Los bancos españoles piden al BCE que les deje pagar dividendos otra vez

La banca reclama un golpe de timón de las autoridades y supervisores con los dividendos. José María Roldan, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), asociación que agrupa a entidades como Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter, ha reclamado que se acabe "el café para todos", y que no se restrinja el pago de dividendos a las entidades que no tengan problemas por los que sí lo tienen.

"Los bancos ya renunciaron al último pago del dividendo de 2019 de manera voluntaria. De aquí en adelanta, me parece que se debe dejar libertad de decidir cuándo pagan y cuándo no. No todos tienen que someterse a la misma norma", ha expuesto Roldán. La postura de la AEB es que cada entidad decida si paga o no dividendo a partir de octubre y que sea el Banco Central Europeo (BCE) el que decida vetar la remuneración a aquellos bancos más débiles: "Lo que quiero es la discriminación en función de las condiciones de cada uno, no café para todos".

Estas declaraciones llegan en un momento en el que el supervisor europeo está barajando prolongar el veto, previsto inicialmente hasta octubre, lo que podría cancelar los pagos también hasta diciembre.

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Agencias

El máximo representante de la asociación bancaria también ha abordado la polémica surgida esta semana por los problemas que ha generado el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) en el pago los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo), como adelantó este medio. Roldán se ha desmarcado de las críticas de muchas entidades señalando que el impacto de estos problemas es bajo y que sus entidades no planean cancelar el convenio suscrito con el SEPE y el Ministerio de Trabajo para adelantar los ERTE.

"Es normal que haya errores e incidencias, lo normal es hablarlo y solucionarlo en diálogo con la administración. No estamos preocupados por el volumen y no estamos pensando en salir del programa. Mi postura es quitar hierro a estos problemas", afirma el presidente de la AEB. Frente a esta posición, algunos grandes bancos han manifestado que dejarán de aplicar el convenio si siguen reproduciéndose los mismos problemas del SEPE, que puede generar un riesgo reputacional con los clientes a los que hay que pedir que devuelvan parte de lo cobrado.

¿Cortos de capital?

Roldán ha quitado importancia al resultado de los últimos ejercicios de transparencia europeos, presentados este lunes por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), en las que los bancos españoles salieron en el peor lugar por solvencia. Para el presidente de la AEB lo importante es que la rentabilidad es mayor que el de otras entidades europeas y que la ratio de apalancamiento también está en mejor posición.

Sobre el riesgo del aumento desorbitado de la morosidad, como ocurrió con la anterior crisis hasta un máximo superior al 13% en 2013, Roldán ha descartado realizar previsiones, pero confía en una recuperación con fuerza similar a la caída de la economía: “Es muy difícil hacer pronósticos en estos momentos sobre por dónde puede ir la ratio de morosidad. La incertidumbre es demasiado grande sobre la velocidad de la recesión y la recuperación. Nos vamos a acercar más a una V asimétrica que a una W, pero es difícil tener visibilidad sobre por dónde van a ir los tiros”, arguye.

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El presidente de la patronal bancaria recuerda que el papel de las entidades ha sido clave, y espera que sirva para una mejoría de su reputación: “Qué hubiera sido de esta economía si los bancos no hubieran podido hacer la provisión de la liquidez que han hecho. Nosotros hemos puesto la liquidez, aunque haya un programa de garantías que es importante, también hemos hecho el análisis de riesgos, hemos adelantado prestaciones por desempleo, pensiones o ERTE, y hemos mantenido las entidades abiertas”.

En la misma línea, ha cuestionado sobre “dónde está la banca en la sombra en estos momentos. La percepción [sobre la banca tradicional] creo que está cambiando. Tenemos un hecho inusitado con un homenaje en una oficina de Valencia por parte de clientes a los trabajadores. Los empleados bancarios han operado desde el primer día y han dado la cara, poniendo en riesgo su salud, hay que ponerlo en valor. Somos el 3% sólo de la economía en resultados, pero sin nosotros nada podría ocurrir. Sin nosotros esta pandemia habría sido mucho más grave”.

José María Roldán siempre ha sido crítico con el exceso de regulación sobre la banca tradicional, aunque este jueves ha defendido su papel contracíclico, que incluye la flexibilización de exigencias en los últimos tres meses. “El instinto de regulador y bancos lo lógico es ser cuidadoso. En esta situación hubiera sido terrible para la economía, los clientes y los propios bancos al hacer una recesión grande y U o L. Instintivamente estamos haciendo algo en lo que supervisores y bancos no están cómodos”.

¿Sobran oficinas?

Otra cuestión en la que ha incidido Roldán es en la digitalización de muchos clientes, lo que hará previsiblemente que de cara a futuro se necesiten menos oficinas. La banca ya ha reducido en una década más del 40% de la red, y podría ir más allá, aunque espera que “el cierre de oficinas será más dramático que el ajuste de empleados, ya que podría haber recolocación a otras labores”.

Asimismo, el solapamiento de sucursales crecería con operaciones corporativas. “Sigo defendiendo que las fusiones son una forma de acometer desafíos de rentabilidad que están disponibles”, ha indicado Roldán. De hecho, aunque ha defendido una mejor eficiencia y rentabilidad de los bancos españoles que los europeos, ha admitido la necesidad de mejorar ambas variables y cubrir el coste del capital, algo que de forma mayoritaria no ocurre desde 2008.