Los sindicatos denuncian que Vestas se saltó la paralización industrial

Los sindicatos han acusado a la dirección de Vestas Eólica de "saltarse a la torera" en su planta de Daimiel (Ciudad Real) el estado de alarma sanitaria y el Real Decreto de paralización industrial.

En un comunicado conjunto de CCOO Industria y UGT Fica, acusan al fabricante de "presionar" al comité de empresa de Daimiel para que aceptase la apertura de la planta, contraviniendo la ley en España.

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Así, lamentan que la compañía "muestra así su verdadera preocupación por la salud de la plantilla y del resto de la población", cuando todas las empresas del sector eólico con centros de fabricación en España decidieron ayer interrumpir sus operaciones y acogerse al permiso retribuido, excepto ésta.

Los sindicatos subrayan que las presiones por parte de la dirección danesa y española "fueron enormes, así como las amenazas y las coacciones", y que, finalmente, ante la resistencia del comité a incumplir la Ley, la dirección "modificó le vemente su estrategia e intentó arrancar un acuerdo para sostener la actividad con personal voluntario".

De todas maneras, el comité afirmó que la paralización estaba "más allá de sus capacidades y que, por más que la dirección pretendiera retorcer la Ley, hay que cumplirla, y más cuando es para proteger la salud de una plantilla que ya tiene 131 personas en cuarentena y dos positivas en Covid-19 (los que fueron analizados)", añaden los sindicatos.

Las direcciones de CCOO de Industria y FICA UGT se implicaron en este caso y contactaron al más alto nivel con el Ministerio de Industria, "para tratar de poner freno a un atropello contra la salud de los trabajadores", concluyen.

Desde Vestas

Desde Vestas defienden que "ayer lunes ambas plantas realizaron trabajos de transición para coordinar la parada de la actividad y minimizar el impacto que tendría en la cadena de suministros de la compañía, en constante comunicación con distintos actores sociales". Según explica la compañía en un comunicado, "una vez realizada la consulta, y en seguimiento del Real Decreto 10/2020", Vestas ha decidido tomar una serie de medidas.

Primero, "una parada completa" de la fábrica de Viveiro a excepción de unos potenciales servicios mínimos de logística. Por otro lado, "una parada completa de la producción de palas en la fábrica de Daimiel". Es decir, permanecerán operativos servicios mínimos en la sección de segmentos, un componente considerado crítico en la cadena de suministro internacional de la compañía, y cuyo parón total dificultaría de manera desproporcionada su reinicio tras el 9 de abril. "Estos servicios mínimos implican la asistencia a la fábrica de 25 empleados, sobre un total de 1.300 trabajadores", explica la empresa en el comunicado.

Vestas también ha implementado "las medidas extraordinarias de seguridad implementadas desde el inicio de la crisis en ambas fábricas continuarán estando vigente durante todo este periodo; una parada completa a la actividad de instalación y montaje de aerogeneradores, con excepción de aquellas tareas requeridas para obtener una parada segura; la continuación de los servicios de O&M, entendidos como una actividad crítica para el correcto y seguro suministro de electricidad en el país; y que la mayoría de los empleados de oficina continúen desarrollando su actividad en modo de tele-trabajo".