Siemens-Gamesa pierde a su CFO y una oferta de exclusión de Cinven y KKR

Ha estado en la diana de muchos inversores, pero ninguno ha sido capaz de probar suerte con Siemens-Gamesa, la compañía española de nuevas tecnologías dedicada a la energía eólica. Y menos aún tras la salida progresiva de su equipo gestor español, incluido su último ejecutivo de peso, David Mesonero, a la sazón el director financiero, que esta semana formalizará su marcha.

Hasta hace solo unos meses, los fondos Cinven y KKR han trabajado en una posible oferta conjunta, según fuentes del mercado, dando forma a una operación que también sopesaron Carlyle y CVC. Pero nunca se dieron las condiciones óptimas, sobre todo por parte de Iberdrola, que tenía una opción de venta a la alemana por su 8% a mejor precio, ya que Siemens era quien estaba más dispuesto a escuchar.

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EC

Hubiera sido la oportunidad de Gamesa para tener una oportunidad como nuevo proyecto, pero el comodín del capital riesgo ha pasado de largo. Tuvieron oportunidades en los últimos años, cuando la acción tocó los 10 euros, pero ninguna llegó a sustanciarse, mucho menos cuando recuperó tono bursátil en torno a los 15 euros. Pero ahora, con el último desplome, algunos han revisado la tesis de inversión.

De cualquier manera, todo se complicó más en el momento en que Siemens integró Gamesa en un 'holding' energético que pretende (y necesita) sacar a bolsa a la vuelta de este verano. En caso de que esa operación no se produzca, más que una nueva oportunidad para los ‘private equity’ igual hasta puede darse el escenario de cómo deshacerse la operación que tuvo lugar en 2015.

La cúpula española de Gamesa ha desaparecido. Mesonero, que llegó a la compañía hace ya 10 años con Jorge Calvet, es el último ejemplo de ello

Incluso en esa hipótesis, nada sería como antes. La cúpula española de Gamesa ha desaparecido. Mesonero (yerno de Sánchez Galán), que llegó a la compañía hace 10 años con Jorge Calvet, es el último ejemplo. Ni su rol en la fusión y posterior integración, ni la refinanciación de 2.500 millones evitaron su arrinconamiento en la estructura alemana, como antes pasó con Ignacio Martín (consejero delegado) o Ricardo Chocarro.

El acuerdo que firmaron a comienzos de febrero Iberdrola y Siemens, tras la guerra judicial abierta, significó un punto y final a muchas cosas. La eléctrica española consiguió vender a 20 euros por acción (1.100 millones) su participación, es decir, con una prima del 25%. Con el desplome de esos días, representa casi el 100%. Era un final esperado, casi tanto como el de David Mesonero.