Abengoa baraja pedir el rescate a la SEPI ante las reticencias del ICO

Nuevo quiebro en el proceso de refinanciación de Abengoa, el tercero en cinco años. Según diversas fuentes empresariales y sindicales, la empresa baraja acogerse a la opción de ser rescatada con una inyección de fondos del Estado. Sería a través del fondo de la SEPI, dotado con 10.000 millones, de los que 3.000 estarán disponibles en lo que queda de 2020. La empresa, consultada, no ha querido hacer comentarios.

Abengoa ha pedido ayuda al Gobierno desde hace semanas por dos vías: el respaldo del ICO a un crédito de 250 millones (el ente público garantizaría el 70%) y el apoyo de Cesce, la aseguradora semipública para la internacionalización, a nuevas líneas de avales por 300 millones. Desde el principio, especialmente el instituto de crédito estatal se mostró reticente a volver a apoyar a la compañía. Banco Santander está tratando de lograr el visto bueno del ICO. Pero, en paralelo, la empresa ha abierto la opción de la SEPI.

El ICO ya perdió 85 millones en la primera reestructuración financiera de Abengoa, tras aceptar la quita del 97% que propuso la empresa a sus acreedores financieros en el proceso que culminó en 2017.

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La parte de la negociación que va mejor encarrilada es la de los proveedores. Según las mismas fuentes, más de la mitad de los mismos (a los que Abengoa tiene impagados por casi 700 millones) habría aceptado las durísimas condiciones propuestas por la empresa. Quitas del 90% y cobro efectivo en especie con activos.

En paralelo, la empresa también renegocia las condiciones de la mitad de su deuda, 3.000 millones, tras entrar en 'default' en parte de ese pasivo en 2019. Ese 'default' y las deudas a proveedores dejaron la empresa en pérdidas de 517 millones el pasado año.

Las mismas fuentes señalan que el plazo que la empresa se ha dado hasta el 14 de julio para lograr el plácet de proveedores y financiadores se tendrá que posponer de nuevo. Ya se retrasó respecto a la fecha inicial a finales de junio. No obstante, estas fuentes advierten de que la empresa no necesita solamente apoyo financiero sino un liderazgo industrial a largo plazo que solo podría aportarle un socio tecnológico potente.