Defensa impone la unión de Indra y Santa Bárbara para reactivar los blindados 8x8
El Gobierno descarta un concurso abierto y autoriza la creación de una empresa conjunta de Santa Bárbara, Indra, Sapa y Escribano que acometerá la construcción de 348 vehículos
El Gobierno ha culminado la jugada que comenzó a la vuelta de las navidades con el contrato para construir 348 vehículos blindados 8x8, un programa militar que se demora desde hace ya 13 años. El Ministerio de Defensa, que dirige Margarita Robles, ha autorizado la creación de una empresa conjunta de Santa Bárbara Sistemas (filial de la estadounidense General Dynamics) y las compañías españolas Indra, Sapa y Escribano. Será esta nueva sociedad la que ejecute el contrato y tendrá que ajustarse al techo de gasto previsto de 2.100 millones.
El cambio es sustancial, ya que Defensa pasa de negociar con Santa Bárbara, quien luego subcontrataría a Indra y Sapa, a hacerlo con una empresa conjunta en la que hay varios socios, según ha subrayado Ángel Olivares, secretario de Estado de Defensa, en un comunicado. Estas tres empresas son las que constituyeron una UTE que ha recibido 92 millones para desarrollar la tecnología y la ingeniería del nuevo blindado y ha fabricado los 5 primeros a modo de demostradores. A ese tridente se ha unido ahora la también española Escribano. Defensa prevé firmar el nuevo contrato con esta compañía, en la que el peso de cada socio no se ha desvelado, el próximo trimestre.
Este proyecto, esencial para la seguridad de las operaciones en el extranjero del Ejército de Tierra, se quedó en suspenso tras decidir Defensa no aceptar la oferta que le presentó Santa Bárbara el año pasado y dejar desierto el concurso. Tras ello anunció que estudiaría una nueva fórmula que permitiera reconducir la operación. Ahora, el Gobierno se ha acogido a una prerrogativa legal del Tratado de la Unión Europea, en concreto el artículo 346, para orientar hacia la fabricación nacional productos de especial relevancia estratégica para el país.
Además, el ministerio asegura que se garantiza así que la empresa retiene la autoridad de diseño del blindado en España y se favorece una alta participación de la industria española en el mismo. Se estima en un 70%. Precisamente los recelos en algunos sectores del Ejército y del Ejecutivo respecto de adjudicar un contrato de este tipo directamente a una empresa española, pero integrada en un hólding estadounidense, estuvieron también detrás de la decisión de dejar desierto el anterior concurso. Defensa mantiene así además la autonomía para autorizar la exportación del blindado y que el ciclo de vida del mismo, mínimo 40 años, deje negocio adicional a través de las actualizaciones y mejoras.
Santa Bárbara se encarga de la plataforma, los sistemas de protección y el ensamblaje en plantas de Asturias y Sevilla. Indra aportará la arquitectura electrónica o los sistemas de simulación. Sapa suministrará el motor y la unidad auxiliar de potencia. Y Escribano la torre armada y la estación de armas por control remoto. Esta última compañía no formó parte de la UTE que desarrolló la fase de los demostradores previa, pero sí estaba integrada en el programa tecnológico que trabajó durante los últimos años en esos vehículos demostradores.
El Gobierno ha culminado la jugada que comenzó a la vuelta de las navidades con el contrato para construir 348 vehículos blindados 8x8, un programa militar que se demora desde hace ya 13 años. El Ministerio de Defensa, que dirige Margarita Robles, ha autorizado la creación de una empresa conjunta de Santa Bárbara Sistemas (filial de la estadounidense General Dynamics) y las compañías españolas Indra, Sapa y Escribano. Será esta nueva sociedad la que ejecute el contrato y tendrá que ajustarse al techo de gasto previsto de 2.100 millones.
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