Embraer inicia proceso judicial contra Boeing tras rescisión de acuerdo

El fabricante brasileño de aeronaves Embraer anunció este lunes el inició de un proceso judicial contra Boeing, tras la rescisión unilateral por parte del gigante estadounidense de un acuerdo para crear negocios conjuntos.

Así lo informó Embraer en un comunicado enviado al mercado, en el que no detalló los procedimientos judiciales que ha emprendido contra Boeing, tras el fin de las negociaciones para la puesta en marcha de dos "joint venture" (negocios conjuntos), uno de aviación comercial y otro de desarrollo de mercados para el carguero militar C-390.

La empresa brasileña ya había advertido este sábado que buscará todos los recursos posibles contra Boeing por "los daños sufridos como resultado de la cancelación indebida y de la violación" del acuerdo.

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Boeing dio por terminadas las conversaciones con la aeronáutica brasileña,al alegar que ésta "no cumplió las condiciones necesarias" dentro de un plazo límite que venció el pasado viernes, pese a que la colaboración había recibido la "aprobación incondicional" de todos los reguladores implicados, excepto de la Comisión Europea.

No obstante, el fabricante brasileño salió al paso de las acusaciones, y señaló en una nota que Boeing adoptó un modo "sistemático de atraso y violaciones repetidas" al acuerdo, "debido a la falta de voluntad en concluir la transacción, su condición financiera, al 737 MAX y otros problemas comerciales y de reputación".

A través de un "acuerdo maestro de transacción" anunciado en 2018, las empresas planeaban crear una 'joint venture' en la que Embraer, el tercer mayor fabricante de aviones del mundo, le vendía el 80 % de su división de aeronaves comerciales por 4.200 millones de dólares a Boeing, que hubiera controlado la nueva sociedad.

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La decisión también deja en el aire una segunda 'joint venture' para "desarrollar nuevos mercados" para el carguero militar C-390 Millenium, aunque según el comunicado de Boeing ambas firmas mantendrán una "asociación", que firmaron en 2012 y ampliaron en 2016, para "comercializar y apoyar conjuntamente" ese modelo.

La rescisión del acuerdo entre ambas empresas frustra el plan del fabricante estadounidense de contrarrestar la asociación entre la canadiense Bombardier y el gigante aeronáutico europeo Airbus.