcionarios letones para proteger al banco de cualquier amenaza.
Posteriormente se descubrió que algunas de estas sociedades pantalla movían miles de millones de dólares relacionados con la corrupción en Ucrania. A finales de 2014, JP Morgan decidió cerrar cuentas corresponsales de unos 500 bancos internacionales, incluyendo bancos letones, según un empleado de un grupo de intercambio bancario letón.
La tapadera de NoviRex
La historia de NoviRex pudo haber acabado aquí, pero en noviembre de 2016 Donald Trump fue elegido el 45º presidente de Estados Unidos. En el marco de la investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones americanas, investigaciones en medios ucranianos alertaron de pagos secretos a sociedades pantalla manejadas por Paul Manafort, el jefe de la campaña presidencial de Trump, camufladas como pagos por material informático. Los empleados de cumplimiento de JP Morgan advirtieron de que NoviRex había realizado estas transferencias.
En el juicio contra Manafort de 2018, el nombre de NoviRex apareció como una de las muchas sociedades pantalla utilizadas por los oligarcas ucranianos para canalizar los pagos por el trabajo de lobby político de Manafort. En total, NoviRex pagó de forma secreta más de 4,1 millones de dólares a Manafort en nombre del Partido de las Regiones del expresidente ucraniano Viktor Yanukóvich. El exjefe de campaña de Trump fue condenado a siete años de cárcel por fraude bancario, no haber informado de una cuenta bancaria extranjera y otros delitos.
En una de las sesiones del juicio contra Manafort, su antiguo socio de negocios, Rick Gates, reveló finalmente la persona detrás de NoviRex: Andriy Klyuyev, el jefe de gabinete y mano derecha de Yanukóvich. En total, según muestran los FinCEN Files, JP Morgan autorizó 706 transacciones sospechosas por un importe total de al menos 230 millones de dólares relacionados con NoviRex entre 2010 y 2015. La mayor parte de este dinero fue a parar a sociedades registradas en paraísos fiscales.
La ayuda de JP Morgan permitió a la sociedad de Klyuyev no aparecer nunca durante el juicio contra Manafort.
Tener la responsabilidad de velar por el cumplimiento de las medidas contra el blanqueo de capitales dentro de un banco es un trabajo ingrato. Como muestran los FinCEN Files, la nueva investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y El Confidencial a partir de documentos obtenidos por BuzzFeed News sobre el sistema bancario internacional, los departamentos de 'compliance' suelen depender de personal con exceso de trabajo y falta de recursos, además de tener poca influencia dentro de las instituciones financieras. No en vano, estos empleados tienen como misión detener transacciones que representen un indicio de blanqueo de dinero pero que, al mismo tiempo, reportan comisiones millonarias para los bancos. En muchos casos su trabajo les acarrea amenazas, acoso y un despido.