Principio de acuerdo entre Renfe y Ferrovial para salvar el contrato del servicio a bordo

La solución al contrato entre Renfe y Ferrovial ya está encarrilada. La empresa pública ha alcanzado un principio de acuerdo con la cotizada de los Del Pino para que no se extinga el contrato de servicio a bordo de los trenes y se pueda prorrogar nueve meses más, hasta el 31 de enero. El acuerdo aún tiene que ser ratificado este jueves en el consejo de administración de Renfe.

En la decisión de Renfe, ha interferido directamente el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que pidió ‘ex profeso’ que no se extinguiera el contrato y que se llegase a un entendimiento para salvaguardar los 2.000 puestos de trabajo de servicio a bordo de los trenes (cafetería, restauración, menús, personal de atención, etc.) que estaban en juego y cuyo coste del despido Ferrovial planteaba cargar al Gobierno. Estos empleados trabajan bajo un régimen de subcontratas.

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Ruth Ugalde

Según fuentes consultadas, el contrato ha pasado de valorarse en 20 millones de euros que pedía inicialmente Ferrovial a 3,4 millones de euros, ya que se ha acordado adecuar esta prórroga a la realidad actual del mercado, con Ferrovial asumiendo la pérdida en esa diferencia. Debido a la crisis del covid-19, actualmente están paradas el 90% de las operaciones de viaje, sujetas a una desescalada progresiva para poder volver a la normalidad.

Será a finales de año cuando Renfe decidirá si quiere lanzar un nuevo concurso con condiciones similares al actual o no. De momento, dado que los servicios de restauración o cafetería no serán demandados de forma habitual, Renfe reorientará la plantilla del servicio a bordo a labores de, por ejemplo, acompañamiento de menores o de atención al pasajero.

Como ya informó este miércoles El Confidencial, Renfe comunicó este lunes que rechazaba prorrogar con Ferrovial el contrato de restauración y servicio a bordo en sus trenes. Sin embargo, ambas empresas se sentaron a negociar el martes y miércoles en un último intento por evitar el despido de los 2.000 trabajadores —en un momento en el que, desde el Estado, se está pidiendo a las empresas que hagan todos los esfuerzos para sostener el empleo y que nadie se quede atrás—.