Los Colomer se quedan a medias en su apuesta en bolsa: Unibail vs. Colonial

Tan discreta como admirada, la familia Colomer forma parte de la nobleza empresarial española, un título que se ha ganado con trabajo y prudencia en un sector tan dado a los pelotazos como el inmobiliario. Precisamente, esta forma de operar enemiga de los excesos le permitió ahuyentar los cantos de sirena de la burbuja de la década pasada y salir de la crisis no solo como uno de los pocos supervivientes, sino como uno de los mejores ejemplos.

Con este bagaje, resulta comprensible el interés que despierta esta saga en el sector, ya que sus apuestas inmobiliarias son vistas muchas veces por sus rivales como una brújula que indica por dónde está el norte del mercado en cada momento. Aunque su buque insignia es la promotora Pryconsa, los Colomer también están detrás de la socimi Saint Croix Inmobilien, propietaria de una importante cartera de hoteles, oficinas y locales, valorada en más de 550 millones de euros.

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A través de este vehículo, los Colomer han realizado dos importantes inversiones inmobiliarias en bolsa que bien pueden interpretarse como muestra de dónde está actualmente el norte del sector: Unibail y Colonial. En el caso del gigante francés de los centros comerciales, la socimi adquirió 6.950 acciones en febrero del año pasado por un millón de euros, movimiento que, con los ojos de aquel entonces, parecen indicar una apuesta por la actividad de los centros comerciales, duramente castigados en los últimos tiempos.

En línea con esta desconfianza hacia los gigantes del 'retail', Saint Croix tuvo que hacer ajustes por 106.484 euros en su valoración de estas acciones durante el pasado ejercicio. Pero el verdadero golpe ha llegado en la primera mitad de este año, con la embestida que ha supuesto la pandemia del covid-19. Según acaba de confesar la propia empresa en su informe del primer semestre, “ha procedido a adecuar el valor en libros de la inversión a su valor de mercado, lo cual ha generado una pérdida de 628.906 euros”, un duro revés que contrasta con los buenos frutos que, en cambio, le ha reportado su inversión en Colonial.

Aunque no detalla el momento exacto, el informe semestral recoge que, en la primera mitad de este ejercicio, los Colomer han entrado con fuerza en la socimi dirigida por Pere Viñolas, al haber adquirido 944.888 acciones “por un coste total de 7.161.072 euros, que han sido registrados en el epígrafe de instrumentos de patrimonio neto a corto plazo del balance. A 30 de junio de 2020, la sociedad ha procedido a adecuar el valor en libros de la inversión a su valor de mercado, lo cual ha generado un beneficio de 246.850 euros”.

Este dispar resultado es un reflejo de la cara y cruz del sector en la crisis actual del coronavirus, con los centros comerciales y los hoteles como los eslabones más débiles de la cadena, mientras que las oficinas, tras la logística, son un pequeño oasis en mitad del desierto. Una moraleja que también puede extraerse de los resultados de Saint Croix en este primer semestre y de cómo ha golpeado a sus diferentes inquilinos el coronavirus.

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“El mayor impacto se pone de manifiesto en el área de hoteles, con una caída en la previsión de ingresos del 70% con respecto a lo obtenido en 2019 y a la previsión del ejercicio en curso antes de los acontecimientos descritos. En el área de oficinas, sin embargo, se pone de manifiesto un incremento del 34% en la previsión de ingresos actualizada con respecto al ejercicio 2019 debido a la entrada en vigor de importantes contratos, como el asociado al edificio situado en Juan Ignacio Luca de Tena 17, pero una caída del 6% con respecto a la estimación inicial. El área comercial sufre un descenso del 5% con respeto al ejercicio 2019 y una caída del 23% respecto de la estimación del ejercicio 2020 antes de la aparición de los efectos del covid-19. El área industrial no sufre efectos relevantes”, señala la socimi en sus cuentas.

De cara a final de año, y tras las negociaciones mantenidas con sus diferentes inquilinos, Saint Croix estima una caída de ingresos del 12% con respecto a los obtenidos en el ejercicio 2019 y del 25% en comparación con la estimación del año en condiciones precovid-19. En términos de valoración de activos, la compañía cree que podría sufrir una merma del 2-3% en las plusvalías latentes que arroja su cartera hasta junio, ganancias que están detrás, fundamentalmente, de edificios de oficinas. En concreto, la socimi vincula plusvalías latentes de 204 millones de euros a “los inmuebles situados en la calle Gran Vía 34, calle Conde de Peñalver 16, calle Titán 13, calle José Abascal 41, calle Gran Vía 55, calle Juan Ignacio Luca de Tena 17 y calle Pradillo 42, todos ellos situados en Madrid, así como al Hotel Barceló, Hotel Meliá y Hotel Iberostar de Isla Canela y Hotel Tryp Cibeles de Madrid”.