Nissan, la primera crisis industrial de la era del coronavirus que costará 15.000 empleos
El cierre del grupo nipón en Barcelona supone la pérdida de más de 3.000 empleos en Cataluña. Pero además afectará a otros 12.000 puestos en la industria auxiliar vinculada
El cierre de Nissan en sus plantas catalanas de Zona Franca y Montcada i Reixach será la primera crisis industrial de la era del coronavirus. Y no pequeña. Supone la pérdida de más de 3.000 empleos en Cataluña. Pero, además, afectará a otros 12.000 empleos además en la industria auxiliar vinculada a estas factorías. En total, se juegan 15.000 puestos de trabajo. Un cierre que, si se acaba oficializando, pilla a las administraciones con la guardia baja y enfrascadas en la gestión de los ERTE. En Nissan, los 1.000 trabajadores que ya están en un ERTE pasarán a un ERE, como ya apuntaba El Confidencial. Pero, como en el caso del covid-19, la crisis actual afectará más a las empresas que tenían patologías previas. Y Nissan, en España, sufría muchas.
Antaño, en el año 2019 a. C., antes del coronavirus, este tipo de crisis se solventaban con un programa de apoyo conjunto de ayudas al I+D donde el Ministerio de Industria ponía 50 millones y la Generalitat otros 50 millones. Y la cosa seguía a la espera de que desde la matriz se asignase un modelo 'milagro' que salvase la planta. Eso ahora no pasará. Y menos después de una pandemia que ha costado la vida a más de 27.000 personas en España, de ellas, 11.000 catalanas. Nadie entendería ahora que el dinero público fuese para dar oxígeno a una multinacional. De hecho, el ministerio y la Generalitat llevaron un plan de viabilidad a la multinacional que en este momento está sobre la mesa de algún alto directivo en Japón. Pero ya nadie confía en que sirva para nada, según han explicado fuentes del sector de la automoción.
Nissan llevaba mucho tiempo descuidando el nivel de ocupación de la planta de Barcelona. Y los sindicatos, en el papel de Casandra, llevaban años advirtiendo de que esto podía pasar. Ahora, sus avisos parecen del todo inminentes. Una Nissan para la que se esperan cuantiosas pérdidas a nivel mundial y que necesita cirugía. El bisturí se va a aplicar en Cataluña.
La buena noticia es que las plantas españolas de fuera de Cataluña quedarán al margen del ajuste mundial que planteará el grupo nipón, según apuntan fuentes del sector de la automoción. La de Cantabria, con más de 600 trabajadores, fabrica componentes para el Qashqai, el SUV que Nissan fabrica en la planta británica de Sunderland y que es uno de los grandes éxitos de la marca. Por tanto, se prevé que no le afecte. Lo mismo para la factoría de Ávila, más de 400 empleos, que fabrica recambios para Renault. Por tanto, todo apunta que el foco del ajuste se centre en Zona Franca, una planta infrautilizada, en pérdidas y sin un modelo de éxito que justifique su existencia.
Indignación en la Generalitat
La Generalitat está inquieta. Desde la crisis de Nissan en 2008, no se vive en Cataluña una crisis industrial de grandes dimensiones. Y en aquel momento, Nissan no planteaba el cierre, solo el despido de 1.500 trabajadores, el 40% de la plantilla, para que Zona Franca fuese rentable. Tras meses de lucha sindical en que cada semana había tres manifestaciones airadas de Nissan en el centro de la capital catalana, la empresa rectificó. Hubo ayudas públicas. Se siguió esperando el modelo salvador, pero cada año se asignaban menos productos desde Japón y la crisis en el seno de la alianza en plena guerra con Renault no ayudó.
La Generalitat catalana ha reclamado este jueves a Nissan "lealtad y claridad" en la información sobre el futuro de la planta de la Zona Franca de Barcelona y ha señalado que directivos del fabricante japonés le han trasladado esta semana que la decisión de cerrarla no está tomada, según explicó a EFE la consejera de Empresa de la Generalitat, Àngels Chacón, tras las noticias de que Nissan cerrará la planta para reducir costes, al tiempo que ha insistido en que el Ejecutivo catalán "no tira la toalla" en su objetivo de mantener los empleos y la actividad de la compañía nipona en Cataluña.
La relaciones entre Nissan, el Ministerio de Industria y la Generalitat han sido fluidas pero insuficientes para salvar los puestos de trabajo
Chacón ha desvelado que este martes contactó con el presidente de Nissan en Europa y con el consejero delegado de la planta de Nissan en Barcelona, y que ambos le dijeron que la decisión "no estaba tomada" y le remitieron a la presentación de resultados que hará el grupo el próximo 28 de mayo.
Sin manifestaciones
Pero en pleno coronavirus, las manifestaciones masivas ya no serán un arma para los sindicatos. Y el drama de Nissan puede acabar pasando desapercibido dentro de otro drama mucho mayor, con miles de muertos, servicios sanitarios saturados y colas en los centros de reparto gratuito. Si la tasa de paro supera el 20%, los 15.000 empleos que se pierdan en esta a crisis pueden ser un caso más. Tal vez el primero, pero uno más. Y más en un sector tan castigado como el del automóvil. En abril, se vendieron en España 1.359 coches. Y los resultados de mayo no serán mejores. En ese contexto, puede que la pérdida de la planta de Nissan sea la primera pero no la última que viva España en una crisis para la cual no hay precedentes.
El cierre de Nissan en sus plantas catalanas de Zona Franca y Montcada i Reixach será la primera crisis industrial de la era del coronavirus. Y no pequeña. Supone la pérdida de más de 3.000 empleos en Cataluña. Pero, además, afectará a otros 12.000 empleos además en la industria auxiliar vinculada a estas factorías. En total, se juegan 15.000 puestos de trabajo. Un cierre que, si se acaba oficializando, pilla a las administraciones con la guardia baja y enfrascadas en la gestión de los ERTE. En Nissan, los 1.000 trabajadores que ya están en un ERTE pasarán a un ERE, como ya apuntaba El Confidencial. Pero, como en el caso del covid-19, la crisis actual afectará más a las empresas que tenían patologías previas. Y Nissan, en España, sufría muchas.