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Celsa, la mayor empresa catalana, ultima un acuerdo con la banca y 'hedge funds'
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ANTE UN VENCIMIENTO INMInENTE DE SU DEUDA

Celsa, la mayor empresa catalana, ultima un acuerdo con la banca y 'hedge funds'

La compañía siderúrgica de la familia Rubiralta, de la que dependen los empleos de más de 12.000 personas, pide una línea de crédito urgente a Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank y Bankia

Foto: Oficinas de Celsa Group. (Celsa Group)
Oficinas de Celsa Group. (Celsa Group)

Celsa, la mayor empresa industrial de Cataluña, con más de 9.300 empleados directos en todo el mundo, negocia un acuerdo con los 'hedge funds' dueños de su deuda. El grupo propiedad de la familia Rubiralta ultima una línea de crédito con cinco grandes bancos españoles para poder hacer frente a la crisis del coronavirus, al tiempo que ha pedido una moratoria a los fondos sobre un vencimiento que expira el próximo 4 de mayo.

Según fuentes próximas a las conversaciones, Francesc Rubiralta, presidente del grupo siderúrgico, ha pedido una línea de crédito de hasta 75 millones de euros a Banco Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell y Bankia para hacer frente a la situación actual derivada del covid-19. Curiosamente, el primer ejecutivo de Celsa está negociando esta asistencia financiera con los mismos bancos que el pasado año vendieron a derribo deuda corporativa del 'holding' catalán por 1.200 millones.

Este préstamo de 1.200 millones tiene la condición de ser deuda convertible en capital, por lo que a su vencimiento da a los tenedores de este pasivo la posibilidad de quedarse con la mayoría de la acciones de la multinacional. En otras palabras, si la compañía no consigue ingresos extraordinarios, los fondos oportunistas que compraron ese crédito por cerca del 30% de su valor nominal podrían hacerse con el control de Celsa Group.

placeholder Centro de producción de Celsa en Barcelona. (Celsa Group)
Centro de producción de Celsa en Barcelona. (Celsa Group)

El grupo industrial tiene que hacer frente el próximo 4 de mayo a un pago de 35 millones de euros a estos 'hedge funds'. Sin el impacto del coronavirus, Celsa podía responder de esta obligación. Otra cosa sería el siguiente vencimiento, en noviembre, por cerca de 115 millones.

Ante esta situación, Rubiralta ha solicitado esta línea de crédito a la banca española. Con este dinero, Celsa quiere negociar una solución con los fondos, asesorados por Houlihan Lokey. Según distintas fuentes, Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia ya han aprobado dar este nuevo préstamo con garantía del Estado a Celsa, que hasta la fecha siempre ha cumplido con sus obligaciones.

Además de los 9.300 trabajadores que el grupo tiene en todo el mundo, la mayoría en España, muchos proveedores locales también dependen de la compañía. Se estima en más de 12.000 empleados los que se verían afectados, la gran parte de los cuales tiene préstamos personales e hipotecas con los citados bancos.

La compañía siderúrgica se ha acogido a la cláusula 'rebus sic stantibus' para situaciones extraordinarias para aplazar la deuda inminente

Pero Celsa tiene que convencer a los fondos oportunistas, con los que tiene una reunión en los próximos días para conseguir retrasar el vencimiento del 4 de mayo y el de noviembre hasta finales de 2021. La compañía se ha acogido a una cláusula incluida en el contrato de financiación denominada de fuerza mayor 'rebus sic stantibus'— que permite solicitar el aplazamiento del pago cuando surgen circunstancias extraordinarias sobrevenidas e imprevisibles no existentes en el momento de la firma. Los fondos también están por la labor de darle esta medida de gracia, pero con condiciones, por lo que el acuerdo aún está pendiente de las últimas negociaciones.

Acuerdo en Polonia

Celsa cerró a finales de 2017 una refinanciación de su pasivo de casi 2.700 millones que se estructuró en dos tramos. El primero, por 1.425 millones, se calificó como la deuda que la empresa acerera podía amortizar en un plazo máximo de cinco años, hasta noviembre de 2022. A su vez, este primer tramo estaba compuesto por 525 millones de euros de financiación del circulante y otros 900 millones con amortizaciones ordinarias semestrales crecientes a partir de mayo de 2018.

placeholder Foto: Celsa Group.
Foto: Celsa Group.

El segundo tramo ascendía a 1.250 millones y su vencimiento se extendió hasta 2023 en un solo pago. Pero se calificó de ‘no sostenible’, por lo que los acreedores ya daban por hecho que no podrían recobrar esta partida, casi un 40% del total. Era una quita encubierta para permitir que Celsa siguiera en funcionamiento y, de esta forma, no tener que provisionar la deuda en su integridad. Hasta llegado el pago actual.

Lo que sí ha cerrado ya Celsa es la refinanciación de la deuda de su filial en Polonia, que factura unos 650 millones de euros. El acuerdo consiste en el pago durante cinco años de unos 11 millones de euros, que podrían variar en función de la capacidad de amortización. A diferencia de España, donde las instalaciones funcionan al 60%, la subsidiaria polaca está a pleno rendimiento.

Celsa, la mayor empresa industrial de Cataluña, con más de 9.300 empleados directos en todo el mundo, negocia un acuerdo con los 'hedge funds' dueños de su deuda. El grupo propiedad de la familia Rubiralta ultima una línea de crédito con cinco grandes bancos españoles para poder hacer frente a la crisis del coronavirus, al tiempo que ha pedido una moratoria a los fondos sobre un vencimiento que expira el próximo 4 de mayo.

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