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Duro Felguera presiona al Estado con 200 despidos entre nuevos ceses de directivos
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DIMITE LA DIRECTORA JURÍDICA DEL GRUPO

Duro Felguera presiona al Estado con 200 despidos entre nuevos ceses de directivos

La empresa asturiana ha presentado a la SEPI, a la que ha pedido un rescate urgente, un expediente de regulación de empleo (ERE) para el 20% de la plantilla

Foto: Logo de Duro Felguera en la entrada a sus oficinas de Madrid. (Reuters)
Logo de Duro Felguera en la entrada a sus oficinas de Madrid. (Reuters)

Duro Felguera sigue en plena convulsión pese a los intentos de su presidenta, Rosa Aza, de calmar las aguas internas a la espera un rescate millonario por parte del Estado y de la banca. Según indican fuentes financieras, la compañía asturiana ha presentado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) un expediente de regulación de empleo (ERE) para cerca del 20% de la plantilla, mientras otra directiva ha presentado su dimisión después de los fulminantes despidos ejecutados la semana pasada.

Según estas fuentes, José María Orihuela, consejero delegado de Duro Felguera, ha comunicado a la SEPI, a la que ya ha formalizado su petición de rescate, la necesidad de despedir a 200 trabajadores de los 1.100 que aún quedan en plantilla. Orihuela ha planteado esta medida para que sea aplicada a partir de octubre, justo cuando acaba el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para 672 personas aprobado a mediados de abril. Antes de que el grupo de ingeniería entrase en crisis, a finales de 2017, la compañía contaba con una fuerza laboral próxima a las 2.000 personas.

Foto: Fachada de las oficinas de Duro Felguera en Madrid. (Reuters)

Algunas fuentes indican que, con la presentación de este ERE, Orihuela pretende presionar al Estado, que está incentivando con liquidez a las empresas siempre y cuando mantengan el empleo. Por tanto, consideran que este nuevo ajuste de plantilla tiene como fin hacer ver al Gobierno de Pedro Sánchez la gravedad de la situación de la empresa, a la que la banca dejó de prestar y conceder avales desde finales de 2018, cuando se destapó un nuevo agujero de 148 millones tras conseguir una quita del 60% de la deuda y una ampliación de capital de 125 millones.

A su vez, Cristina Quilez Sardá, directora jurídica de Duro Felguera desde mayo del pasado año, ha presentado su dimisión irrevocable como respuesta al despido fulminante de Juan García Laza, adjunto al consejero delegado, y de Alfonso Gordon, director de Recursos Humanos y Planificación. La presidenta de Duro Felguera justificó en declaraciones a este periódico estas destituciones por “pérdida de confianza” y por la sospecha de que habían filtrado información confidencial que había provocado una especulación en bolsa con las acciones. Por ello, el consejo de administración encargó un informe 'forensic' a KPMG para que investigase los teléfonos móviles y los ordenadores personales del equipo directivo.

placeholder Fachada de la sede de Duro Felguera. (Reuters)
Fachada de la sede de Duro Felguera. (Reuters)

Tras esta drástica medida, cinco de los ocho miembros del comité de dirección enviaron una carta al consejo de administración para quejarse del trato abusivo de Orihuela, misiva que, curiosamente, fue respaldada por la representación sindical del comité de empresa.

En medio de este terremoto interno, Duro Felguera va a presentar esta semana su nuevo plan estratégico a la banca después de que el covid-19 haya inutilizado los objetivos previstos en la anterior hoja de ruta 2019-2023. La compañía, que espera ahora conseguir las cifras iniciales en 2025, solo puede continuar en activo si la banca le presta 60 millones de euros avalados por el Estado, más la conversión en capital de dos tercios del préstamo sindicado de 85 millones de euros que adeuda.

Préstamo vencido

Por tanto, otros 50 millones que transformarían en 'warrants' convertibles en aciones a medio plazo, ya que de hacerlo de forma inmediata supondría una dilución del 100% del capital actual. La capitalización bursátil de Duro Felguera apenas llega a los 50 millones. Una fórmula que ya usó la empresa gijonesa en 2018, cuando debía 320 millones a la banca, la cual aceptó la primera gran quita 234 millones de euros— para evitar el concurso de acreedores. Los accionistas perdieron el 97% de su patrimonio.

El actual préstamo se encuentra ya en situación de vencido o impagado, situación que Duro Felguera ha querido evitar pidiendo un nuevo sacrificio a la banca, según consta en el informe anual de 2019, presentado a finales de mayo. El grupo ha solicitado a las entidades financieras la dispensa para el nombramiento de un administrador externo ('voluntary administrator') para Duro Felguera Australia, empresa quebrada, circunstancia que supone el vencimiento anticipado del préstamo sindicado de 85 millones de euros conforme al contrato de refinanciación.

El principal acreedor es Banco Santander, con 38,5 millones, seguido de Bankia, con algo más de siete millones cada uno de ellos. Según distintas fuentes, los bancos se niegan a dar un nuevo balón de oxígeno a Duro Felguera, salvo que el Estado se haga cargo de todas las garantías.

Duro Felguera sigue en plena convulsión pese a los intentos de su presidenta, Rosa Aza, de calmar las aguas internas a la espera un rescate millonario por parte del Estado y de la banca. Según indican fuentes financieras, la compañía asturiana ha presentado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) un expediente de regulación de empleo (ERE) para cerca del 20% de la plantilla, mientras otra directiva ha presentado su dimisión después de los fulminantes despidos ejecutados la semana pasada.

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