BlackRock pone el foco en Iberdrola por la política de comunicación con accionistas
BlackRock explica que "la posición de la compañía es que la participación de los accionistas debe llevarse a cabo a través de su CEO y su función de relaciones con los inversores"
BlackRock puso esta semana una empresa de España como ejemplo, pero como ejemplo de lo negativo. La que es una de las mayores gestoras del mundo asegura que una energética española le denegó la comunicación con el consejero coordinador independiente, tal y como hace el accionista con otras firmas del sector donde también está invertido, según explica un informe de supervisión de transparencia del primer trimestre elaborado por el Investment Stewardship. "La compañía nos explicó que actualmente tiene una política de no permitir a los accionistas el acceso directo a este individuo, salvo en circunstancias muy excepcionales y sujeto a una solicitud formal por escrito", zanja la firma en el informe.
BlackRock no hace mención explícita de la empresa, pero la descripción pone el foco en Iberdrola, donde la firma estadounidense es el segundo accionista con un 5% de participación, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se trata de "una energética líder en transparencia de sostenibilidad y temas climáticos, con objetivos ambiciosos en reducción de la huella de carbono para 2030", que ha nombrado a un 'lead independent director' y cuyo consejero delegado es también el presidente. La gestora ha declinado hacer comentarios.
Iberdrola está entre la minoría del Ibex 35 que cumple las exigencias de transparencia de BlackRock (siendo pionera en materia de sostenibilidad ambiental), cuenta con Juan Manuel González Serna como consejero independiente coordinador y tiene a José Ignacio Sanchez Galán como presidente y consejero delegado. Por otro lado, en el sector energético del Ibex 35, BlackRock solo consta en los registros de participación de la CNMV en Red Eléctrica (3%) y Repsol (3,44%). Para figurar en estos registros, el accionista tiene que superar el 3% de participación.
En el informe, BlackRock explica que "la posición de la compañía es que la participación de los accionistas debe llevarse a cabo a través de su CEO (que también ocupa el cargo de presidente del consejo) y su función de relaciones con los inversores".
"Lamentablemente, la capacidad de interactuar directamente con directores no ejecutivos sigue siendo un punto de conflicto con una serie de empresas en Europa", se queja la gestora y añade que la española "no cumplía con nuestras expectativas". Para la firma presidida por Larry Fink, accionista que más pesa entre las cotizadas del Ibex 35, "consideramos que dicho acceso (en referencia al consejero coordinador independiente) es un medio crucial para evaluar la calidad de la supervisión de la junta".
BlackRock Investment Stewardship aclara en este punto que es clave para la gestora tener acceso a los consejeros no ejecutivos, y preferiblemente independientes, para tener conocimiento de la efectiva labor de supervisión de la compañía, con lo que señala que atenderá a esta cuestión como un factor clave para su evaluación de buen gobierno corporativo a la hora de calificar la calidad del consejo.
Iberdrola, que ha rechazado hacer comentarios, nombró vicepresidente de la compañía y consejero independiente coordinador a Juan Manuel González Serna el pasado 2 de abril. El presidente del Grupo Siro, miembro del consejo desde 2017, sustituía como número dos de Iberdrola a Inés Macho Stadler, quien decidió abandonar la compañía al vencer su mandato en 2020, que no fue renovado en la junta de accionistas. Macho dejó la firma en la que había permanecido desde 2006. Según adelantó El Confidencial, esta ejecutiva fue investigada por el comisario en prisión José Manuel Villarejo antes de entrar a la eléctrica con sede en Bilbao.
Macho Stadler era la consejera independiente coordinadora hasta junio de 2018, momento en que fue nombrada vicepresidenta y la coordinación pasó ya a manos de González Serna.
Esta no es la primera vez que el mercado afea a Galán su concentración de poder al aglutinar los cargos de CEO y presidente del consejo. El 'proxy advisor' ISS recomendó votar en contra de su reelección en 2019 argumentando que el bueno gobierno recomienda que estas dos figuras estén separadas, para garantizar así la supervisión del consejo sobre sus ejecutivos. De hecho, aunque en cuestión medioambiental es considerada ejemplar, en términos de gobernanza se ha visto manchada por el escándalo Villarejo, con referentes en la inversión de impacto como la gestora alemana Allianz y la plataforma de índices MSCI afirmando su preocupación por el escándalo.
En un entorno en el que la inversión ASG (medioambiental, social y de buena gobernanza) cobra cada vez más peso, BlackRock dio un giro a su posición sobre la inversión sostenible a principios de este año, cuando Fink hizo de su carta anual a los consejeros delegados una oda a la transparencia, alegando que llegaría a votar en contra en juntas de accionistas si durante 2020 las empresas no demostraban cumplir con sus estándares.
BlackRock puso esta semana una empresa de España como ejemplo, pero como ejemplo de lo negativo. La que es una de las mayores gestoras del mundo asegura que una energética española le denegó la comunicación con el consejero coordinador independiente, tal y como hace el accionista con otras firmas del sector donde también está invertido, según explica un informe de supervisión de transparencia del primer trimestre elaborado por el Investment Stewardship. "La compañía nos explicó que actualmente tiene una política de no permitir a los accionistas el acceso directo a este individuo, salvo en circunstancias muy excepcionales y sujeto a una solicitud formal por escrito", zanja la firma en el informe.