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El BCE prevé un agujero de 42.000 millones en las arcas públicas por los avales
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TEST DE ESTRÉS

El BCE prevé un agujero de 42.000 millones en las arcas públicas por los avales

La institución prevé una morosidad del 10% en las líneas de avales para financiar a las empresas. La supervisión a los bancos se endurecerá a partir de septiembre

Foto: Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo. (EFE)
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo. (EFE)
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Nuevo cheque público hacia la banca por la crisis. El Banco Central Europeo (BCE) calcula que las líneas de avales puestas en marcha en las principales economías comunitarias costarán entre 21.000 millones —escenario central— y 42.000 millones —adverso— a las arcas públicas. En este caso no se trata de ayudas al sector financiero como en la anterior crisis, sino de un soporte que se puso sobre la mesa para que las empresas afectadas por el confinamiento siguieran teniendo acceso a financiación.

El supervisor europeo ve este coste como una ventaja, ya que disminuye la factura de la crisis a la que van a tener que hacer frente los bancos. De hecho, el BCE sugiere que los Estados amplíen otros seis meses estas medidas, hasta junio de 2021, en caso de que la economía siga empeorando como hasta ahora: "Una posible medida adicional es que los gobiernos consideren ampliar estas medidas", señaló Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS). De ser así, el coste estatal podría ascender hasta 60.000 millones.

Foto: Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno, y Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. (EFE)

Estos cálculos implican que la morosidad de las líneas de avales públicas podría llegar en torno al 10%. Estos números son similares a los que se han barajado para las garantías del Instituto de Crédito Oficial (ICO), cuya posible factura según diversos informes es de 8.000 millones, como publicó este medio. Más allá del coste para el Estado, también los bancos asumen parte de las pérdidas: entre el 20 y el 30% en España. En el caso de Europa, la caída de empresas con avales podría exigir provisiones de 30.000 millones para los bancos del continente.

placeholder Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS).
Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS).

Todas estas cifras figuran en los test de estrés internos presentados por el supervisor este martes. El BCE solo ha presentado cifras a nivel agregado, ni siquiera desglosó el resultado por países, aunque España figuraría entre los que peor salen en la foto final de solvencia, como publicó este medio. Uno de los cuadros explicados por el supervisor apunta a que las entidades que menos capital de partida tenían al comienzo de la crisis son a su vez los que más impacto van a tener en solvencia, en términos netos. Los bancos españoles son los que menos solvencia tienen a nivel europeo.

Aunque no desglose las cifras, el supervisor ha hecho este ejercicio para tener localizadas posibles debilidades entre las 86 entidades que ha analizado. Ha sido un test no vinculante, ya que no ha contado con la colaboración de los bancos. Por ello, no puede desencadenar ningún tipo de medida de la institución. Aun así, el BCE advirtió de que discutirá los resultados con algunas entidades y lo tendrá en cuenta en el examen de final de año que hace a todo el sector (Srep), en el que se fijan los umbrales mínimos de capital.

Cambio de tercio

Tras unos meses de apoyo incondicional a las entidades para ayudar a digerir el golpe del covid-19 y los confinamientos, la institución europea ha cambiado de estrategia y va a ir apretando las tuercas cada vez más a los bancos. Así, junto a este test interno, el BCE ha anunciado que retomará su dinámica habitual de supervisión en septiembre: con las temidas inspecciones 'in situ', los exámenes anuales (Srep) y revisiones de modelos internos. La única excepción son los planes de reducción de créditos morosos (NPL, por sus siglas en inglés), para lo que dará unos meses más.

Foto: Andrea Enria, presidente del supervisor financiera del Banco Central Europeo (BCE). (EFE)

Junto a ello, la institución acordó este martes ampliar la recomendación de no repartir dividendos y limitar los bonus hasta finales de 2020, en una decisión con la que el BCE quiere cubrirse de que haya entidades que se descapitalicen antes de tener certeza del impacto que va a tener para la crisis.

De momento, el test del supervisor puso sobre la mesa algunos cálculos: la banca europea perderá de forma agregada 53.000 millones este año, tras un desplome de los ingresos del 20% y provisiones por valor de más de 150.000 millones. Todo dentro del escenario central.

Nuevo cheque público hacia la banca por la crisis. El Banco Central Europeo (BCE) calcula que las líneas de avales puestas en marcha en las principales economías comunitarias costarán entre 21.000 millones —escenario central— y 42.000 millones —adverso— a las arcas públicas. En este caso no se trata de ayudas al sector financiero como en la anterior crisis, sino de un soporte que se puso sobre la mesa para que las empresas afectadas por el confinamiento siguieran teniendo acceso a financiación.

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