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Las automovilísticas, abocadas a fuertes multas de Bruselas tras la crisis del Covid-19
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Tienen que bajar con fuerza sus emisiones

Las automovilísticas, abocadas a fuertes multas de Bruselas tras la crisis del Covid-19

Los diputados de Cs del Europarlamento preguntan a la Comisión qué está planteando ante el riesgo de incumplimiento de obligaciones reglamentarias en plena crisis del coronavirus

Foto: Foto de archivo de una fábrica de coches. (EFE)
Foto de archivo de una fábrica de coches. (EFE)

La crisis para las grandes automovilísticas europeas por el coronavirus puede ser aún mayor de no cambiar la legislación comunitaria. Desde el pasado 1 de enero, está en vigor la normativa Corporate Average Fuel Emissions (CAFE), que obliga a los fabricantes a que sus emisiones no superen los 95 gramos de CO2 por kilómetro en la media de todas sus matriculaciones del año.

Este era un tema que preocupaba con fuerza y desde principios de año a todas las marcas, se han lanzado a hacer fuertes campañas de 'marketing' y publicidad para tratar de vender el mayor número de coches eléctricos posible. De esa manera, bajan la media. Para conocer la dificultad, hay que tener en cuenta que las matriculaciones en España en 2019 terminaron con una media de emisiones de más de 120 gramos de CO2 por kilómetro, lo que supone un fuerte esfuerzo de rebaja para este año.

Foto: La fábrica de Seat en Martorell fue la más productiva en España, superando las 500.000 unidades en 2019.

Por ello, la rotura del mercado que ha provocado la crisis del coronavirus hace si cabe aún más difícil cumplir con este objetivo. Fuentes del sector ven imposible cumplir con la situación actual. "A partir de ahora, la gente va a limitar mucho más sus gastos, dada la avalancha de ERTE que ya está en marcha. En este contexto, es imposible vender más coches eléctricos, cuyo coste actual es muy superior al de un vehículo de combustión", se lamenta.

Y la cuestión no es menor, dado que por cada gramo de CO2 de más de esos 95 gramos, la media es de 95 euros por todos los coches vendidos. Esto aboca a sanciones multimillonarias para un sector que, ya de por sí, va a estar muy tocado por la situación actual de cierre de las fábricas. La cuestión es especialmente delicada para España, donde la automoción representa más del 10% del PIB.

Foto: Fábrica Renault (EFE)

En este contexto, el grupo de Ciudadanos en el Parlamento Europeo ha decidido lanzar una pregunta a la Comisión Europea para saber qué va a hacer. De esta forma, los diputados Susana Solís, Luis Garicano, Soraya Rodríguez, Maite Pagazaurtundúa, Adrián Vázquez, José Ramón Bauzá y Jordi Cañas han registrado una pregunta, a la que ha tenido acceso El Confidencial, cuyo asunto es: "Impacto del coronavirus en la industria automovilística".

Según explica el partido liderado por Inés Arrimadas: "La industria europea está siendo duramente golpeada por el actual brote de coronavirus. La industria del automóvil es especialmente vulnerable a los parones y retrasos imprevistos, ya que requiere de la entrega de las piezas a las plantas de montaje justo a tiempo para evitar grandes 'stocks' de componentes. Además, muchos fabricantes de automóviles no cuentan con varios proveedores de piezas, sufriendo un impacto aún mayor por causa de los parones que se están produciendo en la cadena de montaje".

Foto: Planta de Landaben, en Navarra, donde se fabrica el Volkswagen Polo para toda Europa.

De esta forma, la pregunta remitida a la institución presidida por Usula von der Leyen, que tiene dos meses para dar respuesta, es: "¿Considera que existe riesgo de incumplimiento de ciertas obligaciones reglamentarias actualmente vigentes, y qué medidas está considerando en este aspecto?". Y añade otra cuestión: "¿Cómo podría afectar el brote a la próxima legislación de la UE relacionada con la industria automovilística?".

Esta pregunta parlamentaria ha partido de la iniciativa de la eurodiputada Susana Solís Pérez, que pertenece a la Comisión de Industria en el Europarlamento. Según explica la política a El Confidencial, "los fabricantes ya venían transmitiendo gran preocupación por las exigencias de emisiones y el objetivo es tratar de que la Comisión Europea reflexione sobre esta cuestión y dé una respuesta regulatoria que elimine incertidumbre para las empresas".

Solís señala que en España la automoción da empleo a más de dos millones de personas, con lo que si no se recupera este sector, difícilmente puede recuperarse la economía.

La crisis para las grandes automovilísticas europeas por el coronavirus puede ser aún mayor de no cambiar la legislación comunitaria. Desde el pasado 1 de enero, está en vigor la normativa Corporate Average Fuel Emissions (CAFE), que obliga a los fabricantes a que sus emisiones no superen los 95 gramos de CO2 por kilómetro en la media de todas sus matriculaciones del año.

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