Trabajo aclara: el parón decretado el domingo permite ERTE por fuerza mayor

No son unas vacaciones pagadas. Los 11 días de periodo retribuido que el Ministerio de Trabajo impuso por real decreto el pasado domingo son una medida diseñada por el Gobierno para forzar un mayor confinamiento de la población, prohibiendo todas las actividades excepto aquellas que se han considerado esenciales, y obligando a las plantillas a quedarse en sus casas.

Inmediatamente después de conocerse esta nueva medida, en el tejido empresarial surgió la duda de bajo qué forma se organizará este nuevo cerrojazo a la actividad económica, y la cartera dirigida por Yolanda Díaz dijo que en forma de un permiso retribuido, que se extiende desde el pasado 30 de marzo hasta el próximo 9 de abril, y cuya lógica podría asemejarse a un adelanto de las vacaciones de Semana Santa, con la opción de poder recuperar estas horas laborales a lo largo del resto del año.

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Esta fórmula supone un agravio comparativo respecto de las compañías que cesaron su actividad a mediados de marzo, por estar obligadas a ello dentro del decreto de estado de alarma, ya que a estas compañías se les reconoce la posibilidad de acogerse a ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) por fuerza mayor.

Esta figura, a la que se ha dotado de una serie de beneficios para poder afrontar la crisis del coronavirus, permite a las empresas enviar a sus plantillas a casa y el Estado pasa a pagar a los trabajadores el 70% de la base reguladora sin consumir desempleo. Además, las compañías quedan libres de seguir haciendo frente a las cotizaciones sociales, eso sí, siempre y cuando se comprometan a reincorporar a toda la plantilla una vez pase el estado de alarma y a no llevar a cabo ningún despido durante los seis meses siguientes.

Esta fórmula permite a las compañías salvaguardar la liquidez en un momento crítico, en el que carecen de ingresos por el cierre de actividad, un salvavidas al que también podrán acogerse las compañías forzadas a echar el cierre el pasado domingo. Según una nota aclaratoria de Trabajo fechada este martes, y a la que ha tenido acceso este medio, aquellas empresas que reúnan los requisitos para poder solicitar un ERTE por causa de fuerza mayor podrán hacerlo también en el periodo retribuido.

“Así pues, las medidas que ya hubiesen sido autorizadas seguirán aplicándose en los términos en que se hubiesen aprobado, en la medida en que aseguran la citada restricción para toda la plantilla. Respecto a aquellas que puedan ser autorizadas durante el periodo temporal descrito si estuviesen basadas de manera exclusiva en la paralización e interrupción de actividades derivadas del RDL 10/2020, de 29 de marzo, pueden justificar y entenderse como provenientes de causa mayor temporal a los efectos previstos en el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores, si bien limitadas en su duración hasta el día 9 de abril de 2020”, recoge la nota aclaratoria.

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Desde el Ministerio de Trabajo, han reconocido la comunicación de esta aclaración a las empresas y la posibilidad de las mismas a acogerse a ERTE por fuerza mayor durante el periodo retribuido. No obstante, también han puntualizado que la casuística concreta de cada empresa deberá ser dictaminada por la autoridad laboral encargada de juzgar si las compañías cumplen realmente, o no, los requisitos para acogerse a estos expedientes.

Un ejemplo que ponen desde un despacho de abogados que ha recibido esta nota aclaratoria es una empresa constructora, sector que hasta ahora había continuado con su actividad, que ve cómo la policía le aparece en una obra y dice que no puede continuar con este trabajo. Este supuesto podría argumentarse como fuerza mayor y, por tanto, se dan las condiciones para solicitar un ERTE de este tipo, realidad cuya casuística el decreto del domingo amplía.

"En resumen, para extender la extensión del confinamiento durante el periodo descrito de 30 de marzo a 9 de abril, ambos inclusive, podrán adoptarse por las empresas cuantas medidas satisfagan adecuada y suficientemente dicha restricción de movimientos por las personas trabajadoras, siempre que concurran las circunstancias y requisitos que justifican su uso y con arreglo a las limitaciones y exigencias legales previstas en cada caso. En todo caso, si no fuese posible la aplicación de tales medidas o estas fuesen insuficientes, y respecto de las actividades no esenciales, deberá aplicarse el permiso retribuido recuperable", detalla la nota de Trabajo.